martes, 6 de noviembre de 2018

DIA DE MUERTOS, TRADICION ANCESTRAL

Por Arturo Fernández Ramírez

Como cada año, el 2 de noviembre celebramos el Día de Muertos, una fiesta que envuelve todo un conjunto de actividades, de rituales, de tradiciones, de costumbres, de religiosidad, de misterio, de cultura, de tristeza, de alegría, de identidad y de muchas otras cosas más.
Sin lugar a dudas una gran fiesta en la que todos los sectores sociales participan de una u otra forma, desde la escuela, desde el mismo gobierno, desde los hogares, desde las fuentes de trabajo, desde el lugar en el que nos encontremos, tratamos de no dejar pasar esta celebración.
Y es que todos tenemos a alguien que ya se nos fue, un familiar, un amigo, un conocido, quien sea, pero creemos que merece ser recordado.
La historia nos dice que cuando nos conquistaron los españoles, pretendieron borrar todo vestigio de nuestros antepasados con el fin de que se facilitara más su dominio y la imposición de su cultura.
Sin embargo, el festejo a los muertos no solo fue una costumbre que respetaron los españoles de nuestras culturas prehispánicas, sino que además la fortalecieron y la hicieron suya agregándole un sentido religioso, de tal manera que la Iglesia Católica reconoce como parte de sus festejos el Día de Muertos.
No obstante ese fortalecimiento y que se trata de una tradición prehispánica, el Día de Muertos no ha estado exento de desaparecer por invasión de costumbres extranjeras que nada tienen que ver en nuestra cultura pero que por ignorancia las propagamos o las consentimos.
Me estoy refiriendo a la costumbre de Estados Unidos conocida como Halloween que sin entenderla, tiende a hacerse común su festejo en nuestro país, sobre todo por parte de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, obviamente con la complicidad de nosotros como adultos.
Afortunadamente, creo que el Día de Muertos ha logrado sobreponerse al Halloween, el cual se ha caracterizado o interpretado como un espacio para el desorden, de ahí que niños, adolescentes y jóvenes, sean los que más quieren "festejarlo", además de que como lo expresé con antelación, en realidad no entendemos esta fiesta estadounidense, solo la conocemos como una moda de allá.
En fin, el Día de Muertos es una tradición prehispánica, que viene de nuestras verdaderas raíces, que reafirma nuestra identidad, que tiene mucho significado religioso y cultural, por lo que bien vale la pena conservar, impulsar y acrecentar para que continúe viva.
Celebremos y participemos entonces en los rituales de esta gran tradición, visitando a nuestros difuntos, construyendo un altar en su honor o de cualquiera de las muchas maneras en que podemos hacerlo para honrar su memoria. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com    o en  https://semanariohorizontes.com

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