lunes, 23 de noviembre de 2009


La Academia, porquería de programa que emboba a la gente

Hugo Rodríguez Vázquez

La verdad no se entiende cómo la gente prefiere ver esas porquerías de programas en la televisiòn. No se enoje, amable lector, no vale la pena, todo eso está planeado. Cada lagrima, cada grito, cada debate, cada tragedia familiar que presentan en este bodrio de programa, es meticulosamente ensayada.

No existe frontera entre la inmoralidad y la moralidad en la televisión. No importan los valores ni la calidad del programa. Tampoco es importante la calidad o talento de los sujetos que se prestan a esos circos. Aunque el "artista" cante pa'l perro, si los productores detectan que es popular y arrastra votos, se quedará lo suficiente para exprimir los bolsillos del "respetable". En pocas semanas se le pedirá al publico que vote para que regrese y ¿Qué creen ustedes?… este individuo regresará y en el momento que ya no sea útil, la televisora lo tirara como papel sanitario. Claro, para eso ya habrán exprimido ese evento lo suficiente como para saltar a otro evento más dramático, como por ejemplo una paternidad que algún concursante no sabía, o una enfermedad "rara" de otro concursante pero, recuérdenlo, siempre habrá muchas lágrimas en estos eventos. Todas son lágrimas falsas, bien ensayadas. ¡Esa es la porquería de educación que se le está dando a la juventud en horario estelar! Hagan un favor a México apagando su televisor o prohibiendo que sus hijos vean este tipo de programas.
Programas como La Academia solo contribuyen a la degradación de los valores, eso es verdad, pero aun así, la gente lejos de apagar la televisión seguirá avalando estas actitudes racistas, la gente en nuestro país se ha vuelto morbosa y adicta a estos espectáculos grotescos. En este caso, no tiene la culpa la televisora, sino quien la sintoniza.
La verdad, no sorprende que TV Azteca o Televisa tengan este tipo de programas, es lamentable que existan televisoras como las antes mencionadas obstinadas en cambiar los valores de la sociedad, en edificar ídolos de barro, en lavar cerebros al estilo López-Dóriga con noticias tendenciosas, engañosas, auténticos monos de ventílocuo al servicio de quien los maneja. Televisoras empeñadas en mentir a la gente, en estafarla promoviendo productos milagrosos, programas de brujos, magos, merolicos y chismes como el de Paty Chapoy. La naquez total, sin duda, en donde el dios futbol enajena a las grandes multitudes y las nalgas de Alejandra Guzmán son más importantes para las televisoras que los grandes problemas nacionales como la crisis, el desempleo y la liquidación infame de 45 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, ignomina total del “presidente del empleo”. Mientras algunos estùpidos se desviven por criticar los zapatos tenis que calza el hijo de Lòpez Obrador, callan miserable y cobardemente cuando atracan al país todos los empresarios y políticos corruptos que igualmente tienen nombre y apellido. Por eso en México estamos como estamos, con esta clase de circo que nos recetan las televisoras, la enajenaciòn y el sojuzgamiento será total hacia las grandes masas. Y todo no termina ahí, espèrese tantito, amigo lector, ya casi llega, ya está a la vuelta dela esquina, otra lavada de cerebro gigantesca para todos los mexicanos, ya viene el “Robatón”. El recurso estelar de Televisa para disfrazar los impuestos que no paga, mediante la cínica y cobarde actitud de provocar lástima en el público exhibiendo lastimosamente a los niños discapacitados para obtener del público las dádivas necesarias para edificar los CRIT. Con una milésima parte de los muchos miles de millones de pesos que no paga de impuestos al país, Televisa no necesitaría del Robatón. No se lo crea, el dinero del Teletón, no es para los niños, es para que Televisa disfrace el pago de sus propios impuestos. Si usted quiere contribuir a engrosar la cartera de Azcárraga y compañía, allá usted.

1 comentario:

  1. Efectivamente Sr.Vázquez,es ello la inmundicia de los medios masivos de TV. Pero creo que no es "estupidez" de nadie criticar el costo del calzado del hombre más "austero" de México.

    En lo que resumo yo el teatro de la antipolítica mexicana es en aquello que escribe Gabriel García Márquez en Cien Años de Soledad, cuando plantea el coronel Aureliano Buendía la diferencia entre liberales y conservadores:

    “La única diferencia actual entre liberales y conservadores es que los liberales van a misa de cinco y los conservadores a misa de ocho” (255).

    De igual forma, en México es cuasi idéntico, la diferencia entre los bloques componentes de la partidocracia, es tristemente esa misma.

    Con un saludo,

    Monterrey, Nuevo León, México
    15:37

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