Semanario Horizontes

Editorial
"Derrotas amargas"
De las derrotas más amargas que sufrieron los partidos en Sayula y sus respectivos candidatos, sin duda se cuenta en primer lugar la que sufrieron este 5 de julio los del Partido del Trabajo, quienes otra vez al parecer jugaron mal sus cartas en la contienda electoral pasada apostando a las añejas costumbres de la descalificación y luego, según critican algunos de sus propios seguidores, creerse ganadores de las elecciones sin tener el "pajaro en la mano" como reza el conocido refrán.
Diversos comentarios, ecos de los resultados del domingo 5 de julio, se centran en que al Partido del Trabajo le pasó algo parecido sino es que igual a lo que el mismo partido atravesó en las elecciones del año 2000, cuando su entonces candidato Fernando Valencia, perdió las elecciones frente al PRI no obstante contar antes de la contienda con un capital político bastante importante mismo que fue de alguna manera desperdiciado por diversas circunstancias.
Fernando Valencia era en las elecciones del año 2000 sin duda el candidato a vencer, contaba en toda la ciudad con un importante apoyo de diversos sectores de la población, ningún candidato en ese momento previo a las elecciones se sentía en laz cabecera municipal más fuerte que el candidato petista. Y en efecto, era el que sonaba más para la alcaldía. Pero qué sucedió..?. De repente, quizá por errores estratégicos de campaña la popularidad de Valencia se fue desplomando hasta caer a un segundo sitio tal y como quedó en los resultados finales de la elección por abajo del PRI ganador. En las pasadas elecciones de este 2009, algo muy similar aconteció, se comenta, con Amilcar Morales, quien desde hacía rato había empezado su campaña otorgando apoyos por todos lados a mucha gente, instituciones y demás logrando capturar un buen capital político ya que mucho se comentaba en la poblaciòn el apoyo popular que habías estado logrando el candidato petista, lo mismo en Sayula como en Usmajac. Pero igual nos preguntamos ahora, ¿qué pasó..?. Una derrota sin duda amarga que se espera mueva a la reflexión a los partidos que ante todo deben ser humildes en las contiendas. Seguiremos comentando en próximas entregas las derrotas amargas de los demás partidos no favorecidos con el voto mayoritario.