lunes, 13 de febrero de 2023

EDITORIAL:  Los pecados de la Iglesia Católica

Jesús es más que una simple y llana teoría

¿Qué haces hermano leyendo la Biblia todo el día?

Lo que allí está escrito se resume en amor vamos, ve y practícalo,

Jesús, hermanos míos es verbo, no sustantivo (Letra de Ricardo Arjona).

La gran diversidad de creencias y religiones que pululan por el mundo, son la búsqueda insaciable de paz, regocijo, felicidad, sabiduría y buena vivencia y convivencia para sí y para con todos; es lo que busca por naturaleza el ser humano. En muchos de los casos los supuestos fervores, los cultos, piedades y devociones son ofrecimientos de soluciones, pero la mayoría son "negocios" que venden peroratas, elíxires, cuentos y hasta milagros; logran crear ese vínculo entre la ansiedad de solución y el remedio, tanto espiritual como físico.


¿Por qué se dá este fenómeno? para darle sentido a este escrito, y justificar el resultado, primero hagamos un balance desde un corto tiempo hasta nuestros días.

El doctor en ciencias sociales Rubén Aguilar Valenzuela, en su estudio publicado en el periódico El Financiero nos ofrece lo siguiente:

En 1960 de los 640 millones de habitantes en América 92% eran ferviente en la fe romana, para 2022 quedan un 52%, mientras que sectas y religiones evangélicas han ganado esos espacios.

Entre 1930 y 1970 de cada cien mexicanos, 96 ó 97 eran católicos; para 1990 sólo 90 y para 1982 ya había bajado la cifra a 82. En los lugares que hay marginalidad económica la reducción ha sido mayor, por ejemplo: en Chiapas quedan 58 de cada centena, Campeche 63, y Tabasco 64. Coincide con los lugares más pobres de nuestro país.

En el norte y centro como Chihuahua, Tamaulipas, Morelos, Veracruz y Yucatán los números reflejan que aún hay entre 70 y 80; la densidad mayor se tiene en Jalisco, Querétaro, Tlaxcala, Michoacán, Aguascalientes, Zacatecas y Guanajuato con un aproximado entre 90 y 95 católicos de cada 100. Lo otros estados se quedan en el promedio de 70 a 80.

La inferencia que yo puedo hacer y que debe por obligación reconocer la jerarquía católica es: algunos obispos, arzobispos, curas y párrocos, se han olvidado de los más elementales principios enunciados por Jesús; ejemplo: la opción por los pobres. 

Las evidencias de fraude contra Ettore Gotti Tedeschi, la red de corrupción de varios cardenales por el uso indebido de los fondos del Instituto para las Obras de Religión, quita autoridad moral a la Curia Romana. También hay denuncias contra obispos como Onésimo Cepeda por fraude de 130 millones de dólares (La Jornada, 16 de octubre 2008); el muy sonado caso por conducta inapropiada de Marcial Maciel y que sólo fue sancionado con el retiro (BBC News, 21 diciembre 2021); los 426 sacerdotes investigados por pederastia en los últimos 10 años (Expansión, 12 de febrero de 2022).

Su excelencia Francisco, Papa actual, no ha escondido el bulto, por todo lo contrario le sale al toro, no para haya más católicos, más bien por conducir a buen puerto la vida de las personas, en sus palabras emitidas en el Ángelus del día 2 de febrero dijo: "…el gran milagro de la fe: que abre los ojos, transforma la mirada y cambia la perspectiva…..la mirada ingenua huye de la realidad o finge no ver los problemas…..no se detiene en las apariencias, sabe entrar en las fisuras de la fragilidad y de los fracasos para descubrir en ellas la presencia de Dios."

Muchos de los guías actuales huyen de la realidad, su mirada está en otro lado, buscan enriquecimiento, placer y poder. Así lo muestran algunas autoridades eclesiásticas y pastores de sectas y religiones.

Se olvidaron completamente de que deben anunciar el Evangelio de Jesucristo y no sólo a la figura de Jesucristo, una cosa es vivir las enseñanzas y otra presentar el Cristo como un ícono, soslayando lo que compromete. Vivir los dolores profundos del pueblo, denunciar las desavenencias y orientar para que se viva la esperanza, no la ilusión.

Moisés Zepeda Gómez. / Para Horizontes


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