Por Rodrigo Carrión Grajeda
Las navidades de aquellos tiempos
Aunque la navidad hoy día ya no es lo mismo que antes cuando nuestro país aun vivía una vida tranquila y armoniosa entre vecinos y parientes, debemos de continuar fortaleciendo de alguna manera este tipo de festejos y tradiciones que nos unen como familias aunque sea una vez al año. La verdad que cómo se extraña aquellos viejos tiempos en la barriada donde gracias a la "coperacha" entre todos se hacían unas tremendas posadas el día 24 donde el ponche caliente, las piñatas y las colaciones eran el principal ingrediente no importando que al otro día la desvelada hiciera estragos principalmente en las personas mayores, teniendo que dormir casi todo el 25 cansados de tanta juerga.
Qué les puedo decir de los regalos de antaño. Aunque los juguetes de antes no eran tan sofisticados como ahora, de ninguna manera nos divertíamos menos, ya que también nuestras manos y cerebro no estaba acostumbrado a tanta tecnología, y menos de una manera virtual como son los juegos en este nuevo siglo XX1. En mi caso recuerdo con cariño una troquita de redilas de madera que me trajo el niñito Dios una Navidad cuando tenía escasos 6 o 7 años aparte de otros juguetes todos de manufactura mexicana, por cierto muy resistentes. Otra de las cosa que recuerdo con mucho cariño en estos tiempos navideños es cuando mi padrino INÉS DINERO del barrio de la "palmita" por la calle Porfirio Díaz siempre me regalaba algún presente la mayoría traídos de los Estados Unidos cuando se iba de "bracero".
Qué lejos estamos de aquellos tiempos donde el niño Dios era el principal protagonista en la navidad, al que se le rendía culto antes, durante su nacimiento y hasta el 6 de Enero con la levantada del niño por los padrinos quienes duraban todo el año rindiéndole homenaje y veneración. Qué diferente los festejos navideños en este nuevo siglo donde la mercadotecnia y un viejo panzón, barbón riéndose como tonto le han quitado su lugar arbitrariamente al niñito Dios a quien realmente se festeja en Navidad, pues Navidad significa nacimiento. Aparte de que el alcohol en exceso, ingrediente principal que todo lo descompone, se vuelve imprescindible en este tipo de festejos cuando debería de ser de oración y paz como buenos creyentes en su nombre.
En fin, dejemos las criticas para otra ocasión menos significativas y sobre todo bonita, ya que la navidad de antes y como las de ahora siempre tendrán algo de bueno en nuestras vidas principalmente en los niños, aunque sus pobres padres los días posteriores a la navidad amanezcan con los bolsillos vacios por tanto gasto la mayoría provocado por los comerciales televisivos que escuchamos de día y noche. De nuestra parte, reciban todos nuestros lectores y amigos un cordial saludo y un sincero deseo de que hayan pasado una muy feliz navidad y que el año nuevo 2014 llegue lleno de bendiciones para todos los miembros de sus familia y que la paz de Cristo Jesús que ya no es un niño, los acompañe siempre donde quiera que se encuentren amen.
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