Semanario Horizontes

 EDITORIAL: Ecos de lamentos

Una versión distorsionada pero muy popular de una mujer que dicen aún vaga por la tierra aullando ayes de dolor intensos siendo un espectro, cuentan que es la Llorona. Este relato data de tiempo inmemorial y cualquier persona que se precie de ser mexicano sabrá de la existencia de la leyenda.

Como mito, no es verídica su existencia, como situación mundana sí.

En lo personal si creo en ese fenómeno como realidad social, pero no en el espíritu con apariencia de humano.

Los ancestros y su descendencia de las etnias Nahuas, Tzotziles, Mayas, Otomís, Mazatecos, Mazahuas, Mixtecos y tantas más; conocen y han vivido desde tiempos inmemoriales los padecimientos y sufrimiento por la explotación, discriminación, persecución, despojo y empobrecimiento no sólo de bienes como tierras, bosques, agua; también han sido despojados de libertad y pisoteadas sus vidas. Esos ayes de dolor son los que gime la dignidad de la madre patria por sus hijos, es la catarsis de los pueblos.

El comentario viene a colación porque en estos días se rememora la dolencia y padecimiento, la reminiscencia de la noche del 26 de septiembre del año 2014, la aberrante "Noche de Iguala".

Existen muchas versiones, todas diferentes, de acuerdo con quiénes declaran estos hechos, porque aún de manera oficial, han sido cambiadas las versiones en varias ocasiones; llegando alguna de éstas a ser la más inverosímil mentira, como la nombrada "Verdad Histórica", expuesta por Jesús Murillo Karam que fungía como Procurador General de la República (al momento de escribir esto, se anuncia su detención por estos mismos motivos). Mencionando que los 43 estudiantes habían sido incinerados en el basurero de Cocula Guerrero, sin sustento científico, ni pruebas periciales; sólo con los dichos testimoniales de algunos torturados por Tomás Zerón de Lucio, Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional. Con esto querían cerrar de forma definitiva el asunto.

Las preguntas siguen siendo las mismas: ¿quién? ¿por qué y para qué? ¿quién tuvo ese poder de decisión? ¿dónde están esos muchachos? ¿el gobierno sabe y sabía de las protestas estudiantiles? ¿qué intentaron demostrar las autoridades? ¿cuántas agrupaciones están involucradas? ¿Qué se ha hecho hasta hoy?

¿Cómo es posible que hayan trabajado de manera sincronizada el cártel de narcotraficantes "Guerreros Unidos" con policías de 3 municipios: Iguala, Huitzuco y Cocula; policía federal; policía estatal y el ejército? Esto sólo puede ser posible con un mando superior al nivel de un secretario de la defensa o de gobernación o el presidente de la república, mínimo un gobernador. Así se demuestra que el PRIAN y la delincuencia son lo mismo.

El señor Alejandro Encinas Rodríguez encargado de la Comisión de la Verdad por los hechos de Ayotzinapa, ha trabajado e intentado desenredar la madeja que está muy complicada y apretada; al seguir cualquier hilo se encuentra con grandes dificultades como el silencio mural por parte del ejército, las declaraciones mentirosas de participantes, los borrones en actas, desaparición de documentos, los asesinatos de más de la mitad de los participantes materiales en el delito, la mudez de funcionarios, la huida a países extranjeros de funcionarios y la negación de esos gobiernos de extraditarlos a México. El señor presidente Andrés Manuel solicitó al ejército y marina que abran sus archivos para que puedan ser examinados por el Grupo de Expertos Independientes que colaboran en esta misión.

Al permitir revisarlos, se encontró que este cuerpo castrense tenía un soldado infiltrado en la normal Isidro Burgos y que el estudiante César López Patolzin, le reportaba diario al teniente de Infantería Francisco Macías Barbosa. Esto lo prueba un video que es del dominio público en el cual el 29 de septiembre muestra a la madre de este joven al interior de la sede del 50 Batallón de Infantería en Chilpancingo Guerrero, donde se entrevista con el coronel Gabriel Espinoza Toledo, quien le ofrece seguir haciéndole llegar el dinero quincenal del salario de su hijo e informa que, como institución siguen buscando a su hijo. (https://www.youtube.com/watch?v=TXA1IxhUtYs).

Peritos de la Policía Federal, Ministerial y Servicios periciales al servicio de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa. 

(Fotos tomadas del archivo Anexo1 de Fichas de búsqueda del informe de la presidencia)

Así llegamos a un año más de ausencia de seres muy queridos; ante la inflexibilidad de los padres de hacer valer su muy digna rabia ante semejante golpe moral y la astucia de los causantes para envolver todo en un lodo que no permite ver las causa, los modos, los cómplices ni lo que esconden.

Esperamos que un día la justicia plena, como corresponde: pronta y expedita nos alcance y los delincuentes empotrados en los diferentes niveles de gobierno, paguen justo en la dimensión al daño que causaron. ¿Cuál sería el adecuado castigo para los que desaparecen jóvenes que serían educadores de niños pobres? ¿qué castigo corresponde al dolor de madres y padres que deambulan como la llorona por cerros, calles, edificios de gobierno y plazas públicas?

No esperemos que Dios haga justicia, porque Él tiene sus propios pensamientos, pero démosle al césar lo que es de él y exijamos que la paz empiece por el respeto a la vida y la dignidad de las personas iniciando por las instituciones nacidas para defender a los humanos en todas sus dimensiones.

Moisés Zepeda Gómez./Para Horizontes