Semanario Horizontes

 Sayula, Pueblo Mágico, los retos a cumplir

Por Arturo Fernández Ramírez

 Otorgar permisos de construcción, únicamente a inmuebles que armonicen con la arquitectura local, conforme a la normatividad aplicable. Ejecutar programas de mejoramiento y conservación de la infraestructura e imagen urbana y/o rural. Instrumentar un reordenamiento del comercio semifijo y/o ambulantaje en su caso. Son algunos de los compromisos que deben cumplir los pueblos mágicos. Es importante aprovechar esta nominación para consolidar una nueva vocación económica de Sayula, aparte de la agricultura. Y que los beneficios se traduzcan en un mejor nivel de vida del municipio y la región.

    La Secretaría de Turismo del Gobierno Federal, aprobó hace unos días el reconocimiento de 45 nuevos Pueblos Mágicos, para sumar en total 177 en la República Mexicana. De los recientes nombramientos, 3 fueron de Jalisco: Cocula, Sayula y Temacapulín, que se agregan a los 9 que ya había, para ser 12 de nuestra entidad federativa.

     Entre los requisitos que se ponderan para otorgar el reconocimiento de pueblo mágico, es contar con un atractivo simbólico singular y auténtico que lo distinga. Pudiendo ser culturales, históricos, monumentales o naturales.

      Sayula, como sabemos, se distingue por sus artesanías, destacando los cuchillos, entre otros productos forjados. En gastronomía tenemos comidas peculiares y en dulces, la cajeta es reconocida como de las mejores a nivel nacional. En edificios históricos están los portales del centro, la Casa de la Cultura Juan Rulfo, el Museo de Arte Sacro, el Santuario, el Templo de San Roque, por citar algunos. En lo histórico, formamos parte de la llamada Ruta de Juárez, entre otros acontecimientos relevantes que aquí sucedieron. Y así podemos seguir enumerando más atractivos de nuestro municipio.

    Lo más importante es que autoridades y sociedad, tengamos la capacidad de aprovechar esta nominación para consolidar una nueva vocación económica de Sayula, aparte de la agricultura. Cumpliendo con los requisitos que se exigen con este reconocimiento, cuidando la imagen urbana en todos los sentidos. Con el fin de que los beneficios que conlleva un pueblo mágico, se traduzcan en un mejor nivel de vida de las y los habitantes del municipio y la región.