jueves, 14 de noviembre de 2013

Las Historias de Don José
Por José Anaya Chávez

La Historia de TomásChávez «El Coyote»
Fue en la Unión de Guadalupe, Jalisco, el 13 de septiembre de 1928, cuando murió Tomás Chávez Chávez (a) El Coyote a la edad de 22 años cumplidos, había nacido en el rancho La Tejona municipio de Gómez Farías.
Tomás luchó desde la edad de 8 años, ahí comenzó su vida, supo ser hombre desde su niñez, guardó sus propios secretos hasta el fin de su vida. Aunque su padre tenía de qué vivir, él no estuvo atenido a la fortuna de sus padres, las pocas letras que aprendió las logró con mucho sacrificio y las enraizó en su mente junto con el dolor de ver cómo los Urzua asesinaron a su hermano mayor por defender los intereses de su padre, pero nunca le confesó a su papá nada de esto, guardó su secreto hasta que con sus propias manos vengó la muerte de su hermano. Fue entonces que el gobierno lo empezó a perseguir y esa fue también la causa de incorporarse a los Cristeros cuando con ayuda económica de su padre, podría haber conseguido su libertad, pero no, ni ante él, quiso humillarse confesándole que él había matado a los Urzua porque ellos mataron a su hermano Aurelio y los mismos Urzua eran los abijeos que se robaban el ganado de su padre. En el fragor de la lucha con los Cristeros, siempre fue un buen compañero, lo respetaban todos y lo admiraban. Se decía que él con sus armas después de los dos que mató por venganza, con los Cristeros ya no mató a ninguno, aunque él andaba en el peligro, usaba su astucia, por eso era llamado El Coyote, andaba con los Cristeros y le gustaba jugar con el gobierno. Muchas veces lo buscaban y él andaba entre ellos, cuántas veces a él mismo le preguntaban por el Coyote y él se reía muy sereno, no le daba importancia ni se ponía nervioso, siempre tranquilo sonreía para sus adentros. Pero en esta vida todo tiene su fin, aquí cabe el dicho aquel que dice «el que por otro pide, por sí mismo aboga, le comieron el mandado y un día lo aprehendió el ejèrcito de Sayula muriendo el 13 de septiembre del año 1928.
Nunca se rindió
Aunque desde el principio le gritaban levanta las manos, ríndete ya, estas bien sitiado, él no les hizo caso, por el contrario, se hizo a media calle y les contestó con balas él y su asistente Emilio Abrica, entre una lluiva de balas le seguían gritando : «ríndete Coyote», pero él sólo contestaba con balas, y les decía : Bola de montoneros, aquí está el Coyote. Hubo un momento en que los soldados se dieron cuenta que se les escapaba, el Coyote y su asistente, seguían contestando el fuego y lo hicieron hasta que se les acabó el parque,, se le hizo mejor morir luchando con las armas hasta la última bala que erse humillado por sus enemigos o traicionar a sus compañeros, porque también algunas veces amigos suyos pacíficos le llegaron a decir, pide tu indulto nosotros te ayudamos, lo mismo le decían familiares y parientes, que cambiara su vida, que el mundo con dinero y juventud era muy bonito. Pero él les contestaba, eso es para convenencieros, que él andaba en la lucha por tantas injusticias que cometen los federales y les preguntaba, ¿se les hace poco tantas violaciones?, esos uniformes que portan los soldados están manchados de sangre de inocentes que nada debían, sus casas quemadas, muchos muertos, golpeados y hasta colgados, eso de indultarme, nunca, prefiero morir en la lucha y no con dinero mugroso darme la grabn vida, los que me ayudan con algo es para combatir las injusticias de todos estos desgraciados, me respaldaban los del clero, algunos ricos de buen corazón, compañeros que tenían mucha confianza, y lo hacían con gusto y de muy buena voluntad porque veían en él a un hombre de verdad como muy pocos en el mundo. Así fue Tomás Chávez, alguien que supo ser revolucionario de verdad no sólo de palabra, sino de palabra y hechos. Descanse en paz.

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