Semanario Horizontes

La Mano del Metate

Por Hugo Rodríguez Vázquez

Por favor que alguien pare a tanto naco con ruedas....

No le ha tocado amigo lector, toparse en la calle con automovilistas que llevan el estereo a todo volúmen con su música naca, los más. Es un verdadero fastidio, estará de acuerdo conmigo. No y viera usted, estos nacos hasta se sienten soñados, como que se regpordean en su pésimo mal gusto en la música y quizá hasta pretendan presumirla a todos. Qué ridículos, lo más que logran es evidenciar su ignorancia y, lo repetimo, su pésimo mal gusto, ya que no salen de las cancioncitas de Velentín Elizalde (para llorar), los corridos de narcos como si fueran de presumir y otros que berrean antes que cantar pero que a los nacos con ruedas les encantan. Vaya fastidio tener qué soportar a quienes pasan por la calle con el estereo a todo volumen que hace vibrar las ventanas de las casas como si se fueran a caer, en una molestia que el público en general no tiene por qué soportar. Salga a la calle, amigo lector, al momento que le pase un naco de estos y miéntele la madre cuando menos en el mejor de los casos que, en el peor, aviéntele una piedra al parabrisas o al menos un baldazo de agua a ver si con protestas directas como éstas dejan de hacer sus payasadas y que se vayan con su música a otra parte. Las autoridades tienen la obligación de intervenir en este y otros casos de contaminación que afectan a la gente, pero no hacen nada, así que la ciudadanía tiene pues qué empezar a organizarse como ya lo hacen en otras partes del país cuando hay ausencia notable de autoridad o cuando las mismas valen para siete ch....
Y hablando de contaminación.....
Qué tal la “cohetiza” con que nos despiertan todas las mañanas y que por las noches es todo un sufrir en las fiestas de San Miguel, y antes fueron las del niño quien sabe quien las del niño tal por cual, antes las del barrio La Asenciòn y así todo el año, de más está decir que ya vienen las fiestas de San Lucas, a temblar todo mundo con los “cuetes”, donde más fuerte se escuchan no se si por que sea el barrio de los “cueteros” y les pongan más pólvora o por la resonancia de la zona, lo cierto es que el barrio se pone a temblar por el fastidio de la quema de “cuetes” en ese barrio que, la verdad sea dicha, es todo un martirio y una forma por demás estúpida de, literalmente, quemar el dinero. En otros tipos de contaminaciòn, tiene razón Federico Estrada y Valera en su comentario de la semana pasada, nos invade la contaminaciòn del ruido todo el día en nuestras calles con todos los vendedores que pasan.