Semanario Horizontes

                Política y militarización

Por Rodrigo Sánchez Sosa

 El tema de estas últimas semanas e sin duda la "militarización", según la oposición, del país. Pero ¿Qué hay de  fundamento en este argumento de la derecha y hasta la izquierda opositora al gobierno de la 4T? AMLO les responde en la mañanera al respecto, por supuesto que las explicaciones y el debate no bastan, porque su interés no es el pueblo de México, de la oposición, sino el poder. Se han montado en los hechos de Ayotzinapa o la guerra sucia de los setenta del siglo pasado, para  advertir, según ellos, de la consecuencia de una "militarización" del país. Puras falacias.

    Para que un hecho no resulte una perspectiva subjetiva necesita argumentos, la repuesta de AMLO me parece coherente, los intereses son muchos, no es rudos contra técnicos, la verdad es un poquito más compleja ¿cuándo? pregunto con él, se había metido a la cárcel a un general por cuestiones como esta en México. 

 Los problemas nacionales, en cualquier parte del mundo no se pueden entender sin un contexto internacional

    ¿Hubo crímenes de estado en México? sí; participó el ejercito, sí, fueron decisiones independientes del poder civil, no, ¿El poder civil se mandaba solo? No, ¿Entonces, que pasa hoy? Pues que el contexto geopolítico que permitió los crímenes de lesa humanidad en México (sobra decir en otras partes del mundo) ha cambiado, por eso hay generales en procesados hoy por lo de Ayotzinapa como presuntos responsables. México por más que se quiera ver no pesa en el orden mundial de occidente, es periferia, lo que aquí ocurre es un eco de este orden geopolítico ¿Pero cómo vamos a saber la verdad de este otros casos?... 

Si realmente se analiza, aquí no hay verdades hay una lucha de intereses enmarcados en un contexto geopolítico con una inercia de 500 años, no de la historia de México de cinco siglos, sino del capitalismo hoy en crisis. Yo aconsejo, al hablar de "verdades" con todo respeto, que antes de hablar del concepto se defina el mismo, así que, "Verdad" es un concepto complejo, no quiero con ello justificar ni ocultar nada, los muertos ahí están, o lo que se quiera ver como crimen de estado, pero la verdad que tiene relación con esos hechos es lo complejo de analizar, y la tarea. Aunque parezca paradójico la "verdad" es un constructo, un convencionalismo, no un ser en sí y para sí, necesaria y última, ni siquiera en la ciencia. Maquiavelo dice que en política se debe de hablar de las cosas como son no como deberían de ser, aún así no está hablando de verdades, dice que la política tiene su propia moral, porque la crea, Sí, hay que leer a Maquiavelo para entender esto, porque le tocó un tiempo como el nuestro a finales de 1400, de cambio de paradigma, había que vérselas con la inercia de lo medieval. Él es el filósofo de nuestros tiempos, ni siquiera Marx.

La política no es la ciencia de la verdad, eso le toca a la filosofía. En un mundo de post verdades, yo ni siquiera lo intentaría de ese modo. Mi opinión queda clara: hoy cuando la derecha y la izquierda opositoras se juntan en una opinión, no es opinión, pues las coincidencias no existen en política. No es la primera vez, ya han "coincidido" no en busca de la verdad, sino de sus intereses o lo que ellos han creído sus intereses o sus derechos; pero bueno, concedamos lo de "la verdad", en todo caso la verdad será un consenso en estos campos del hacer humano, la política, o no será. Partir de supuestos en un análisis no ayuda a entender nada. Veamos el fenómeno reduciéndolo a sus origines y obtendremos una tesis, cercana a entender el fenómeno social que es.  

El ejército tiene sus tendencias, no es un monolito. No es enchílame otra depurarlo para someter las disidencias o extremismos que en todo caso es labor al interior del mismo que tiene sus propia normativa y códigos de honor, pero en el caso de crímenes de sus miembros que no es igual a un acto ilegal de la institución como un todo, es de política que teje fino. Sino era hoy era nunca, es una jugada peligrosa porque tiene dos frentes opositores uno desde dentro y otro desde la derecha que usan el petate del muerto de la "militarización" en un país paramilitarizado por la corrupción y el crimen organizado. El presidente de la República es un experto en tejer fino en política, lo ha demostrado, mientras la oposición ha sido burda, torpe y ridícula, ha llamado a un golpe de estado al principio de este trienio, hasta el día de hoy proponer un juicio sumario al ejercito entre la ciudadanía.  

Meter en un marco constitucional las labores de seguridad del ejercito en este marco contextual, es un ejercicio difícil después de 36 años de no política en el país. De violación ilegal de la constitución y reformas que obedecieron más a un dogma económico que a una realidad político-social, es decir más del 80% de la población en la pobreza y el saqueo generalizado de la nación. Pero seamos realista el país solo estaba en la órbita de un sistema impuesto globalmente por el liberalismo que triunfó en 1991 y se impuso, no tanto como una ideología, sino como la realidad misma. 

Ahora la realidad misma es el liberalismo individualista globalizado, en tal contexto, la solución política se vuelve solo buenas intenciones pero no fórmula para el cambio. La solución alternativa de cambio frente a la enajenación producida por el liberalismo es la cultura, el nacionalismo profundo identitario, nuestra identidad como guía en un mundo donde la política es forma pero no fondo ¿Es la constitución un acuerdo entre intereses diversos con reglas y normas vinculantes o es más allá de eso producto de una nación y su identidad cultural con una historia compartida? Es decir ¿Soy mexicano por acuerdo, por negociación, por convencionalismo o lo soy por mi identidad profunda moldeada por una cultura compartida, como producto del mestizaje de las civilizaciones convergentes en un territorio reconocido? Este marco esta dentro del código de honor del ejército mexicano. 

La biopolítica de las reglas y normas del panóptico foucaultiano, tiene poco que aportar como contra parte a la psicopolítica (Byung-Chul Han) impuesta por el individualismo liberal como herramienta de control social. En el tiempo de la postverdad y el post relato postmodernos (valga la redundancia) apelar a lo punitivo como herramienta de regulación social, es cuando menos un discurso tardío. La voces contra la supuesta militarización del país van por aquí, hablan de la violación de derechos humanos en caso de militarización, lo que faltaría poner en claro es ¿Cómo puede garantizar el estado la seguridad en un país manipulado psicológicamente por la violencia como valor perse, un estado que viene de una guerra ilegal contra el narco? Lo punitivo por sí mismo no puede ser solución, la política de "abrazos no balazos" del actual gobierno se centra en la verdadera arena de la lucha, la psique de las personas, atrapada por una sobrevaloración de la violencia donde hasta la muerte es una deidad. Mientras tanto las labores de seguridad deben apoyarse en las fuerzas armadas, es un asunto de seguridad nacional, no sé puede dejar a la manipulación de los valores neoliberales la vida de las personas, los mexicanos tienen derecho a ser defendidos con todos los recursos del estado frente a una amenaza que sobre pasa una policía civil incompetente y muy lejos de responder logísticamente al reto sin mencionar su infiltración a niveles obscenos. Los marcos legales en países como Francia, Italia y el mismo Estados Unidos contemplan este recurso de defensa apoyado en lo militar, dado que dichos marcos son civiles. Más el imaginario neoliberal, con sus ONG´s imponen labores del estado a organismos supuestamente no gubernamentales, pero plagados de dogmas y fantasías de una democracia a modo de una dictadura del poder financiero en el orden geopolítico; donde nosotros como países en vías de desarrollo, no podemos, según esta fantasía dogmatica del orden del control psíquico de masas, sino terminar como dictaduras militares al asumir modelos parecidos a los de países de primer mundo respecto de sus fuerzas armadas y su marco legal.