Por Rodrigo Carrión Grajeda
Usmajac de nuevo está de fiesta
Aunque el año tiene 365 largos días en dar la vuelta, de nueva cuenta, hoy, aunque diferente al año anterior, la delegación de Usmajac está de fiesta. El pasado domingo iniciaron con la entrada de la imagen a su templo dando así inicio formalmente dichas festividades con una muy larga trayectoria en su haber. Digo Usmajac diferente al año anterior porque el año pasado, dichas festividades religiosas en honor a su patrona se celebraron a causa de tanta lluvia entre mucho lodo y aguas negras provenientes todo este cochinero de los nuevos drenajes dando una muy mala impresión a la gente que nos visita año con año principalmente a las peregrinación que llega de la cabecera municipal de Sayula.
Este año Usmajac luce una nueva cara principalmente las dos calles principales Juárez e Hidalgo pues ahora en gran parte se mira un flamante pavimento hidráulico con sus señalamientos viales bien pintaditos dando otro aspecto que el año anterior no tenía y más porque ya empezaron a reponer también los arbolitos que nos arrancaron muchos de ellos innecesariamente. Esperemos pues que ya pronto se abra la calle Juárez principal vía de entrada y salida del pueblo hasta la carretera y todo vuelva a la normalidad como antes de que empezaran a pavimentar dichas avenidas. Aunque no me lo crean, pero se extraña el trafico continuo y el ir y venir de la gente por esta calle.
Después de todo lo anterior para muchos Usmajenses satisfactorio, esperemos que durante dichas festividades resulten con saldo blanco, ya que la mayoría de las veces por cuestiones del alcohol no faltan los accidentes o riñas entre los jóvenes inquietos algunos de fatales consecuencias que lamentar. Y es que la verdad en este tipo de festividades donde se supone son religiosas, las autoridades religiosas y municipales deberían de cuidar estos aspectos de la venta de bebidas al por mayor, ya que sus nocivos efectos empañan de gran manera la intención de dicha celebración trátese del "santo" que se trate. Nomás imagínese estimado lector, algunos integrantes de las danzas adentro de la misma parroquia andan borrachos ya que quien los dirige o el encargado, les arrima tremendo garrafón de ponche de granada que para lo cansado, principalmente los dichosos viejos, tirados en las banquetas dando mal aspecto a propios y extraños.
El día 8 último día la peregrinación que cada año llega de Sayula por lo regular desde que salen también muchos de sus integrantes vienen consumiendo bebidas embriagantes terminando briagos principalmente los de a caballo reventando sus potros por media calle con riesgo de atropellar algún niño o alguna persona mayor que por desgracia no pueda evadirlos y se lo lleven entre las patas. Aún es tiempo de que los diferentes encargados de los barrios en común acuerdo con el párroco del lugar, pongan reglas a tanta anomalía mejorando de esta manera la fiesta. Ya que de continuar cada año de mal en peor, pareciera que en vez de celebrar a María, se celebra al mismito demonio quien es el que fomenta tanto desmán y descomposición social que miramos por estos días de celebración. Otra de las cuestiones a mi juicio que también deberían de regular la comunidad eclesial es la quema de tanto cohete y cueton, si de por si ya no llueve como antes, menos si continuamos de esta manera contaminando nuestro preciado medio ambiente que cada día esta de mírame y no me toques.
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