viernes, 18 de junio de 2010


  La Carreta y los Bueyes....

Por Rodrigo Sánchez Sosa

El carretero…

Estimados y finos lectores de esta columna semanal. Antes que nada, quisiera pedirles una sentida disculpa por la negligencia y descuido al redactar estas líneas, que muchas veces por las prisas y otras por cansancio (me he quedado dormido mientras las escribo), terminó por hacer de la presente una experiencia desagradable para el lector, en cuanto a ortografía y sintaxis. Aún así, las buenas personas que me leen, me felicitan y comentan mis opiniones aquí vertidas cada vez que tenemos la oportunidad de vernos; no pocos, me señalan estas fallas y descuidos, lo cual agradezco sobre manera, de forma amable y respetuosa. Por ello creo que debo esta disculpa a mis poquísimos, pero fieles lectores. No es para menos ya que la entrega pasada de la presente, una vez que la leí impresa, me dio mucha pena: llena de cacofonías y redundancias, aparte de las faltas ortográficas, errores de dedo y fallas en sintaxis. La profesionalización del oficio de escribir, requiere pues, superar todo esto, espero que las próximas entregas de la Carreta y Los Bueyes, sean del mejor agrado del lector…
El reduccionismo patético de un nacionalismo con base en el futbol…
Algunos estudios recientes en el campo de la sociología, colocan al futbol como substituto de la religión en la actualidad. Una religión secular del post modernismo. Se dice en este ámbito que, ante la perdida de su papel en las sociedades actuales cada vez más seculares, las religiones tradicionales han quedado limitadas en su poder de coerción de masas, por ello están cada vez más al margen del devenir histórico contemporáneo. Al menos para occidente este punto de vista parece válido. Aunque por otro lado, entre las minorías y las sociedades marginales, el fundamentalismo religioso está definiendo las cosas, es así en los países árabes, por ejemplo. Para nuestro caso, el futbol como método de control, explotación y enajenación de las masas es un éxito rotundo. Es patético porque, como lo señaló en un comentario, el polémico José Ramón Fernández, periodista y cronista de este deporte: "se levanta una enorme expectación con respecto a nuestra selección cada cuatro años, y los resultados son los mismos". Cuáles: ganancias económicas para quienes son dueños de la franquicia, un respiro en la presión social que soporta el gobierno debido a su podredumbre y cinismo, y un identificarnos comprometedoramente con una imagen caricaturesca de nuestra realidad: el "si se puede" el "ya se pudo", falso triunfalismo de un mundo que se sabe sometido y en no lo acepta, y peor aún lo evade, ante lo contundente de su impotencia y frustración, quitando del verbo "poder" su esencia volitiva para reducirlo a un simple deseo inseguro del pragmatismo inmediato en la psiquis colectiva. Es decir, al final sucede como con las promesas de cambio en México: la gente se queda en una amarga frustración e impotencia (perdón por la redundancia pero, hay gente que se hace bolas con mi lenguaje de sofista…) El destino de la nación no está en once pares de zapatos para futbol, calzados por mimados estrellitas del márquetin mediático. Ciertamente, en el mundo, este deporte es un fenómeno de masa impresionante, pero no se le puede apostar todo como lo estamos haciendo los mexicanos, menos cuando sabemos que en nuestro futbol, como en la economía y la política, lo determinante es la corrupción. "Le ganamos" a Italia, campeón del mundo, y casi "perdimos" con Sud África, quizá el peor equipo de ese continente, sino de los más flojos ¿no es patético? Que Calderón asistiera al partido solo me hace pensar en el cinismo autoritario de un Pinochet o un Franco, no porque este hombre este a la altura de estos monstruos, sino por que es patético simplemente, como ellos, en su exhibicionismo. Si queremos reducir el país al futbol, está bien, pero veamos la realidad y pongámonos en perspectiva: México no será campeón del mundo, estará en la media, tirándole a malo; esa es nuestra realidad, no nos dejemos engañar por los medios; que le ganó a Italia, sí, pero veamos el contexto del triunfo, ¿a quién realmente le importó en el mudo? Digo, nadie se puso a temblar por eso, me refiero a sus rivales. Son partidos de exhibición, sin mucha importancia, más que nada por el billete. Italia se alquila, hasta se deja ganar (ya los vera si se topan con el campeón en la copa del mundo). No nos evadamos, la selección es un reflejo del poder, del sistema, del país: patética. Con buenos elementos, pero inconscientes, enajenados y particularmente apáticos a la realidad, con una mafia que los manipula y explota, a la cual le reconocen una autoridad que no merece; esta mafia contiene en su seno al cáncer social, el crimen organizado, coludido con corporaciones, nacionales y extranjeras; e interese políticos, ahí está el caso Cabañas, un espejo de lo que sucede en todo en la nación. Si el destino del país depende del futbol, que jodidos estamos, me cae…pero como dijo Saramago: "El futbol es la única religión que no tiene ateos", y cómo podría tenerlos, pregunto yo…
La auto censura, el poder fáctico, la violencia, Calderón y Rivas…
No me gusta decirlo, pero, se los dije. El viernes 11 de junio fue el día más violento de lo que va del sexenio de Calderón, al menos hasta el día de hoy 15 de junio que escribo esto. 74 ejecuciones en 9 estados de la república. Al día siguiente, sábado 12, la gasolina y el diesel subieron de precio, como lo harán el día de la clausura del mundial y cada mes durante el año; pero ni este ni el aumento que viene, se sentirán, el mundial nos mantendrá distraídos. El domingo 13, Felipe Calderón publica en la prensa nacional, un desplegado donde defiende torpemente su estrategia contra el crimen organizado. Plagado de falacias (argumentos lógicamente incorrectos pero psicológicamente persuasivos), el desplegado redactado en tono de titular de un estado fallido, reconoce que los niveles de violencia en el país están fuera control; culpa de ello a la demanda del primer consumidor de estupefacientes en el mundo, nuestro vecino del norte. Así mismo señala a las luchas internas por el control de plazas, entre las bandas del crimen organizado que buscan consolidarse, como culpables de la desintegración del tejido social y la violencia de la que es victima el ciudadano común. Critica a aquellos que desean que su gobierno se retire de la lucha contra el crimen organizado, pues dice se acusa al estado de culpas que son de los delincuentes. Califica como la única y mejor opción que tiene México para enfrentar el fenómeno del crimen organizado, a su política de seguridad y su decretada lucha contra el narco. De acuerdo a analistas de talla internacional, como Eduardo Buscaglia, tal postura es una torpeza que pone en evidencia al estado mexicano que busca más el golpe mediato para justificar sus acciones violentas que ponen en riesgo el país, que el verdadero combate al crimen en México. Cita Buscaglia la convención de Palermo de la ONU, que provee directrices a las democracias del mundo, de cómo enfrentar eficientemente al crimen organizado, de las cuales México o más bien el gobierno de Calderón se ha negado a implementar, en cambio utiliza técnicas que se usan en países de África dónde la regla es, ineptitud gubernamental, estado fallido y amenaza constante de guerra civil. No se le pide al estado mexicano que abandone la lucha contra el narco, dice Buscaglia, experto internacional asesor de la ONU en temas de seguridad y crimen organizado, si no que abandone su actual política que pone en riesgo la paz social en México y se ajuste a la convención de Palermo que aconseja el ataque del frente financiero de las agrupaciones delictivas, el control político y económico al interior de estado, para evitar la infiltración. Lo que significa una lucha frontal contra la corrupción, y la depuración del gabinete, en especial de aquello funcionarios ineptos, cuyos resultados son nulos. Pone de ejemplo a García Luna titular de seguridad nacional, ex titular de la desaparecida y fallida AFI, que con diez años en este ámbito no ha tenido resultados, por el contrario, los crímenes ha aumentado. Si el gobierno espera que la guerra entre cárteles, termine, dejando a un ganador con el cual negociar, como parece ser, dice Buscaglia, el país está frente a un peligro importante, porque eso no pasará. Al no reconocer, Calderón, que el estado mexicano, es uno de los más corruptos en el planeta, y limitarse a culpar al tráfico y consumo de drogas de la violencia en el país, cae, dice Buscaglia, en el síndrome del alcohólico que culpa a quienes hacen y venden el vino, de su alcoholismo. El desplegado ciertamente no toca el tema de la corrupción. Finalmente, afirma categóricamente que las medidas implementadas por hacienda en cuanto a la transacción con dólares en los bancos de México, son injustas para los mexicanos que pagan parejo por algo que no han hecho; pero peor aún, esta medida no están dentro de las técnicas financieras reconocidas en el mundo para evitar el lavado de dinero (acto que califica el experto de vacilada). Buscaglia, lamenta la descomposición del estado mexicano y su vulnerabilidad, evidenciada en reciente enfrentamiento entre la PGR y la marina armada de México, en cuanto a los explosivos encontrados por la segunda en DF, que desmintió la PGR. Si el crimen organizado es una empresa, debe seguirse los protocolos que los estados actuales siguen para intervenir a una empresa que atenta contra la sociedad: auditorias, clausuras, decomisos, congelamiento de cuentas, como se hace en otros países con mejores resultados que los que reporta la guerra sangrienta del régimen mexicano, opina Buscaglia. Como se puede leer no hago más que trascribir una entrevista de Buscaglia con Aristegui en TV, el pasado martes. Mi opinión me la reservo, por ser, el externarla, para el caso, deporte extremo en México. ¿Que si es auto censura? ¡¡Por supuesto!!…esto lo dijo Buscaglia, no yo. Mientras Buscaglia sigue comentando con Aristegui, de la complicidad de empresas nacionales y transnacionales con el crimen organizado, señaladas por la justicia de otros países al estado mexicano, como sospechosas, sin que éste haga nada al respecto, por cuestión de imagen del país, cuando lo que se juega es el futuro. Y agrega que monopolios y oligopolios, que son quienes representan el poder fáctico en México, son pasados por alto en su responsabilidad, y por si fuera poco remunerados y estimulados por las políticas económicas del gobierno a cambio del financiamiento de campañas políticas y fraudes. Yo pienso en Rivas, sí, en nuestro eminente, ¿así se escribe, don "benjas"? presidente municipal: Su estrategia de seguridad tan torpe como la de Calderón, pero éste no da explicaciones mediante desplegados de lo que hace, a nadie, ni a "benjas" ni a "suny". ¿En qué estudio se sustenta el horario restringido de giros ídem? La gente en la calle bebiendo después de las once de la noche, viernes, sábado y domingo, es una bomba de tiempo por lo que se vive en el país. La vida nocturna, que empieza a tomar perfil en el municipio, no se cancela por decreto, pueden cerrar los bares y discos, pero no la boca y el deseo de fiesta de los muchachos. En calles, brechas y carreteras del municipio, la vida de esta gente corre riesgos que no le importan ni desvelan a Rivas, que como Calderón viven otra realidad dentro de sus esferitas de cristal. Va el pulgar señalando al piso, de color rojo, de la Campaña ciudadana: "El Poder me da Vergüenza", para el Lic. Calderón y el Tnt Corn Ret Samuel Rivas, en hora buena…ahí se ven.
PD "La reencarnación se justifica en lo injusto de la existencia y lo corta que es la vida. Nunca alcanza la vida para una nueva oportunidad; pero al menos coincidimos, lo importante fue coincidir…" Apuntes para una rola.

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