Por J. Ventura Torres
Ningún gobernante se preocupa por dar a conocer su patrimonio, pero tampoco la ciudadanía ni la Contraloría del Estado o los encargados de exigir que presenten y publiquen. Que fue presentada la Declaración Patrimonial y de Intereses, ante la dependencia correspondiente, siquiera y únicamente para que sea del conocimiento popular en la forma que inician su gestión y como aumenta su caudal económico al terminar su mandato de servidor público, conforme lo señala el artículo 108 Constitucional Federal.
Constitucionalmente todos los servidores públicos sin distinción están obligados a presentar su declaración patrimonial al iniciar, otra cada año y la última al terminar su mandato.
Es el caso inaudito que la administración que término su gestión el día 30 de Septiembre del año en curso. Sucedieron cosas INAUDITAS para RIPLEY.
En PRIMER término nadie tuvo conocimiento si cumplieron o no con la obligación de presentar todos los servidores públicos municipales la declaración patrimonial y de interese, ya que para los servidores públicos de Sayula Jalisco, la cacaraqueada Ley de la Transparencia es letra muerta.
SEGUNDO. Ninguna autoridad Estatal hizo nada, tampoco quiso intervenir para frenar el descarado nepotismo a tal grado que convirtieron el Ayuntamiento en una empresa familiar, entre todos los que integraron el ayuntamiento tenían hermanos, primos, sobrinos, cuñados, había en algunos departamentos el papa de jefe de compras generales y el hijo de encargado de autorizar. Y así por lo regular todas direcciones y oficinas.
TERCERO. Desde que inicio la gestión administrativa se nombró un contralor municipal ficticio, no tenía licenciatura en contaduría, sin embargo la encargada de las Finanzas Municipales es titulada en licenciatura contable y fiscal. Que auditoria o que intervención podría hacer el Contralor Municipal que durante tres años recibió súper salario sin hacer nada para lo que fue nombrado. Lo único que hacia firmar documentación como si deberás hacia las funciones de contralor. No obstante increíblemente lo extraño de la situación es que la contraloría del estado nunca observo alguna anomalía, esto nos da a pensar que posiblemente está integrada de puros corruptos, que con cualquier dadiva todo pasaron sin novedad.
CUARTO. En el Ayuntamiento saliente nunca existió participan ciudadana, ya que para nombrar colaboradores a diferentes comités, siempre fueron puros empleados y munícipes de la misma administración y algún ciudadano que lograba colarse entre ellos, pero nunca era tomado en cuenta.
QUINTO. Se realizaron diferentes obras millonarias, pero ninguna fue licitada, tampoco se dio a conocer de dónde provenían los recursos económicos, si eran Federales o Estatales. Ya que de cualquier forma es dinero del erario público proveniente de nuestros impuestos. La Contraloría Estatal les permitió hacer puros actos de corrupción al haber dado todas las obras a una empresa ficticia propiedad del Director de Obras Publicas utilizando maquinaria y camiones del ayuntamiento. Se comenta que los mismos camiones salían cargados de tierra, les anotaban que salieron cargados, y así al poco rato regresaba todavía con la misma tierra que salió. Y nuevamente de daban entrada y salida contaba otro viaje lo descargaba ahí mismo y lo volvían a cargar, así se la dibujaban para estar explotando el dinero del presupuesto de la obra, anotándose muchos viajes.
SEXTO. La administración saliente, está dejando una serie de obras inconclusas, Y se comenta que el presupuesto de cada obra se lo acabo repartiendo el sobrante entre todos los que integraron esta administración. Creo que es imposible seguir enumerando tantas desviaciones de recursos públicos municipales, Estatales y Federales. Así como la responsabilidad unilateral de la destrucción del Kínder del centro histórico de nuestro Sayula.
El descaro de Jorge Campos Aguilar, de permitir o hacer una empresa constructora fantasma con presta nombres para apoderarse de los recursos de las obras, el inaudito acarreo de todos los materiales que no fueron utilizados en diferentes obras para repartirlos entre todos los munícipes que así quisieron aceptarlos, así como la repartición de lo que supuestamente le adjudicaba la empresa constructora fantasma propiedad del director de obras públicas y del presidente municipal., Debemos de observar como la hacienda municipal sin tener ningún rubro para hacer empréstitos, financiaba a los munícipes que así lo solicitaba, y no hay que olvidar que se adjudicaron todos los ingresos de los eventos de los tres carnavales de los cuales nunca presentaron las cuentas, nada más desviaron del erario municipal los millones que autorizaron los propios munícipes para luego repartirse todos los ingresos sin que ninguna autoridad estatal interviniera. Así la Contraloría Estatal y la carabina de Ambrosio es lo mismo., Razón de más para señalar que la Ley de la Transparencia para los servidores públicos de Sayula no existe. Ya que para terminar esta administración y desviar estos recursos por otorgar la concesión sin licitar ni tomar en cuenta a la ciudadanía la instalación de parquímetros, y para llenar el requisito oficial, lo sometieron a decisión de acurdo de cabildo, y así poderse repartir todo o una parte económica de lo que obtuvieron de la concesión., Este ingreso debió de ser enterado al 100% por ciento.
Es de tomar en cuenta que mientras algún administrador municipal que maneja recursos públicos y no presenta cuentas ocultando cualquier información, estos dan a pensar públicamente que están actuando saturados de desvíos del dinero del pueblo.
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