viernes, 20 de diciembre de 2013

Partidos arrastrados y sinvergüenzas PAN , PRI , Verdeecologistas y Panalistas, como Judas, se vendieron por monedas de plata
La vergonzosa conversión de las legislaturas estatales, casi siempre lentas e indolentes, en presurosas mensajerías de fin de semana obligadas a recibir paquetes y despacharlos de regreso fue enfrentada desde un grado mayor de vigor por grupos ciudadanos entre los que destacaron los jóvenes, decididos a dar un salto en la protesta pública, a pesar de que era evidente que la pelea estaba perdida desde semanas atrás. Con matices según la región, militantes y simpatizantes de Morena, del PT y de Movimiento Ciudadano (éste en Jalisco) se plantaron en cercos que al ir más allá de los parámetros anteriormente practicados llevaron a los gobernantes locales a reprimir con descaro y a los congresos a sesionar y votar en condiciones que exhibieron su carácter faccioso y vergonzoso, cambiando de sedes a hurtadillas, sesionando una hora antes del término convocado, aprobando en pocos minutos los textos abundantes y llenos de tecnicismos que sin cuidar siquiera las formas autorizaron al vapor, sin lectura, discusión o raciocinio.
En Jalisco, donde el priísmo con el gobernador Aristóteles Sandoval al frente tiene en la mira el activismo juvenil (con muchas ganas de seguir metiendo jóvenes a la cárcel para satisfacer apetitos fascistoides de mantenimiento del "orden") y donde se ha habilitado a provocadores y golpeadores para crear condiciones que permiten encarcelar "ejemplarmente". La lista de atropellos graves en otros puntos del país es larga y demuestra que ya hubo "autorización" superior para apretar el puño.
Peña Miento (quien señaló que "ni un tornillo" se privatizaría de Pemex), acorde con los deseos del gran capital estadunidense, ha esperado el momento oportuno, cumpliéndoles su obsesión de tener acceso al petróleo mexicano, que con esa esperanza han negociado calladamente desde hace tiempo con su gobierno, aprovechando la fama de los funcionarios mexicanos de no resistir a la corrupción. (Se dice que a cada diputado lo sobornaron con muchos millones de pesos por votar a favor de la privatización). Es decir, nos dice, "que otra vez presenciaremos en México una concentración cada vez más salvaje de la riqueza. Parece pues, a corto plazo, que las grandes compañías petroleras han ganado otra vez. Entre tanto, los plutócratas que ya controlan el destino de ese país se regodean pensando en los montones de dólares y euros que terminarán en sus bolsillos. Pero el pueblo de México, al contrario de lo que han repetido los publicistas de la reforma, no participará en absoluto de la riqueza que pueda traer consigo la privatización actual del petróleo".
     Comentando sobre la insultante campaña en medios de comunicación como la radio y la televisión, recalcando los "beneficios" de la reforma energética, debe decirse también  que el gobierno mexicano miente y comete una equivocación mayor al pensar que la privatización pueda traer consigo una mejoría en las vidas de los pobres. Nunca ha ocurrido así en ningún lado y no ocurrirá en un país como México. Siempre, en todos los países con petróleo, se concentra la riqueza en los pocos y ya ricos inversionistas, ya que su riqueza no tiene otro fin que hacerlos más ricos. Las desigualdades en las economías petroleras privadas sólo aumentan con el paso del tiempo. Pero, además, el petróleo en manos de particulares se traduce invariablemente en ir contra las regulaciones que procuran conservar el ambiente, y se olvidan absolutamente de las inversiones que puedan originar una energía sustentable. Los magnates del petróleo prefieren sus ganancias inmediatas al futuro del planeta. Por otra parte, la apuesta del gobierno mexicano de tratar de que se saque más petróleo de la tierra es una apuesta perdida a largo plazo, ya que cada vez resultará más difícil extraerlo. Es decir, la explotación del petróleo tiene límites al futuro y esto lo saben bien las empresas potencialmente inversoras.  La aprobación vergonzosa de los diputados y senadores prianistas , verdeecologistas y panalistas es una auténtica traición al pueblo mexicano ya que con ello vuelve a nuestro país vulnerable ya que al aprobarse la intromisión de compañías extranjeras en México en el negocio del petróleo, al menor intento de riesgo que corran aquí sus intereses, tendrán la excusa de intervenir militarmente, de eso no cabe la menor duda. Esta caterva de traidores al pueblo no midieron pues el costo tan alto de su traición y todo por unas monedas de plata como lo hizo el Judas cuando vendió  Jesús  en aquel episodio trágico de que nos habla la Biblia. Sólo esperamos que a estos traidores pillos y sinvergüenzas les pase lo mismo que le pasó al Judas del que nos habla dicho episodio bíblico.

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