Semanario Horizontes

 Símbolo de lucha el Día internacional de la mujer

Por Arturo Fernández Ramírez

El pasado 8 de marzo, como cada año, se llevaron a cabo muchas manifestaciones y expresiones para conmemorar el día dedicado internacionalmente a las mujeres. Algunas formas de celebrar suelen ser cuestionadas, otras en definitiva son aplaudidas. Lo importante es que las primeras de ninguna manera opaquen a las segundas, ni mucho menos que hagan perder el significado de este día. Cuya esencia simboliza la lucha contra las desigualdades que por siempre han existido en nuestra sociedad. Y que desde luego, es necesario combatirlas si en realidad anhelamos una comunidad más justa, igualitaria y equitativa. Aunque ha habido avances importantes, todavía falta mucho por hacer. Persiste la violencia de género y el rezago en muchos rubros.

     Tal y como lo hemos expresado cada que abordamos este Tema de Interés, histórica y estructuralmente el sexo femenino ha sufrido un trato diferenciado injustificado, discriminación sistemática y marginación. Provocando barreras o dificultades sociales, culturales y económicas. Para vencer esa disparidad o asimetría de poder, se ha considerado necesario partir de las necesidades, dificultades y desventajas que enfrentan como grupo vulnerable en la sociedad. Aplicando el principio atribuido al filósofo griego Aristóteles de "tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales". Con la única finalidad de alcanzar la igualdad y equidad.

      Es así como en el ámbito internacional de los derechos humanos, se recomienda que los Estados hagan mayor uso de medidas especiales de carácter temporal. Dando un trato preferencial a la mujer para que sea posible su integración de manera real y material, en la educación, economía, política, empleo y en general, en todos los ámbitos sociales. Es decir, para revertir la desigualdad que histórica y estructuralmente ha existido entre el sexo masculino y femenino, se aplican acciones especiales tendientes a lograr la igualdad real.

    Ha habido avances importantes en esta lucha, vemos reformas legales y constitucionales importantes. Se advierte una mayor participación activa de las mujeres en los diversos ámbitos social, económico y político. Sin embargo, debemos reconocer que todavía falta mucho por hacer, la violencia y discriminación de género persiste. El incremento en las denuncias por maltrato, los feminicidios, entre otros datos, lo confirman. Por eso, es necesario mantener la guardia en alto y continuar firmes hasta lograr el pleno reconocimiento y respeto de sus derechos. Por lo pronto, muchas felicidades a todas por su resistencia.