Por Arturo Fernández Ramírez
De nueva cuenta este año se ha organizado el llamado Buen Fin en el que, de acuerdo a sus impulsores, el comercio oferta sus productos a un precio muy inferior al que suele hacerlo durante el resto del año.
La intención, al menos en teoría, es por supuesto fortalecer la economía nacional promoviendo el comercio, incentivando a la población a que consuma artículos en este fin de semana.
Incluso se prevé un adelanto del aguinaldo para que se destine precisamente al Buen Fin.
Hasta aquí parece que todo bien, pero entonces viene la pregunta del título de esta edición ¿ahora sí habrá ofertas reales? Porque en años anteriores lamentablemente no ha sido así e inclusive, ha habido ya quejas formales ante la PROFECO en contra de corporativos como Soriana y empresas similares porque en realidad engañan a la gente al simular descuentos al aumentar días antes sus artículos para que en el Buen Fin con los supuestos descuentos, en realidad quedan en el mismo precio al que normalmente lo ofertan.
Como sabemos, el Buen Fin es una copia de lo que en Estados Unidos se practica desde hace años en el llamado Día de Gracias, o algo así.
Solo que en el vecino país del norte sí se venden los productos con ofertas reales, con un costo menor al 50% de lo que comúnmente valen, verdaderas gangas.
En cambio, debemos reconocerlo, aquí en México en el Buen Fin, al menos hasta el año pasado, ha habido solo mercadotecnia y publicidad, pero en ofertas reales no ha habido nada y por el contrario, como lo referí en líneas anteriores, las grandes empresas de autoservicio emplean tácticas nada éticas engañando a la ciudadanía.
Y en los negocios donde no simulan, lo único que vemos son los clásicos 10 y 20% de descuento, los meses sin intereses en las tarjetas de crédito y nada más, no hay otro tipo de ofertas que valgan la pena.
O no se ha entendido la esencia del Buen Fin o simplemente, como suele suceder, los comerciantes prefieren enganchar a los clientes con mera publicidad (con engaños incluso) y no con descuentos atractivos.
Es importante que el sector comercio se de cuenta de lo que realmente puede significar el Buen Fin si se organizan ellos mismos con la debida anticipación para ofrecer sus artículos con verdaderos descuentos y no solo con simulaciones o engaños.
Se tiene todo un año para que los comerciantes vayan planeando cómo y qué productos pueden ofrecer a bajo costo, entendiendo que al lograr venderlos con mayor prontitud aunque sea más barato, obtendrán una mayor utilidad por la liquidez inmediata que les generará.
En cuestión de promoción y publicidad del Buen Fin creo que está bien, ya que podemos ver que la mayoría de los negocios tienen ya su lona impresa anunciando que participarán en el Buen Fin, por lo que invitan a la población en general a que participen.
Por lo que, si la publicidad es satisfactoria, falta ahora que nuestros comerciantes realmente ofrezcan sus productos a precio de verdadera ganga para que así se mantenga el Buen Fin, de lo contrario, se correrá el riesgo de desaparecer al darse cuenta la población que es un engaño más. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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