jueves, 13 de junio de 2013

            Aquí Usmajac
Por Rodrigo Carrión Grajeda
A propósito del día del padre
Aprovechando esta ocasión tan especial la buena voluntad que nuestro director Hugo Rodríguez tiene  a bien permitirnos por este medio informar, denunciar, criticar y hasta hacer algunas propuestas a los gobernantes en turno, hoy quiero dedicarles este espacio, letras y sobre todo mis humildes pensamientos a quien fuera en parte responsable de mi existencia.  Su nombre, no creo que tenga mucha importancia, ni si mi padre fue una persona conocida o influyente en nuestra sociedad, eso no importa tampoco, solo pretendo con esto honrar su memoria aun hoy que ya no se encuentra entre nosotros quienes formamos por muchos años su querida familia. Cuánta razón tenía, quien, o quienes dijeron la célebre frase que dice así: "No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos".Lástima que demasiado tarde lo descubren muchas personas, en mi caso yo no, aunque les diré que nuestro papá siempre nos hará falta.Y es que la verdad, ¿quién de ustedes estimado lector no recuerda con cariño cuando de niño su papa lo tomó de la manita y guio sus pasos para no tropezar? ¿Se acuerda cuando su papá lo enseñó a usar aquella pequeña bicicleta? ¿Quién no recuerda la primera pelota o el balón de futbol? que en Navidad  con mucha ilusión sus padres le regalaron y uno se sentía grande deportista del mundo y más cuando él era nuestro portero. En lo personal no fueron uno, ni dos, sino miles de recuerdos que yo tuve con mi padre que me cuesta trabajo seleccionar uno para vivir de nuevo gratas experiencias que junto a mi padre pasé de niño.  Por ejemplo, en una ocasión le dijo a mi jefecita que me bañara y cambiara de ropa para llevarme a dar la vuelta al jardín principal parando sus pasos en el bar de don Abel Villa en el parían, donde se encontró con algunos amigos entre ellos el "novillero" y don Víctor Medrano (el perfumero) recién fallecido por cierto, se sentaron a tomar cerveza, hasta que casi por la fuerza me lo llevé para la casa pues ya lo miraba algo tomadito y muy cantador al son de un pequeño mariachi que les tocaba, regresando por la calle Escobedo deteniéndose un buen rato con una antigua amiga de mi jefe la cual al verme recién bañadito y muy peinado, empezó a embarrarme de un perfume muy escandaloso de tal manera que cuando regresamos a la casa, mi jefecita desquitando su coraje de que llegamos muy tarde, que mi padre venia borracho y como me traía todo encremado y perfumado, me puso una buena bañada encuerado en el lavadero y con agua fría, mientras mi padre daba unas tremendas carcajadas y  yo lloré y lloré pues apenas tenía 6 años y tenía frio. Mas sin embargo pese a todo, cada vez que se ofrecía salir al cine o a cualquier otra parte, siempre me apuntaba para salir con él no importara que cuando regresábamos mi jefa se desquitara conmigo.Qué tiempos aquellos, como recuerdo a mi viejo fuerte, vigoroso, trabajador y sobre todo siempre comprensivo con sus hijos principalmente conmigo, pero, ¿Qué cree? Pasó el tiempo, pasaron los años y todo ese vigor se fue disminuyendo poco a poco deteriorándolo todo, terminando mi viejo en una silla de ruedas la cual fue su compañera inseparable hasta que papá Dios lo llamo a cuentas a sus 89 años de vida, quedando solo los recuerdos de quien en su juventud nos dio todo lo que pudo principalmente sus sabios consejos. Felicidades mi viejo este día del padre donde quiera que te encuentres.
POSDATA : felicidades a todos los padres de nuestro municipio este próximo 15 de Junio.

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