Semanario Horizontes

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Por Arturo Fernández Ramírez

El riesgo de la propagación del dengue

Desde hace algunas semanas en nuestro municipio ha sido palpable el riesgo del dengue debido a la gran cantidad de mosquitos que por doquier se están reproduciendo.
 Es común en el temporal de lluvias la propagación del virus a causa de que el agua queda estancada en muchos lugares y ahí los mosquitos se logran reproducir.
 Pero tomando en consideración que el dengue puede llegar a causar la muerte, es más que suficiente para que se tomen medidas efectivas y se visualice el problema en su justa dimensión.
 Se dice que existen dos tipos de dengue, el clásico y el hemorrágico, este último es el mortal, aunque por supuesto, si se descuida el primero se corre el riesgo de evolucionar la enfermedad al segundo.
 Ahora bien, las autoridades sanitarias deben llevar a cabo las acciones preventivas suficientes para evitar que se propague el virus, es su obligación hacerlo. Hasta el momento se ha implementado una campaña de fumigación y actividades de difusión.
 Sin embargo, la prevención no solo recae o debe ser de parte de las autoridades sino también de toda la población en general.
 En efecto, el combate al dengue es responsabilidad de todos, autoridades y ciudadanía, quizá más de esta última si tomamos en cuenta que los estanques de agua en su mayoría se dan en los hogares.
 Por lo tanto, es responsabilidad de los ciudadanos emprender acciones preventivas, tales como tirar los cacharros, tapar los aljibes y tinacos, voltear los recipientes útiles en los que se pueda estancar agua limpia, tener un patio barrido sin papeles, polvo, bolsas, latas, tapas en el suelo ni heces fecales, también debemos desyerbar para no tener maleza y en general tener todo ordenado para que no se acumule agua.
 Si todos cumplimos con estas labores mínimas en nuestros hogares, podemos tener la seguridad de que el riesgo de la reproducción del mosquito y por ende de la propagación de su virus disminuirá considerablemente.
Es cierto que también en los lugares públicos se almacena agua y por lo tanto se corre el de que se conviertan en auténticos criaderos del mosquito, pero no creo que sean los más, considero que los miles de hogares en su conjunto representan un mayor riesgo que los diversos lugares públicos.
Además, identificando los lugares públicos de riesgo, es más fácil para la autoridad combatirlos, pero en las casas resulta todavía más difícil y complejo porque necesariamente se requiere la colaboración de quienes los habitan.
Ciertamente en este semanario de Horizontes se publicó una nota en el sentido de que el Panteón Municipal representaba el mayor centro de riesgo para el dengue por ser ahí donde más se reproducían.
Pero con todo y eso, considero que las medidas preventivas en los hogares ayudarían en forma considerable a evitar el dengue y su propagación.
En conclusión, como dice la frase ya popular "prevenir el dengue de todos depende", ya que es tarea de todos. Tanto autoridades como ciudadanos debemos asumir con alto sentido de responsabilidad el combate al dengue, hay indicios claros de que puede propagarse esta enfermedad afectando a miles de personas sin importar su edad, pero siento que estamos a tiempo de evitar una propagación mayor. Ojala que así lo entendamos y que todos nos sumemos al esfuerzo para evitar lamentaciones futuras, finalmente, todos estamos expuestos a contraer esta enfermedad que como dijimos, es mortal. Sugerencias y comentarios al correo electrónico arturferam@hotmail.com