Prevalece la incidencia delictiva.
Por Arturo Fernández Ramírez
En 2024, el 29.0 % de los hogares en México tuvo al menos a uno o una víctima de delito. 23.1 millones de personas de 18 años y más sufrieron algún ilícito. La tasa de prevalencia delictiva fue de 24,135 afectados por cada 100 mil habitantes. Los antisociales más frecuentes fueron el fraude, robo o asalto en calle o transporte público y la extorsión. El primero y el último en muchas ocasiones tienen cierta relación cuando se utiliza el engaño. La inseguridad pública prevalece en la mayor parte del país, con algunas salvedades donde se ha logrado una disminución. Es necesario que nuestras autoridades mejoren sus políticas públicas para garantizar la paz social a la que tenemos derecho.
Lo anterior de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2025. Publicada el pasado 18 de septiembre por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Que contiene información sobre la victimización delictiva durante 2024, la percepción respecto a la seguridad pública y el desempeño de las autoridades.
Al comparar con 2023, en 2024 la tasa de prevalencia disminuyó en 7 entidades federativas, aumentó en otras 7 y se mantuvo sin cambios en 18. La incidencia delictiva más alta se registró en el estado de México, con 34,851; Ciudad de México, con 30,804; y, Tlaxcala, con 30,498. En cambio, la menor se presentó en Chiapas, con 15,576; Tamaulipas, con 16,537; y Michoacán de Ocampo, con 16,572.
El fraude fue el delito más frecuente, con una tasa de 7,574 por cada 100 mil habitantes. Le siguió el robo o asalto en calle o transporte público, con 6,003; y después la extorsión, con 5,971. En muchas ocasiones el primero y este último suelen tener cierta relación cuando se utiliza el engaño. Haciendo creer a las víctimas una situación falsa y equivocada como si fuera verdadera. Y así logran obtener un lucro indebido afectando el patrimonio de las personas. De ahí que, si sumamos ambos ilícitos, veremos que es un índice muy alto.
Las mujeres fueron las más vulneradas en cuanto a delitos sexuales (hostigamiento o intimidación sexual, manoseo, exhibicionismo, intento de y violación consumada), con una tasa de incidencia de 4,160 delitos por cada 100 mil habitantes. Mientras que entre los hombres fue de 546 por la misma cantidad de población. Se contabilizaron ocho ilícitos de este tipo en contra de las damas, por cada antisocial de los caballeros.
Como podemos ver, la inseguridad pública prevalece en casi todo el país, con 18 entidades que se mantienen sin avance, tan solo 7 a la baja y otro número igual en aumento. Lo que hace necesario que nuestras autoridades dediquen mayor presupuesto, pero, sobre todo, que trabajen más en la prevención, en las causas de la delincuencia. Para que en el mediano y largo plazo puedan lograrse mejores resultados. De lo contrario, si únicamente se actúa en la reacción, las cosas irán creciendo como hasta ahora.

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