martes, 17 de mayo de 2016

Las puertas de los "GENTILES”

                Por Federico González Alfaro

Era una práctica común de todas las órdenes mendicantes y del clero secular de la Nueva España, construir en sus templos las llamadas puertas de los GENTILES o puertas porciúnculas. En la fotografía de Fernando Colin se aprecia perfectamente una de ellas, la del lado norte del templo del Santuario de Guadalupe de Sayula. Nótese que está ABIERTA, verán lo que esto significa más adelante.



Las puertas tenían tres propósitos:
 El primero y más importante al menos para su servidor, es que servían para hacer circular el aire al interior del templo.
El segundo, para dar flujo a los feligreses en el interior del templo en las fiestas patronales o fiestas de guardar.
El tercero que les da su nombre, puerta de los gentiles o porciúncula: Servían como puerta de ingreso al templo para los que no profesaban la religión católica y que eran o son conocidos como "gentiles", para las personas que por algún motivo se encontraban "viviendo en pecado mortal" como los que vivían en unión libre, prostitutas, homosexuales y demás católicos que no "vivían o cumplían con los preceptos católicos". Todas estas personas, NO PODÍAN INGRESAR AL TEMPLO POR LA PUERTA PRINCIPAL, así, como tampoco, podían ser sepultados en el cementerio "católico". Su ingreso al templo, debían hacerlo por estas puertas laterales. En capillas, imposible de hacerlo.
A los que no profesaban la religión católica, también se les llamaba "herejes". Con este término altamente despectivo, se metían en el mismo costal a judíos, musulmanes, protestantes, budistas y demás personas que profesaban otra religión distinta a la católica. Menos mal que no se les ocurrió llamarla la puerta de los herejes, de los males, el menor.  El término porciúncula no viene de los porcinos, aunque no dudaría que  algún ilustre miembro de la santa inquisición así lo hubiese deseado, proviene del latín y significa pequeña porción de tierra.
En algunos lugares, esta puerta permanece siempre cerrada, como en la Catedral de Guadalajara y se abre solo una sola vez en el año. En la capital del Estado, se le conoce, hasta hoy en día como la puerta o la portada del perdón, en otros lugares, la llaman la puerta de la Fé y hacen una gran celebración el día del año que toca abrirla.  Si se cumplía ese criterio, solamente una vez al año los "gentiles", tenían permitido entrar al templo, al menos en la catedral de Guadalajara y en otros templos de la Nueva España. Hoy en día en Sayula siempre está abierta, antes… lo desconozco. Cosas de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario