viernes, 14 de enero de 2011


Temas de Interés

Por Arturo Fernández Ramírez

Atrás las fiestas decembrinas al frente la cuesta de enero

Ahora sí ya quedaron atrás las fiestas decembrinas que se caracterizan por las convivencias familiares y entre amigos, por los regalos, a veces por ciertos excesos en el alcohol, también por la religiosidad.
Pero algo que sin lugar a dudas queda después de estas fiestas es una precaria situación económica en la inmensa mayoría.
Y dicha situación se agrava con el pago que se tiene que hacer de impuestos como el predial, refrendo vehicular, agua potable.
Todo esto es lo que da como resultado la ya famosa cuesta de enero, identificada precisamente por la carencia de dinero en la mayoría de nosotros frente a las múltiples obligaciones pecuniarias que tenemos que cumplir.
Ciertamente por más recomendaciones que se hacen de no gastar todo el dinero en diciembre y que se ahorre algo para enero, no se logra tal ahorro, a veces por los malos hábitos que tenemos la mayoría y que carecemos de la cultura del ahorro, pero también otras ocasiones no hacemos nuestro "guardadito" simple y sencillamente porque no podemos, porque los recursos son insuficientes para satisfacer las necesidades básicas.
De la forma que sea, estamos en enero y como cada año, se empieza a resentir todavía más la crisis económica y la situación no se vislumbra tan fácil.
Se dice que este año será de recuperación, pero hay quienes dudan que en realidad haya tal recuperación.
Las cifras oficiales, como siempre, dicen que la economía mejorará de manera sustancial, pero por otro lado están los críticos que aseguran que no habrá todavía signos positivos.
Aunado a lo anterior, la falta de empleos sigue siendo un factor determinante en la crisis que se padece en nuestro País.
Mientras no se generen empleos y que además sean bien remunerados, la calidad de vida de los ciudadanos no se elevará.
Es necesario que nuestra economía se fortalezca impulsando fuentes de empleos, apoyar no solo a los grandes corporativos como ha sido tradición, apostarle a las micro y pequeñas empresas.
También el sistema recaudatorio tiene que cambiar, no se puede seguir sosteniendo nuestra economía con los contribuyentes cautivos, no se puede permitir que los grandes empresarios continúen a través de argucias jurídicas evadiendo impuestos.
Además, estamos en un año preelectoral en el que a no dudarlo el reacomodo político marcará la pauta de nuestra economía.
En fin, son muchos factores que agravan la cuesta de enero, pero también son muchos retos los que seguimos teniendo como mexicanos para contribuir con nuestro granito de arena a que las cosas cambien. En este contexto, ojala que la cuesta sea solo de enero y no de todo el año. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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