PorArturo Fernández Ramírez
Aun cuando no son en realidad tiempos electorales y que por lo mismo no debería haber muchos conflictos entre los partidos políticos, la realidad es que sí los hay en la mayoría, por no decir que en todos.
Y es que normalmente cuando se avecinan procesos electorales es cuando florecen las diferencias entre los diversos grupos que intentan mantener el control al interior de las organizaciones políticas.
Sin embargo, en esta ocasión aun cuando no están muy distantes las elecciones que tuvieron como resultado la renovación de la cámara baja en el Congreso de la Unión, la local de Jalisco y los 125 ayuntamientos, la crisis de los partidos políticos se ha agudizado.
El más claro ejemplo, aunque en definitiva no el único, podría ser el PRD al haber hecho el cambio de su dirigente nacional cuando estatutariamente no correspondía todavía.
Ciertamente sigue predominando al interior del PRD la misma corriente política encabezada por Jesús Ortega, pero el hecho de que hayan tenido que cambiar al dirigente que apenas un año antes había sido electo, habla sin lugar a dudas de una crisis al interior de este instituto político.
Pero desde luego que el PRD no es el único que vive una crisis en su interior, ya que el resto de los partidos también han reflejado que las desavenencias entre sus militantes o dirigentes les ha ocasionado fisuras.
En realidad no es nuevo que el sistema de partidos políticos esté en crisis, tan no lo es que fue precisamente esta crisis la que los ha orillado a impulsar reformas políticas en las que se garantice una mayor participación ciudadana en los temas públicos sin necesidad de estar afiliados, pertenecer o ser respaldados por un partido político. Fue así como surgieron las candidaturas independientes, de las cuales en más de una ocasión hemos tenido la oportunidad de opinar.
Definitivamente es lamentable que las reformas políticas que han restado mucha fuerza (o monopolio) a los partidos políticos no sean suficientes para que entiendan y cambien su forma de hacer política al interior y exterior.
Los mismos vicios, las mismas prácticas que han generado hartazgo en los militantes de base y en los ciudadanos comunes, es lo que se sigue viendo, es lo que siguen haciendo quienes dirigen a los partidos políticos.
La clase política de los partidos no ha entendido que cada día está siendo superada por otro tipo de organizaciones ciudadanas y por los ciudadanos mismos que se organizan para participar en los procesos electorales al margen de los institutos políticos.
Si los políticos persisten en su actitud, si no entendieron la lección de la elección pasada, el 2018 los pondrá definitivamente en su lugar. Si no creen, al tiempo. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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