martes, 21 de abril de 2009



La Carreta y los Bueyes

Por Rodrigo Sánchez Sosa

El Carretero…
Hola a todos los amigos lectores de esta columna semanal. Thomas S. Kun, historiador que propuso la teoría de los paradigmas en la ciencia, para explicar cómo avanzaba esta, decía que los paradigmas terminan por imponerse cuando muere el último científico influyente del paradigma anterior. Es decir, aquellos formados en el paradigma superado, nunca aceptan del todo las nuevas ideas que implican los nuevos conceptos. Dado que esto supone una ruptura, un salto en la evolución de la ciencia, es en un nuevo contexto que se entiende todo referente de la realidad incluidas las teorías ya establecidas, de otro modo habría que empezar de nuevo. Así, la física de Newton y la teoría de la relatividad, son un caso especial de la teoría cuántica, pero que forman un todo con esta: la nueva concepción de la realidad en la física. Ni Newton hubiese aceptado la relatividad, ni Einstein aceptó los postulados cuánticos, según documenta la historia de la ciencia en este último caso. Por qué esto viene al caso, qué trato de decir. Bueno, mire, un paradigma está formado por la totalidad de valores, ideas y conceptos que forman un discurso que le da sentido a la realidad inmediata. En base a estos, los paradigmas, se organizan sistemas de gobierno, políticas, religiones, economías, modelos éticos y educativos, incluso tendencias estéticas; el hombre de acuerdo a la época, es producto de los paradigmas. El hombre de la edad media, el hombre del renacimiento y el hombre moderno, son ejemplos a los que se podría recurrir someramente para ilustrar lo anterior. Si bien la edad media y el renacimiento, no han desaparecido por completo del entorno moderno (por ejemplo el pensamiento medieval representado por la iglesia católica o el renacentista en la astrología), es la modernidad con todo su peso la que rige nuestras vidas como hombres modernos, nadie toma en serio o por lo menos se ve limitante el que la iglesia sea cabeza de un estado o que se la astrología la que pronostiqué el clima o las fluctuaciones en la economía. Habrá quién prefiera ser gobernado por la iglesia o quién consulte hoy en día el horóscopo en vez de un satélite por Internet para saber las condiciones climáticas del fin de semana, pero definitivamente el mundo actualmente responde a un paradigma que no tiene que ver con un totalitarismo teológico ni con especulaciones neoclásicas. ¿Pero qué pasa cuando este paradigma moderno no responde, falla? Bueno, pasa lo que está pasando hoy, una crisis generalizada, en la economía, en la política, en los valores, en lo social, en lo cultural, en lo existencial…el sistema colapsa, llega a absurdos. Para entender regresemos a la ciencia: cuando el sistema newtoniano, fue aplicado a casos extraordinarios, como lo fue las orbitas de algunos satélites del sistema solar, falló, se hizo trampa para mantener el modelo intacto, pero eso implicó un efecto domino en la totalidad de cálculos que hizo colapsar a la física clásica o por lo menos a poner limitantes a su dominio de la realidad: la física de Newton fallaba a grandes velocidades y grandes distancias. Surgió la física de Einstein que resolvió con nuevos conceptos las fallas de la física clásica, pero nos solo eso, sino que creó un nuevo sistema, con sus propias reglas, donde Newton cada vez tenía menos que decir. Más no por mucho tiempo, antes de la muerte de Einstein, surgieron contradicciones en los cálculos de la teoría de la relatividad que llevaban a absurdos: en el mundo subatómico, la materia no se comportaba como esperaba la teoría de la relatividad. Einstein nunca lo acepto, sus discusiones con científicos del campo cuántico son famosas, sobre todo porque sus argumentos terminaron por ser incompatibles con sus propios postulados, su sistema se colapso (para saber más, lea el libro "los creadores de la nueva física" del FCE). Por su puesto que el colapso de una teoría física tiene mucho menos relevancia que el colapso de un sistema económico, político o social, para el hombre común. Lo grave de la crisis de paradigma que vivimos como humanidad, es que tiene consecuencias devastadoras para la mayoría de los habitantes de esta tierra: El colapso ecológico y la crisis financiera mundial, que podrían derivar en pandemias globales y hambrunas. Por ello trataré de analizar qué es lo que pasa al interior de ese colapso, en este breve espacio…
Ecología Profunda…
"Esta escuela fue fundad por el filósofo noruego Arne Naess a principio de los setenta, el termino "Profunda" pretende distinguirla de la ecología superficial, practicada por muchas organizaciones civiles hoy en día, como "Green peace". La ecología superficial es antropocéntrica, es decir, está centrada en el ser humano, ve a este por encima o aparte de la naturaleza, tan es así que cree que la puede salvar, cómo cuando alguien se ahoga y alguien más lo ve desde fuera del agua. La ecología profunda, no ve al ser humano (ni a ninguna otra cosa) como fuera del entorno natural. Ve al mundo, no como una colección de objetos aislados, sino como una red de fenómenos fundamentalmente interconectados e interdependientes. Arne Naess ha caracterizado la ecología profunda como la esencia de un cambio de paradigma; se busca plantear a los problemas ecológicos cuestionamientos más profundos, poniendo en entre dicho cada aspecto del viejo paradigma. La ecología profunda plantea fuertes críticas a los fundamentos de nuestra moderna, científica, industrial, desarrollista y materialista visión del mundo y manera de vivir, desde una perspectiva ecológica, desde la perspectiva de nuestra relación con los demás y con las generaciones venideras. A la ecología profunda se suman dos corrientes filosóficas de la ecología, complementándola: la ecología social y la ecología feministas. Mientras la ecología profunda aporta el sentido espiritual de la interconexión de todo lo existente, la ecología social aporta las reflexiones sobre las características culturales y los patrones de organización social que han llevado al mundo a la actual crisis ecológica. Por su lado el ecofeminismo podría ser considerado como parte de la ecología social, sin embargo tiene una variante que la hace complementaria: señala que la explotación de la naturaleza ha ido de la mano de la explotación de la mujer en sus variadas formas de jerarquía, militarismo, capitalismo e industrialización. La dominación patriarcal del hombre sobre la mujer como prototipo de toda explotación y dominación. La antigua asociación entre mujer y naturaleza vincula la historia de la mujer con la del medio ambiente y el origen de la afinidad entre feminismo y ecología. El ecofeminismo ve el conocimiento vivencial femenino como la principal fuente para una visión ecológica de la realidad." ("La trama de la vida" Fritjof Capra). Así pues, al leer lo anterior nos identificamos con la critica al pensamiento moderno desde la ecología, sin embargo, la cuestión ecológica de la que ya todos en mayor o menor grado hemos tomado conciencia actualmente, sigue siendo superficial, no nos parece que la corrupción en el gobierno tenga que ver con lo ecológico, tampoco que la falta de valores y la perdida de la espiritualidad estén vinculados a la ecología o que el machismo sea también una cuestión ecológica, y sin embargo, así es…
Ecolpolítica o apolítica…
Una de las características de la modernidad es su pensamiento mecanicista, insiste este discurso en que la suma de las partes es igual al todo, así se reduce a su mínima parte al hombre, a la naturaleza para comprenderlos, sin embargo solo se topan con contradicciones. No se puede reducir a un gene o a una proteína el amor, la amistad o el odio. No se puede reducir a una sub partícula atómica la materia; el acelerador de partículas que se construye en europea no podrá encontrar el origen del universo en la parte más pequeña de la materia simplemente porque la materia es más que la sumas de sus partes, como el universo, la naturaleza, como el hombre. De la relación entre las partículas, sus estados estacionarios de equilibrio y su red de interconexiones, surge la materia en sus diversas manifestaciones. De relaciones análogas de genes, sistemas, órganos, medio físico y cultural surge el hombre, este no es un código de computadora insertado en un gen, es más complicado que eso. En lo social, implícito lo político, el hombre es más que una parte de lo social, pero también no es un ente aislado de los demás. Las doctrinas de izquierda y derecha de la política han errado en eso, en considerarlo, al hombre, en los extremos, en su visión, ambas, mecanicista de la realidad. El individuo es él y la especie al mismo tiempo. Cuando la derecha proclamo los derechos individuales para cada particular e insistió hasta las últimas consecuencias en ello, perdió de vista que el individuo es un ser social por naturaleza, que su felicidad no se puede dar al margen de sus iguales, menos aún a costa de ellos. Las consecuencias: la ambición desmedida, acumulación de riqueza a grados insultantes y ridículos; la corrupción, el racismo, el crimen, el hambre, la explotación del hombre por el hombre y la naturaleza para satisfacer el individualismo consumista frívolo, indolente, indiferente al sufrimiento ajeno. Sin embargo, su producto es una falsa felicidad, un hueco que no llena el lujo ni la comodidad, que da el dios dinero. Por otro lado, las doctrinas de izquierda totalitarias pierden de vista que el ser humano es un ente individual y colectivo al mismo tiempo, que al suprimir su individualidad la espontaneidad de los colectivos se pierde también y con ello la capacidad de generar felicidad colectiva e individual. El deber que suprime la motivación hace de la vida en común algo insufrible. El individuo con su individualidad le da sentido al colectivo, el colectivo es más que la suma de los que lo forman, ese "más" lo aporta la individualidad. Ambas corrientes políticas han demostrado su incapacidad para generar felicidad al hombre: En 1991 colapso la URSSS y con ello todo un sistema. Diez años después colapsó EUA y hoy vemos como su otrora invencible sistema económico se desmorona. El encontrar un equilibrio entre el individuo y el colectivo es el reto de una nueva corriente (o contra corriente) de la política, la ecopolítica (definitivamente nada que ver con el PVEM; ¡huácala!), nuevo paradigma que se tarda en llegar porque no nos decidimos a abandonar nuestras antiguas formas y conductas, nuestras falsas ideas de la realidad, pero sobre todo porque el poder lo siguen teniendo las personas equivocadas: los anacrónicos e ignorantes líderes del viejo paradigma. El tiempo es corto y el colapso inminente, ecología no es solamente separar residuos y salvar tortugas. ¿Hace falta pos data? Ahí se ven….

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