lunes, 4 de julio de 2022

           La corrupción, cáncer mundial

Por Arturo Fernández Ramírez

De acuerdo a Transparencia Internacional, en el Índice de Percepción de la Corrupción 2021, los niveles de corrupción se encuentran estancados a nivel mundial. Con escaso o ningún progreso en el 86?% de los países evaluados en los últimos diez años. México, por ejemplo, se encuentra en la posición 124 de los 180 Estados que fueron materia del estudio. Que fue el mismo lugar que ocupó en 2020, es decir, si bien no empeoró, tampoco mejoró. Lo que significa que es necesario trabajar más para revertir esa tendencia de desconfianza de las y los ciudadanos hacia sus instituciones.


     El Índice de Percepción de la Corrupción clasifica 180 países y territorios según el nivel de percepción de la corrupción en el sector público de cada uno, en una escala de cero (muy corruptos) a cien (muy limpios). La puntuación media global se mantiene en 43 puntos por décimo año consecutivo y dos tercios de los países no llegan a 50.

    A la cabeza se sitúan Dinamarca (88), Finlandia (88) y Nueva Zelanda (88). Estos tres países también se encuentran entre los diez mejor puntuados en cuanto a libertades civiles según el informe Democracy Index.

   Somalia?(13), Siria (13) y Sudán del Sur (11) obtienen de nuevo las puntuaciones más bajas del índice. Siria es también el último país en materia de libertades civiles (Somalia y Sudán del sur no están calificados).

    27 países, como Chipre (53), Líbano (24) y Honduras (23) han obtenido las puntuaciones más bajas.

   En la última década, 154 países han sufrido un deterioro o no han avanzado sustancialmente. Entre los que se encuentra México.

    Otro dato interesante es que Transparencia Internacional identificó que los países que vulneran las libertades civiles obtienen de forma consistente puntuaciones más bajas en el índice. La complacencia en la lucha contra la corrupción da pie a violaciones de derechos humanos de mayor gravedad y socava la democracia, detonando así una espiral viciosa. Conforme se erosionan los derechos y libertades y se debilita la democracia, el autoritarismo avanza, lo cual contribuye a aumentar aún más la corrupción.

     Lo que significa que es necesario trabajar más en el respeto a los derechos humanos para revertir la corrupción. México tuvo una reforma constitucional en junio de 2011 en este rubro, que si bien ha dado como resultado avances, han sido insuficientes. Ojalá que las autoridades hagan lo que les corresponde y que la ciudadanía sea más activa para exigir el cumplimiento de sus prerrogativas.


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