lunes, 10 de diciembre de 2018

              La Política y los neófitos.
Por Rodrigo Sànchez Sosa

En este mundo, nada esta? en su sitio, empezando por el mundo mismo. No hay que asombrarse entonces del espectáculo de la injusticia humana. Es igualmente vano rechazar o aceptar el orden social: nos es forzoso sufrir sus cambios a mejor o a peor con un conformismo desesperado, como sufrimos el nacimiento, el amor, el clima, y la muerte. La descomposición preside las leyes de la vida: más cercanos a nuestro polvo que lo están al suyo los objetos inanimados, sucumbimos ante ellos y corremos hacia nuestro destino bajo la mirada de las estrellas aparentemente indestructibles. Pero incluso ellas estallaran en un universo que sólo nuestro corazón toma en serio para expiar después con desgarramientos su falta de ironía... Cioran.
Newton decía que a toda acción corresponde una reacción (tercera ley de); la segunda ley de la termodinámica dice que el flujo de la energía en el universo tiende de forma natural a ir de donde hay más a donde hay menos, en un intento de equilibrio térmico. Todo aquello que se opone a estás leyes naturales sólo es posible con un gasto exagerado de energía. La reserva de energía en todo el universo es limitada, la forma en que esa energía almacenada del universo se degrada, le da sentido a todo lo existente. Es así que, el Bing Bang que dio origen al universo es una energía que al expandirse crea materia, vida tiempo y espacio. Las acciones y reacciones dentro del universo en relación a lo anterior es lo que llamaríamos naturaleza, en el entendido de que esta, sigue la ley del menor esfuerzo, es decir, la energía utilizada en esos procesos naturales es igual a cero, en otras palabras, la energía que se invierte y la energía que se pierde llegan al punto de equilibrio, la fuerza de acción provoca una de reacción de igual intensidad, pero distinta dirección. El universo trata de equilibrarse. Luego pues, todo en el universo va en último término, como este, en busca de un equilibrio termodinámico. Así pues, nuestro universo tendrá una muerte térmica, cuando toda la energía de este se equilibre en un punto donde el trabajo, es decir la posibilidad de cualquier acción creadora de un orden, no sean posibles. Pongamos por ejemplo nuestro sol, esta estrella de talla chica comparada con otras en la galaxia, funciona así: Dado que el Hidrogeno, por ser el más sencillo de los elementos, su número atómico es uno, es decir es un átomo sencillo con un electrón orbitando su núcleo; fue el elemento más abundante en el universo primitivo, la gravedad se encargó de aglutinar compactando estos átomos uno contra otro a gran presión, hasta obligarlos a fusionarse creando, a partir del hidrogeno, helio, el segundo elemento de la tabla periódica - de ahí que a nuestro sistema solar se le conozca como helio céntrico -. Este proceso de fusión nuclear tiene un reducto de calor y luz que es lo que hace a un sol o estrella brillar y proporcionar energía. Conforme el combustible de hidrogeno se agota el sol comienza a utilizar el helio como carburante y entonces crea el tercer elemento de la tabla periódica, conforme este proceso avanza la estrella o sol colapsa y en algunos casos estalla en una explosión masiva (super nova) que crea todos los elementos de la tabla periódica, incluidos aquellos que forman el cuerpo humano, todo lo que vemos en nuestro realidad, incluidos nosotros mismos, es producto de una estrella que explotó hace varios miles  de millones años, cuyo tamaño pudo ser cientos o miles de veces más grade que nuestra estrella madre, el sol. Estas mismas estrellas hacen posible la vida, ya que su calor y luz es necesaria para los procesos de que esta depende. En la base de toda la cadena alimenticia de nuestro planeta está el sol, la luz solar, gracias a la fotosíntesis las plantas (y las algas marinas) pueden alimentarse crecer y reproducirse, la luz del sol las alimenta, estas alimentan a los animales herbívoros y estos a su vez a los carnívoros. A excepción de los abismos marinos donde la vida depende del calor y energía del propio planeta esto es así, y aun el planeta mismo es capaz de producir este calor y energía gracias al sol que lo mantiene en órbita a su alrededor. La vida, si se ve bien, depende de un desequilibrio y es ella misma desequilibrio: Los procesos al interior del sol implican dos fuerzas una centrípeta que es la gravedad y  otra centrifuga que son las explosiones nucleares de la fusión de elementos a su interior, una acción y reacción en desequilibrio que tratan de equilibrarse en una periodo de millones de años, lográndolo con la muerte de la estrella en una gran explosión, para el caso que nos ocupa - hay otras formas de muerte de las estrellas que no abordaremos aquí por cuestión de espacio - ; pero, que a su vez, produce vida al crear la totalidad de los elementos necesarios para que esta se dé.  Es entonces el desequilibrio energético que tiende al equilibrio lo que crea en el universo todo lo existente y es a su vez el equilibrio lo que degrada todo a un estado inerte, es decir vida y muerte en un mismo proceso dentro de otro mayor que es el universo que tiende naturalmente a este fin. Imagine usted la cantidad de energía necesaria para manipular estos procesos en contra de su tendencia natural, es decir, evitar que un sol deje de fusionar hidrógeno en helio y detenga su evolución. No es que no sea posible, sino que la cantidad de energía para ello tendría que venir de otra fuente dentro del universo que a su vez degradaría la energía total de este para que dentro del sistema la suma fuera cero; en otras palabras, diríamos que es imposible, eso sí, oponerse a los procesos naturales del universo. Evitar el flujo natural de las cosas en el universo o tras tocarlo es sólo ilusión al final todo está conectado con todo; por ejemplo, usted puede utilizar su energía personal para subir una roca muy pesada a la cima de un montículo, gastará energía que obtuvo de los alimentos, que a su vez la acumularon de una cadena que lleva hasta la luz solar, la cual es producto de una fusión nuclear en su centro y esto mismo, del Big Bang que creó el universo, energía que se ha trasmutado en un proceso hasta el momento en que usted decide subir la roca a un punto en la cima de ese montículo.; Bien, esa energía, su energía corporal, al quedar la roca en el lugar deseado se convierte en energía potencial o almacenada, tarde o temprano por la acción y reacción de los procesos naturales, esa energía potencial en la roca se convertirá en energía cinética por acción de la gravedad, cayendo de la cima donde la dejó usted al pie del montículo, en su paso tal vez golpeando con fuerza obstáculos en su camino y produciendo a su vez calor en su roce con al piso, convirtiendo la energía que usted invirtió, años tal vez después de que usted haya muerto, en trabajo y calor; lo cual no sólo nos habla de la ley de preservación de la energía - la energía no se crea ni se destruye sólo se trasforma -  sino de cómo todo se relaciona en el universo entre si y es codependiente, oponerse a este proceso desgasta ineficientemente la energía y acelera los procesos de muerte de los sistemas en el universo. Para detener la piedra en su caída haría falta la misma energía invertida por usted y otra tanta para compensar el empuje de la gravedad, pero de forma contraria, reacción; o podría utilizarse un sistema diseñado que sustrajera esa energía acumulada para realizar un trabajo, por ejemplo, que la caída de la piedra golpease la represa que bloquea el cauce de un río en la base del montículo que impide los procesos de la vida valle abajo, en cuyo caso la energía invertida crearía vida y no sólo sería un desperdicio innecesario de la energía del universo que es limitada. Pero lo primero, sólo es posible con la intervención de una conciencia, de una inteligencia que se oponga de forma eficiente al devenir natural de los procesos del universo; o sea, sin contribuir al deterioro incensario de la energía y creando posibilidades para la vida y su salvaguarda. Esa es la inteligencia humana. Para lo que, podríamos decir que el hombre es el universo consciente de sí mismo, es el universo pensándose así mismo, parte y todo.
Ahora bien ¿Qué tiene que ver esto con política? Por mucho tiempo se ha pensado que, las leyes naturales descubiertas por el hombre en los procesos del universo con la ayuda de las ciencias llamadas exactas (matemáticas, física etc.) no tienen relación con los procesos sociales humanos; que la idea mecanicista del universo, el universo como una máquina de relojería exacta, difería de los procesos complejos, aleatorios y caóticos de una sociedad, y más de la política como forma de regulación de esta sociedad, incluso hoy se cree de forma dogmática que la economía y el mercado son ciencias exactas a las que la política como ciencia menor debiera sujetarse. Nada más lejos de la realidad, con el advenimiento a finales del siglo XIX de la física cuántica, se perfiló poco a poco una idea más compleja del universo que ayudaba a entender procesos sociales fuera del ideal mecanisista de la realidad: La sociedad no busca el equilibrio como preservación de su estado dinámico como no  lo hace ningún sistema en el universo, la sociedad es un desequilibrio creador y complejo donde todo está conectado, donde vida y muerte son la misma cara de una moneda, donde sistemas de ideas políticas, económicas, estéticas y hasta académicas tienen periodos de vida limitados, las civilizaciones, los países, los partidos políticos, los sistemas financieros, como los seres vivos, tienen procesos de existencia que culminan con su muerte que a su vez crea nuevas propuestas o variantes en base a la ley de Newton acción y reacción, nueva vida. Todo intento por crear un equilibrio estacionario, no solo se opone deforma ineficiente a los procesos naturales, gastando cantidades enormes de recursos y energía innecesariamente, sino que, va al fracaso.
Ser un político neófito, es no entender esto, no entender los tiempos del paradigma de lo complejo, no importa si eres joven o viejo, si eres neófito eres igual de ineficiente y toxico para los sistemas sociales. Así vemos a nuestro intolerante presidente adolescente Daniel Carrión tratando de forma neófita, oponerse al flujo normal de la política en el municipio, creando la ilusión de un estado estacionario en este sistema, gastando recursos, tiempo y esfuerzo innecesariamente. Para resumirlo diríamos que hace un caldo de albóndigas donde este sale más caro que estas. Un universitario, con un equipo de universitarios que no entienden los principios de la ciencia ni la política contemporánea. Es los más degradante para nuestro municipio. La imagen es apariencia, ilusión, no es la realidad y por ello no puede modificar en favor de la vida los procesos del universo ni la sociedad, el quedarse en la ilusión es desperdiciar la oportunidad de trasformar los procesos naturales de la sociedad en vida para todo el sistema de acuerdo a lo ampliamente abordado líneas arriba. El discurso no basta, la imagen no basta, el poder no basta si no se tiene idea del universo ni de la sociedad que se habita, como es el caso. Carrión puede intimidar a sus críticos, vengarse de nuestras críticas, pero jamás podrá debatir con dignidad ideas y razones como estas, por una sencilla cuestión, él  NO las tiene. Dudo que entendiera la mayor parte de este texto si lo llegase a leer, con todo y su grado académico: 
"Quod natura non dat, Salmantica non præstat"  ("Lo que Natura no da Salamanca no presta.") - Miguel de Unamuno, filósofo español.  (1864-1936) 

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