Semanario Horizontes

 Se intensifican los hundimientos en la zona centro de Sayula

No sólo no ceden los hundimientos en las calles de Sayula, sino que, se intensifican con la llegada del temporal de lluvias tal y como se ha estado advirtiendo desde hace varias semanas, sin que hasta el momento las autoridades municipales presenten algún plan emergente para atender este problema que tiene qué ver con el ya caduco sistema de distribución  de las redes, tanto del agua potable como la del drenaje que, en el mejor de los casos tiene una antigüedad de cuando menos 60 años, sino es que más.

Dichos socavones aparecen con mucha frecuencia por las calles del Centro Histórico y principales avenidas de la ciudad por la sencilla razón de que la red de distribución de agua y la de drenaje son muy antiguas y ya agotaron su vida útil. 

En opinión de Ramón Sánchez Anguiano, paisano y propietario de la empresa denominada "Suministros San-Bar", que desde hace 33 años  se dedica a la fabricación de conexiones y válvulas de bronce, hace varios años advirtió que, en muchas calles muy probablemente ya ni siquiera existen los tubos primarios que fueron colocados para el agua y drenaje ya que eran unas de acero o asbesto y otras de concreto por lo cual las fugas de ambas redes se están derivando a socavones que cada vez aumentarán de tamaño y peligrosidad y no tardaremos en ser testigos de lo mismo que hoy en día ocurre en muchas ciudades donde se abren gigantescos socavones  en los que caben vehículos completos de gran tamaño.

El titular anterior de Horizontes de: "Sayula se hunde", no se refiere a una simple metáfora o de una nota alarmista, las calles de Sayula se están hundiendo y se desploman los pavimentos a los pies de los ciudadanos convirtiéndose los socavones en una imagen ya cotidiana que retrata de cuerpo entero décadas, trienios y más trienios de gobiernos municipales  omisos y falta de inversión en obras de gran calado situación que lejos de alarmar este gran problema a las autoridades, parece haberse normalizado en su agenda cotidiana el tapar hoyos y más hoyos todos los días y dedicar su tiempo en gastar recursos en obras sin trascendencia para el pueblo de Sayula.

 Los ejemplos de obras tardías en ejecutarse son abundantes en Sayula, el caso del Kiosco que se esperó casi hasta su derrumbe para repárarlo resulta más que elocuente como lo son también algunos de nuestros emblemáticos portales que casi al punto del colapso apenas se repara uno de ellos en el Parián cuando son al menos otros dos, el Portal Allende y el Portal Guerrero que por igual al Mina y Morelos se encuentran en estado crítico.

Y mientras las autoridades municipales ya se preparan para el despilfarro en las fiestas de Usmajac invitando "gratis" a sus habitantes a escuchar a las onerosas bandas musicales que actuarán para el festejo, las calles de Sayula seguirán hundiéndose sin remedio porque la solución de fondo no es seguir "parchando" las calles, sino un plan hídrico y de recolección de aguas residuales de gran envergadura para, entonces sí, presumir que tenemos y somos dignos de tener un verdadero Pueblo Mágico. Que por hoy, este distintivo, le es completamente ajeno a Sayula.