martes, 19 de septiembre de 2023

 Felicitaciones en el día del periodista 

/ Una corte al estilo Luis XIV 

El pasado 3 del presente se conmemoró el día del periodista. Ese héroe en ocasiones olvidado y anónimo cuya única arma de batalla es su pluma y que ha movido naciones completas. Generalmente las personas que conmueven e informan son los periodistas. Los hay de todos los colores y gustos: unos de análisis, otros de investigación, de reportajes, históricos, esparcimiento, culturales, de conocimientos, científicos, económicos, políticos; también según el medio: radio, televisión, revista, periódico y lo de la moda actual: el internet. 

     También existen los éticos que tienen principios y se apegan a la moral del pueblo, por lo contrario, los que fructifican en beneficio propio sin importar las mentiras y engaños que tengan que llevar a cabo. 

     Para fortuna de este hermosa, muy cultural y laboriosa ciudad de Sayula, cuentan y han contado con grandes plumas, grandes escritores y muy buenos y entregados periodistas. 

    Felicito por ello al señor Hugo Rodríguez Vázquez por tanto esfuerzo y trabajo; ni durante la pandemia disminuyó su esfuerzo, siempre mantuvo el hilo informativo y llevó las notas del estado de la pandemia para una mejor vida de la gente. Cómo él son los auténticos periodistas que no lo hacen por profesión, más bien por vocación. 

     En segundo tema está el presupuesto de la Suprema Corte, la cual solicita 84 mil millones para impartir justicia so pena de no hacerlo, si no se entrega ese dinero. 

    La Suprema corte goza de privilegios que ni el presidente tiene; el senador Monreal enumeró 40 de ellos entre los que están: sin contar los casi 600 mil de aguinaldo y 95 mil para vacaciones; sueldos por 235 mil por mes; ayuda para comidas de lujo; 5 millones cada mes para gastos de ayudantes en casa y secretarías; automóviles de lujo blindados nuevos cada dos años; seguros de autos y casa; un ahorro por 20 mil millones para asegurar su pensión vitalicia, entre otras cosas más. La mayoría superfluas, ostentosas y hasta ofensivas al pueblo. 

    Además de garantizarse una vida mejor que un jeque árabe, justifican la petición de aumento para algunas cosas como: 



           Tres mil millones de pesos para reparar los inmuebles de sus domicilios; Tres equipos completos de cómputo para impresión; viajes con preferencias de todo tipo como abordaje primero y seguro de asiento; seis teléfonos celulares de alta gama para cada ministro; computadoras, impresoras e internet de banda ancha en cada uno de sus domicilios pagados por la corte; seguro de gastos médicos hasta 30 millones por año; seguro de vida institucional de 12 millones; no se están contabilizados gastos como renovación de cubiertos en los comedores, menaje de muebles, otros seguros y premios por alcanzar cierta edad y servicios. 

     Gastos que ni un Jeque árabe los hace y quieren un aumento de 4 mil millones más; esa es la esencia de la Suprema Corte: el dinero. 

     Así como en las cortes del tiempo pre revolucionario francés del rey Luis XIV, con esa actitud donde se observa que a la suprema no les interesa ni les importa la justicia verdadera, con un sistema judicial como este, un pobre jamás llegará a tener lo que le corresponde, los desarraigados de su tierra nunca la recuperarán, los asesinos de los hijos del pueblo jamás serán castigados a menos que sean poderosos y ricos; las minas seguirán destilando sus venenos a los ríos, lagos y fuentes de agua; los avaros continuarán sin pagar los impuestos que una nación necesita para mantener los servicios y la inversión; la violencia no menguará porque los causantes nunca pagarán ni serán sancionados; seguirán desapareciendo personas a causa de la protección brindada por políticos que a su vez reciben protección de jueces y ministros podridos del espíritu. 

     Ahora como ciudadano del común denominador, si usted tuviese poder de determinar ¿le aumentaría el dinero del presupuesto a la corte? 


Moises Zepeda Gómez. / Para Horizontes 

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