martes, 17 de mayo de 2016

Especial para Horizontes...
En Sayula, asentamientos humanos con 2300 años de antigüedad
Reportaje de Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa 

Los asentamientos humanos en lo que hoy es el municipio de Sayula, que durante la colonia fuera la capital de la Provincia de Ávalos y en el México precolombino fuese el señorío Tzayulteco; datan de 300 años antes de Cristo. Esto significa que, ya vivía gente en Sayula trescientos años antes que Cristo caminara por esta tierra. Es impresionante lo que las investigaciones arqueológicas no demuestran.  No vaya usted a creer que eran cavernícolas nómadas que apenas sabían  hablar y no poseía una cultura. No, para nada, las excavaciones de tumbas de tiro en el municipio han dado cuenta de gente de hace 2300 años con una cultura sedentaria, que fabricaba su propia alfarería, con diseños complejo y enterraba a sus muertos acompañando la ceremonia funeral con una serie de ritos complicados, llenos de simbolismos que acusan una complejidad y abstracción de una cultura capaz de compararse con cualquiera de su tiempo en: Europa, Asia o África.
Los restos de ésta cultura local milenaria, fueron encontrados por arqueólogos en sitios excavados en Usmajac. Si leyó bien Usmajac. No fue ciertamente un foco cultural, sino quizás la periferia de una cultura desarrollada cerca de la Sierra de Manatlán, en los límites de Jalisco y Colima. Esta cultura es especial porque su producción de alfarería que fue la primera forma de catalogarla, presenta rasgos análogos a un tipo de alfarería encontrado sólo en Sud América. No se sabe mucho de esta cultura, etiquetada como "Capacha",  pues escasamente se tiene rastros de alfarería y alguna osamenta humana. Pero supera a todas en antigüedad en la región de Jalisco y colima. Esto quiere decir que, en ningún lugar del estado se pueden encontrar manifestaciones culturales humanas tan viejas como en Usmajac y los alrededores de la Sierra de Manatlán.
Los primeros signos de cultura sedentaria y simbólico-compleja en el occidente de México, se encuentran en nuestro municipio y Manatlán. No es para menospreciarse, sin embargo, poco o nada se sabe y peor aún, se difunde. Quienes vivimos en el municipio de Sayula, arrebatado por los prejuicios racistas y clasista, decimonónicos, relegamos por mucho tiempo a una población y a un lugar tan digno de respeto y hasta podriríamos decirse de respeto, por su espiritualidad ancestral,  como lo es Usmajac; pero la verdad allí está, la existencia milenaria de esta comunidad, nos remite a un origen que debería enorgullecernos, y no es para menos, compartirlo con el mundo. Somos descendientes de uno de los pueblos y comunidades  más viejas del continente, y eso no es decir poco; claro sin mencionar la herencia colonial.  Sayula y  Usmajac, no son pueblos mágicos, son o  podrían ser, de cierta manera, como el Cairo en Egipto y Nueva Deli en India, lugares de raíz milenaria, ciencia  y espiritualidad, patrimonio de la humanidad:
"El sitio arqueológico de Caseta en Usmajac, se localiza en las faldas de una colina de aproximadamente 40 m de altura sobre el nivel medio de la laguna de Sayula.
Es parte del pie de monte que forman los contrafuertes de la Sierra del Tigre que cierra la cuenca por el sureste (ver figura 1 en Valdez et al., en este volumen). El entorno ecológico del área es típico del bosque montaña baja. Es importante señalar que el extremo sureste de la cuenca se presta a la agricultura intensiva, dadas las características humedad del suelo y, sobre todo, porque los suelos contienen menos sales que en la parte norte de la cuenca.
Los estratos reposan sobre la toba volcánica 0 tepetate. La escasa capa de tierra entre el tepetate y la superficie -de entre 20 a 40 cm-, aunada a los trabajos agrícolas en la loma, favorecieron a que los niveles ocupacionales se encontraran varias veces mezclados.
Las evidencias culturales corresponden claramente a varias etapas de ocupación definidas para el sur de Jalisco y la cuenca misma  y que estarían ubicadas en:  época de tumbas de tiro dentro de la fase Ortices-Tuxcacuesco 300 a. C.
En esta oportunidad se presentara el patrón de enterramiento del sitio, complementado por la determinación de edad  y sexo de los individuos; solo se proporcionaran los datos que resultan pertinentes para la mejor comprensión del arreglo mortuorio del sitio, pues el análisis óseo se encuentra en su fase inicial.
Del total de la muestra, 101 individuos presentaron depositacion primaria, 25 secundaria y en seis casos no pudo ser determinada debido a la remoción de los restos, pero 10 mas probable es que se trate de entierros primarios, pues se encontraron dentro de una fosa de manera individual. Los secundarios se hallaron coma parte de los entierros múltiples, ya sea coma un "paquete"  o dispersos entre los individuos primarios y en ningún caso estuvieron acompañados de ofrendas. Un 18% de los entierros fueron múltiples, siendo siete el número máximo de individuos inhumados dentro de una misma fosa; los cuerpos no presentaban orientaciones ni posiciones uniformes. Algunas veces, en los entierros individuales se observo que las fosas eran de un tarnaño mayor al necesario para contener un solo cuerpo, además éste se hallaba "arrinconado", coma dejando espacio para inhumaciones subsecuentes.
Ambos hechos pudieran indicar una reutilización de las fosas con posible usa familiar; a medida que avance el análisis se podrá corroborar esta hipótesis… La determinación del sexo de los individuos esta basada exclusivamente en la revisión de la sinapsis púbica, según los criterios de Brothwell (1972) y Ubelaker (1978). Desgraciadamente, esta parte del esqueleto solo se conservo en pocos casos, por 10 que la información en cuanto a sexo podrá ser modificada y ampliada posteriormente, una vez que se cuente con los datos métricos. Por el momento, solo el 28% de los individuos ha podido ser sexado, 10 que no resulta representativo de la muestra. A continuación se enunciarán las tendencias observadas, pero de ningún modo se pretende aplicar estos resultados al patrón de enterramiento de todo el sitio.
De los 132 individuos que componen la muestra, solo en 38 casos se pudo determinar el sexo , encontrándose 25 individuos femeninos y 13 masculinos. Se observ6 que tanto hombres como mujeres presentan la misma posición y orientación, y se acompañan por el mismo tipo de ornamentos, salvo en el caso de las ofrendas, que si bien son del mismo tipo, la incidencia difiere ya que la mayor parte se asocia a la población masculina.
Existe también una diferencia en la distribución de los malacates, ya que casi la totalidad de ellos acompañan a mujeres, solo se cuenta con un caso de un malacate asociado a un hombre y otro a un infante. Esta diferencia entre hombres y mujeres sugiere que la población femenina probablemente tenía un estatus inferior al masculino dentro de esa sociedad. Por otro lado, el hecho de encontrar una herramienta de hilado relacionada con esqueletos femeninos sugiere una división sexual de trabajo. Esto podrá ser verificado, a medida que se afine el análisis osteológico.
 Ambos sectores presentan diferencias entre si en cuanto a patrón de enterramiento; la mas evidente la constituye la utilización del espacio, ya que en el área norte el patrón es mas disperso pues se utiliza en promedio 80 cm2 por individuo, en tanto que en la sur el espacio se reduce a 53 cm2. Por otro lado, la totalidad de los entierros múltiples se localiza hacia el sur, mientras que al norte solo se hallan los individuales. La posición mas frecuente entre los individuos del área norte fue de cubeto dorsal flexionado, en tanto que los del área sur se colocaron en su mayoría en posición sedente.
Las ofrendas en el sector norte son muy escasas, ya que solo seis entierros las presentan, 10 que significa un 4.5% del total de individuos dentro de esta área; normalmente se encuentra una sola vasija por entierro, que puede ser miniatura o cajete trípode. En tanto que en el sector sur, las ofrendas son mas variadas hallándose además de las ya mencionadas, molcajetes trípodes  y cajetes de fondo plano, que en algunos casos aparecen mas de uno por entierro.
En dicha área, 33 individuos están acompañados por ofrendas, 10 que representa un 25% del total.
Los objetos asociados también suelen ser mas abundantes y variados en el área sur que en la norte, pues en esta ultima solo hubo 3 individuos que los presentan, es decir un 2.2%, en tanto que en la sur son 36, 10 que representa un 27.3%. Por otro lado, los objetos de cobre y los malacates se encuentran circunscritos al área sur.
Con base en 10 anterior, resulta posible que ambas aéreas sean contemporáneas
y sus diferencias se deben a que corresponden a dos grupos sociales distintos, esta es, que el área sur albergara los restos de un sector privilegiado de la población, y que hacia el norte se situara el panteón de los menos poderosos, coma parecen indicar las divergencias en cuanto a patrón de enterramiento."
LAS CUENCAS DEL OCCIDENTE DE MÉXICO. Eduardo Williams y Phil C. Weigand. C. de Michoacán. México  1996.

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