martes, 17 de octubre de 2023

 EDITORIAL: Cuántos esfuerzos para alcanzar la democracia

Mientras el mundo se cae a pedazos por las guerras en medio oriente, Ucrania, Siria, Yemen, Israel-Palestina y una veintena más; en otros como México, la violencia interna revuelca con estridencias a las personas.

Son tantos los temas que no caben ni en varios diarios, como la sequía que azota África oriental del norte al sur en Somalia, donde el apocalipsis de la sed ha terminado con miles de cabezas de ganado y persigue insistentemente a la población desesperada, ha tenido que intervenir la ONU para llevar ayuda de emergencia. La causa es el calentamiento global que hace menos durable la temporada de lluvias y reseca más rápido los lagos y ríos.

La técnica de la homeopatía sostiene que las enfermedades de los seres vivos tienen por lo general una sola causa o raíz. Y lo mismo nos pasa en el mundo: la soberbia y la ambición.

La política de la industrialización llevó al trabajador a ser desplazado y los que conseguían seguir laborando eran explotados hasta casi el nivel mortal, muchos quedaron en las líneas o puestos de trabajo, y los patrones los ponían como ejemplo del deber cumplido; que así deberíamos ser todos los trabajadores: morir en la raya. Luego vino otra etapa fundamentada en los mercados, la defensa nacionalista y el comercio al exterior basado en la geopolítica de obtener del otro los insumos y venderlos elaborados. Hasta llegar a la etapa neoliberal donde la liberación del mercado y la no intervención del estado son la base de esa doctrina; pero en el mercado los políticos hacen negocio de todo: los ríos, lagos, mares, selvas, desiertos, subsuelo, bienes particulares y de la nación, la vida de las personas, las instituciones, los servicios, la educación y la salud. Todo tiene un precio y por supuesto una rica tajada. 

Esto viene al caso por el tema que nos ocupa y que muy pocas personas observan: los sindicatos y su actuar; los lideres en su inmensa mayoría vendidos al patrón o al ambiente político, dejan de lado su misión de defender al pobre; las últimas modificaciones a la Ley Federal del Trabajo han sido sólo un esbozo o intento de una democracia, todo quedó al nivel de ilusión. En ese tiempo la secretaria de Trabajo Luisa María Alcalde (ahora Secretaria de Gobernación) por omisión, inexperiencia o consejo de su padre permitió que los grandes, medianos y hasta chicos charros sindicales permanecieran en sus representaciones; como muestra: si bien Romero Deschamps (del STPRM) se jubiló a petición de AMLO, quedó en su lugar Ricardo Aldana Prieto, pero nada cambió al interior ni exterior de la asociación.

  


Francisco Hernández Juárez Gilberto Muñoz Mosqueda Armando Neyra Chávez Ricardo Aldana Prieto


Se instituyó el voto electrónico en las elecciones, pero los charros sindicales exigieron a los miembros las impresiones de pantalla de la computadora al emitir su voto, se permitió y permite que los secretarios generales de los sindicatos participen para su reelección en condiciones diferentes y superiores a los opositores; ejemplo: los vigentes tienen la presencia, el poder de trámite y representación, asignación de ascensos y vacantes, gestión de préstamos, anticipos y otros beneficios; poseen el dinero de las cuotas para financiamiento de campañas, facilidades de logística y de comunicación con los trabajadores, permisos de admisión en centros de trabajo y otros más; ¿la oposición que tiene? sólo recursos propios, nada recibe de las arcas, no puede acceder a centros de trabajo, cubre con su dinero su logística y propaganda, el patrón les niega acceso a centros de trabajo para impedirles participar, otro caso: basta que diga el ejecutivo de su sindicato que está sancionado y no tiene ya ningún derecho, sin acusación, causa, juicio, ni derecho a defensa o saber quién lo acusa ni de qué; ya con eso, cualquier alegato de injusticia es nulificado. Esa es la realidad sindical y poco interés de los políticos por remediar semejante injusticia.

Falta mucho camino aún por andar en la 4T, al presidente le faltó tiempo, pero ha puesto unas bases enormes. Lo demás, los mexicanos tenemos que construirlo, el camino y cómo andarlo ya nos lo señalaron. Podemos empezar acabando con el cártel de la injusticia creado para beneficio de las mafias; que cambie la ley para que los jueces estén al servicio de la justicia y no del dinero, deben ser electos por el pueblo y no se elijan entre éllos porque ocasionan redes y entramados de corrupción. ¿Quién nombra a los jueces y magistrados? Los diputados y senadores; por eso cuando votemos el próximo 2024 analicemos adecuadamente a las personas que serán los que modifiquen las leyes. Si llegó al puesto comprando votos, éste a su vez será comprado para poner jueces corruptos y los ministros justicieros dejarán libres a los asesinos de los hijos que vendieron su voto. Cuando votes piensa: ¿será éste el que ponga un juez o un policía que dejará abierta la celda para que el ladrón, asesino, secuestrador, desaparecedor de personas o extorsionador salga libre?

Moises Zepeda Gómez./ Para Horizontes de Sayula


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