EDITORIAL: Se acabó la era prehistórica / La violencia como medio
Hay un líder que llegó con el ímpetu de democratizar esa grey, cosa que no sucedió; el señor muy hábil logró primero apoderarse de las asambleas o consejos que tienen la autoridad para cambiar los estatutos; los cambió, para dar el paso siguiente y con la venia de las autoridades gubernamentales (inclusive los consejos y prevaricaciones) los adecuó para continuar en el poder y así, ubicar en lugares estratégicos a sus incondicionales (que lo son por interés y no por principios o convicción). Hasta ese momento, todo le resultó a pedir de boca, ahora puede proponer sin oposición a los más fieles seguidores a puestos y cargos.
Pero hubo miembros que no estuvieron de acuerdo, para este líder fue muy fácil deshacerse de éllos, algunos los dejó en el ostracismo, a otros no se les permitió participar y por último se enfrentó con arrojo y con el cetro del poder a los opositores (ya que cuenta con los órganos de control y disciplina).
Como dueño absoluto de la representación hizo y hace negocios muy rentables, se volvió multimillonario de la noche a la mañana.
Logró expulsar a algunos que podrían ser el resurgimiento de los dinosaurios más antiguos y que se oponen a los acuerdos que se hacen con los contrarios. Esto demeritó a la asociación, perdió fuerza y esa debilidad dejó una oportunidad a los enemigos.
En resumen: a cada paso este líder soberbio y elitista ultraja despóticamente a sus compañeros, exige adoración y otorga desdén; la consecuencia es que redujo la fuerza de la asociación y con eso se han perdido territorios, puestos, estatus y beneficios (o los deja ir por así convenir a sus propios intereses), monopolizó el poder, redujo la fuerza de su agrupación menospreciando las críticas. Lo más probable es que termine extinguiendo aquello que duró más de 100 años.
Sin proyecto, sin visión, sólo con una pala está sepultando lo poco o casi nada que queda de la era Mesozoica de los gigantes que monopolizaron el mundo político de México.
Esperemos que pronto concluya su gran obra y los mexicanos seremos los más agradecidos.
Ya en el tema segundo, hago referencia a la actividad muy virulenta por los diferentes grupos criminales, paramilitares, delincuentes y narcos. Aumentan los desaparecidos inocentes, asesinatos indiscriminados, multitudinarios y sanguinarios; según el INEGI en el mes de junio tuvimos en promedio 78 homicidios diarios.
No es una casualidad que haya tanto reclamo aireado y ofensivo al presidente, los opositores gritan y algunos lloran a voz en cuello las masacres y argumentan el caos que se vive. Los números son ciertos, pero es necesario palpar el tiempo político que se vive y los grupos que se encuentran involucrados. No es contingente lo que pasa en Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Coahuila, Michoacán y otros estados, ni sucede por azahar las protestas, tomas de municipios, videos con columnas de pseudomilitares que vociferan y se justifican como los defensores del pueblo, los narcos y sicarios que acusan a las entidades de gobierno. Dicen en mi pueblo: tanta orquesta ya suena a jolgorio. Tantas cosas que suceden de maneras sistemáticas y sincronizadas, jueces soltando amparos a delincuentes como programas de feria, policías estatales y municipales que ni las uñas asoman y los políticos opositores exigiendo se subsanen todos eso daños; la prensa atacando con medias verdades o partidarios, los locutores y comentaristas siempre tendenciosos; intelectuales por medio de sofismas- Y todos al alimón atacando la 4T.
No es casual, todo está muy bien orquestado porque los tiempos de sucesión son ahora; no van por un proyecto, van al desgaste y al descrédito; no se encaminan a la mejora prefieren hacer los que siempre les ha dado resultado: denigrar más que proponer, enfrentar más que dialogar, valerse de cualquier medio antes que buscar la paz. Los opositores no tienen ética, ni principios, sólo tienen intereses y los muertos, como dijo Calderón: "son daños colaterales".
Moises Zepeda Gomez./Para Horizontes
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