Semanario Horizontes

 Destrucción del Quiosco, pérdida

irreversible: Cronista Rodrigo  Sánchez Sosa.

*El Cronista de Sayula, Rodrigo Sánchez Sosa, subraya “que no importa si la copia que lo substituirá es exacta, el valor de este monumento era PATRIMONIAL no FUNCIONAL y su destrucción es un CRIMEN contra el patrimonio sayulense, igual el caso del Páramo”.”

El Patrimonio: el Quiosco y Cantinflas.

Una crónica desde redes sociales en Sayula

La etimología de la palabra "patrimonio" proviene del latín "patrimonium" que significa: bienes que se posee de los padres. Es todo aquello que se es heredado de los padres. El patrimonio cultural de Sayula son aquellos bienes tangibles e intangibles que heredamos de quienes habitaron Sayula antes que nosotros. Nosotros hoy construimos y desarrollamos patrimonio para las futuras generaciones. Los bines tangibles son aquellos que son del orden físico, como los edificios y monumentos edificados con cierto grado de calidad y valor artístico relevante o inmuebles significativos por ser parte de la historia del municipio. Los bienes intangibles son las tradiciones orales, escritas, ritos, mitos, leyendas y fiestas desarrollados a lo largo de la historia del municipio que han construido nuestra identidad como pueblo y que son la cara que damos al mundo como comunidad. Son la herencia de nuestros padres y abuelos que por respeto a ellos y a nosotros mismos se deben proteger y conservar.

Las políticas en este sentido del actual ayuntamiento, han atentado contra este patrimonio, y avaladas por una  ignorancia generalizada al respecto y a tono de la modernidad como depredadora de lo antiguo, lo viejo, lo que avergüenza frente a un mundo ebrio de novedades en una fuga continua e irracional hacia lo nuevo; ha terminado en tragedias para nuestro patrimonio municipal, perdidas irreversibles e irrespeto de los símbolos tradiciones y personajes cuyo legado a nuestra identidad es invaluable. La caricatura en que se ha convertido la política cultural en Sayula ha generado una polarización social respecto del actuar frívolo y de show mediático en redes del actual ayuntamiento. Dos casos concretos: La reconstrucción del quiosco de plaza de armas y la estatua de Cantinflas en la plazoleta de san Sebastián. 

El quiosco de Sayula era un monumento histórico-patrimonial, su pérdida es irreversible, no importa si la copia (de su cimborrio) que lo substituirá es exacta, el valor de este monumento era patrimonial no funcional. Su destrucción es un crimen contra el patrimonio, y como tal debe entenderse, mismo caso del Páramo. Es patético que al que cometió estos crímenes se le aplauda como un logro la reconstrucción con recursos públicos de sus fechorías, lo cual sólo sería en todo caso, parte de su obligación, pero con dinero de su bolsillo, y de ninguna forma tendría que entenderse como el finiquito de la deuda por su felonía (Al parecer, según los regidores de oposición, nunca hubo un acuerdo de cabildo para demoler esta estructura). La ley es clara: el pago multiplicado por cuatro del monumento destruido y la inhabilitación del espacio por 10 años. 

Se lee en redes: "¡Qué fácil !  Lo destruyen y el municipio lo paga, todavía quieren que les aplaudan por "Chulos". Ah y los achichincles de quinta del despotismo municipal se ponen groseros y hasta amenazan a quienes señalan sus fechorías. Que recuerden: la única diferencia entre todos ellos y un ciudadano de este municipio es el cargo temporal que se les confirió de administrar los bienes públicos. No son seres superiores ni sus privilegios un derecho de casta, tendrán que dar cuenta ahora o después de lo que hacen abusando de la confianza de todo un municipio."

"Imagine usted que demolieran el pórtico del Hospicio Cabañas en Guadalajara, por una idiotez, y quisieran luego justificarlo con que estaba deteriorado y que "expertos" del ayuntamiento de Guadalajara bajo la supervisión de INAH construirían otro "igualito" ya no de cantera sino de mármol rosado, que quedaría "Chulo". ¿Qué diría la UNESCO? dado que el Hospicio Cabañas es patrimonio de la humanidad. Nuestro Quiosco no era patrimonio de la humanidad ¡Era Nuestro Patrimonio!"

El atentado al patrimonio municipal se denunció ante el INAH. Estos simplemente dijeron que tenían firmado el proyecto por un arquitecto perito, que resultó no ser arquitecto sino ayudante de peritos, que luego públicamente se deslindó del proyecto. El INAH se disculpó por no tener conocimiento ni información de lo que pasaba en Sayula, debido a la falta de personal. Al parecer mandaron a alguien, posterior a la denuncia, pero ya no se informó nada desde esa dependencia que, seamos honestos, Sayula no es Guanajuato, ni San Miguel Allende, no tiene para ellos interés, además ya estaba demolido el quiosco, poco se podía hacer. Tanto fue el desinterés de esta dependencia que no se preocuparon de informar a quien denunció. Cuando el escándalo de Alfaro y los manifestantes que denunciaron el atropello al patrimonio municipal y fueron maltratados por este, nunca se pronunciaron aunque la nota fue retomada por medios nacionales. Ese es el INAH, pintado de cuerpo completo. Ignoramos si los regidores de oposición, recibieron de los expertos que contrató el ayuntamiento y los del INA algún informe. Si así fue, no lo han hecho público. En pocas palabras, del INAH en Sayula, nada se sabe salvo lo que recientemente informó el presidente municipal: que trabajan sus expertos con los expertos del INAH en la reconstrucción del  Quisco próximo a inaugurar.

El caso del monumento a Cantinflas: "Creo que, si en 70 años, ningún gobierno municipal había hecho esto era porque el personaje no ameritaba una atención como esta del municipio, la verdad es que Cantinflas vino solo a tres carnavales entre 1945 y 1959, después de lo cual se negó rotundamente a venir; en 1955 una comisión de sayulenses fue a buscarlo a sus oficinas en la Cd de México para invitarlo al Carnaval de Sayula nuevamente, el señor amable pero rotundamente se negó, vendría una vez más sí, pero en estricta agenda de trabajo. Los motivos por los cuales Cantinflas se molestó con Sayula y poco quiso saber del municipio después (hasta el día de su muerte) no quedan claros. Pero, en todo caso, esta estatua es al ego del presidente municipal no a Cantinflas. Me gustaría saber si buscaron a sus descendientes para invitarlos a inaugurar la estatua, como marca el protocolo, seguramente no, los señores no sabrían ni donde queda Sayula; al menos Juan Carlos Rulfo Aparicio si sabe dónde vivieron sus abuelos y bisabuelos, dónde vive su prima Eva, aunque haya declarado este año que su papá nació en Apulco."  Esto último se mencionó porque en una grosera publicación en redes de comunicación social del ayuntamiento, se hace velada referencia a Juan Rufo que, por haber negado a Sayula, estaba por debajo de Mario Moreno Cantinflas en el orden de reconocimientos como este; tal cosa, en el entendido de estos muchachos orgullo del CUsur de la U de G, según su rector José Guadalupe Salazar Estrada lo manifestara en redes luego de asistir al 4to informe de gobierno (…) del presidente municipal de Sayula.  

¿Lo merece  Cantinflas más que Don Severo Días, Don Jorge Eguiarte, Doña Paula Gutiérrez, Don Claudio Gutiérrez, Don Félix Ramos o el propio Rulfo? La gente en redes, dice que no. 

En un Festival Rulfiano aquí en Sayula, la actriz María Rojo que nos visitó para un homenaje a don Ernesto Gómez Cruz, indignada por el poco reconocimiento oficial a Juan Rulfo en su tierra, hizo prometer al presidente municipal mismo en funciones hoy, que le haría una estatua al escritor sayulense  universal, a lo cual se comprometió el primer edil públicamente; bueno, pues ahí está lo comprometido con sus promesas del señor; de hecho, Juan Rulfo nunca le ha simpatizado, es evidente. 

 "¿Qué hizo Cantinflas por Sayula? Fuera de donar sus actuaciones al municipio, no se sabe haya hecho más, El cine-casino Mario Moreno y la plaza de toros, no fueron donaciones al municipio, fue una asociación de empresarios locales encabezados por Cantinflas que adquirió y construyó los inmuebles, Mario Moreno duró poco tiempo como socio y vendió sus acciones de lo que sigue siendo propiedad privada. Su figura promocionó sí, el carnaval de Sayula en todo el país, aquí estrenó su película " A Volar Joven"; luego, simplemente, lo abandonó y nunca más se ocupó de ello, la razón no queda clara, pero el menospreció sí. El señor era muy amable y su silencio sobre el asunto fue total, un caballero sin duda, de la forma más cortes nos mando por un tubo (algunos dicen que en una ocasión le preguntaron a Cantinflas que si era de Sayula, a lo que el señor contestó que no era de ese pueblo de…bueno ya se imaginará por aquello de ánima de Sayula, pero esto no ha sido corroborado por un servidor, es algo que cuenta la gente mayor de Sayula). Si, efectivamente, antes del desencuentro con el pueblo, acudió a algunos carnavales por invitación del tío de Juan Rulfo. David Pérez Rulfo Sayulense (Tío de Juan Rulfo, también sayulense aunque les pese), avecindado en la ciudad de México y con un puesto importante en el gobierno de aquel entonces, conoció e invitó a don Mario Moreno Cantinflas a Sayula, a este le agradó Sayula y vino a tres carnavales como amigo e invitado especial a finales del decenio de 1940 y a uno más después, pero ya como parte de un contrato, portándose muy profesional. Esa fue toda la historia del romance de Sayula con Cantinflas. Juzgue usted, con todo derecho, si merece o no la distinción que le da este ayuntamiento al mimo de México, porque ese homenaje se pagó con dinero de Sayula. Lo que queda por aclarar es si el monumento es un reconocimiento a la persona o al personaje, ya que no es lo mismo." 

Don Federico Munguía, cronista emérito y reconocido historiador autodidacta, en su juventud fue testigo de las visitas de Cantinflas a Sayula. Don Federico jamás me refirió que Sayula tuviera esa deuda con Cantinflas. En largas charlas con él, quien esto escribe, escuchó del también alguna vez presidente y fundador del capítulo sur de la Benemérita Sociedad de Geografía Estadística, las deudas que Sayula tenía con sus benefactores y en la lista de estos no estaba Don Mario Moreno Cantinflas.