Por Rodrigo Carrión Grajeda
Tal y como aparece en la fotografía desde que se pavimentó este camino en el año 2000 los accidentes de vehículos y otros automotores muchos de ellos mortales, no paran gracias a la poca responsabilidad de los conductores quienes sin respetar las reglas de tránsito, toman dicho camino a altas velocidades poniendo en gran riego su propia vida y las de otros inocentes que por este camino transitan tranquilamente. Principalmente los jóvenes son quienes al valor del alcohol aunado a la inexperiencia al volante son quienes sufren este tipo de percances los cuales la mayoría paran en el hospital o en la cárcel. Este pasado miércoles 16 del presente mes como a la dos de la tarde imprudentemente una carro color verde al querer rebasar en plena curva con dirección hacia Usmajac el conductor perdió el control del volante dando varias vueltas terminando en el andador con serios desperfectos que de seguro parará en el corralón y después para la chatarra. Las pérdidas materiales de alguna manera se reponen con el tiempo, pero cuando las pérdidas son vidas o golpes que pongan en riesgo la misma, eso sí que resulta peor pues en la mayoría de las veces las secuelas son para toda la vida. Tres jóvenes no mayores de 25 años resultaron seriamente golpeados en este accidente que me toco mirar a escasos 100 metros de la entrada poniente de Usmajac, afortunadamente las unidades de rescate de protección civil municipales acudieron en su auxilio rápidamente atendiéndolos para su traslado, ojala se encuentren bien. Ante este problema en diferentes ocasiones las autoridades municipales han puesto señalamientos a todo lo largo del camino señalando los límites de velocidad que son 60 kilómetros por hora, haciendo los conductores caso omiso pues pocos son quienes respetan la velocidad permitida. Algo tendrán que hacerse por parte del departamento de tránsito para que dejen de pasar este tipo de accidentes tontos, pues por lo regular de tres a cuatro pasan por mes principalmente los fines de semana en que los jóvenes andan contentos y a la carrera. El rancho el "Dorado" la "Gavia" el del "Chorrito" entre otros son testigos de este tipo de sucesos, pues tanto en sus bardas o alambrados continuamente los tienen que reparar los dueños por su propia cuenta. En la cabecera municipal de Sayula, se cuenta con un buen cuerpo de policía viales al servicio del municipio en general, lástima que solo los ocupen para levantar infracciones por estar mal estacionado o no portar el casco de motociclista pues para eso se pintan solos descuidando los verdaderos problemas que afectan seriamente a la ciudadanía como el que hoy comentamos, donde continuamente se pierden vidas. Señor presidente municipal Jorge Gonzales, en vez de que se ocupe a los oficiales de tránsito para cerrar calles donde se celebra sus festividades algún barrio como pasa actualmente en el barrio de San Lucas, deberían de destinarlos a lugares más importantes después de una exhaustivo análisis sobre problemática vehicular que a cada día crece más y más. Aclarando que de ninguna manera pretendo con lo siguiente halagar al señor Samuel Rivas, pero si reconozco que durante sus tres mandatos con arduo trabajo como presidente, puso más que las bases en todo para el buen funcionamiento de nuestro municipio, cosa que cuando entra otros presidentes aparte de cobrar sus buen sueldo, lo único que hacen, es descomponerlo todo en nuestro perjuicio.
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