Peligrosa oferta y demanda en el mercado local de la belleza
Por: Rodrigo Sánchez Sosa
Ante el incremento en la demanda de cirugías estéticas, producto de la explotación comercial de imágenes y estereotipos de belleza prácticamente inalcanzables, por lo falso de las mismas, creadas a través de técnicas de computadora como el foto shop, es decir la corrección de rasgos no deseados y la creación de equilibrios geométricos que no existen naturalmente en el cuerpo humano, así como la explotación del miedo natural al envejecimiento; la oferta en el municipio y la región de tratamientos tanto quirúrgicos como "Naturales" que prometen tanto la belleza estereotipada como la eterna juventud, no se ha hecho esperar: clínicas de belleza, así como clínicas médicas ofrecen tratamientos que van de la cirugía al láser, pasando por terapias con yerbas, cremas y geles, en establecimientos tanto en el municipio como en la región. El problema principal es que en el caso de las clínicas de belleza citadas, no existen normas que protejan al cliente contra un fraude o peor aún contra el daño que a su salud pudiesen causar los productos allí utilizados. En el caso de las clínicas medicas que ofrecen tratamiento y cirugía estética, la certificación de los médicos, no siempre es confiable como se comprobó después del Famoso caso de Alejandra Guzmán. Recientemente el congreso de la unión aprobó nuevas disposiciones para otorgar el aval legal a médicos que practiquen este tipo de cirugías y tratamientos estéticos. Aún no es publicado en el diario oficial de la federación por lo que la desconfianza para con los galenos que ofrecen sus servicios en materia de estética, es totalmente justificada. Se debe tener cuidado ya que el posible daño a la salud implica necesariamente un daño a la economía del paciente pues el costo de estos tratamientos es alto, y el costo de una recuperación de una mala practica también lo es. Si es que no termina con la muerte del paciente. Tenga usted cuidado con las clínicas de cualquier tipo que ofrecen estos servicios, no se quede con el dicho de quienes los ofertan, compruebe que están certificados debidamente.
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