miércoles, 9 de enero de 2019

Especial para Horizontes...
 El EZLN en Sayula, marzo de 2016
Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

El 22 de marzo de 2006, el entonces Sup Comandante Insurgente Marcos del EZLN, visitó Sayula. Gobernaba el municipio el PRD y era presidente municipal Samuel Rivas Peña. En el jardín principal dio un discurso ante las personas allí reunidas al rededor del medio día, la mayoría jóvenes. La represión contra las pandillas de jóvenes de los barrios  ( que hicieron una tregua en sus diferencias para ir a escuchar a "Marcos"),  del entonces gobierno municipal, era el tema local por la violencia que se vivía entre estas bandas. Aquí dejamos fragmentos de ese discurso histórico a casi  13 años del hecho.
 "Nosotros somos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, somos indígenas que vivimos en las montañas del sureste mexicano y que nos alzamos en armas en contra del supremo gobierno el día primero de enero de 1994.Ese día atacamos siete cabeceras municipales del estado de Chiapas, y entonces, para proteger la identidad de los compañeros nos cubrimos el rostro; cuando nos conocieron en el resto del país y en el mundo traíamos el rostro cubierto y desde entonces es nuestro modo, nuestra insignia o nuestra forma de presentarnos, con el rostro cubierto, para señalar que este país y sus gobernantes y sus ricos, no ven a la gente más que a la hora que pelea, a la hora que se tapa el rostro. Durante todos estos años los indígenas de todo el país y principalmente nosotros, no éramos vistos. Así como nos platicaban aquí (en Sayula), que los ricos usaban la parte central del jardín principal (para dar vuelta los domingos) y la gente pobre tenía que hacerlo por fuera, allá en Chiapas, los indígenas no podían caminar por las banquetas, tenían que caminar por las calles, y nos miraban como si fuéramos animales. Fue hasta que nos levantamos en armas, que nos tapamos el rostro, que nos empezaron a ver. Y entonces quedó esto como nuestro símbolo de lucha. Nosotros no estamos ocultando nada, hemos dicho claramente qué es lo que queremos y por qué estamos luchando, y hemos visto también claramente, que los que se esconden detrás de las sillas, en las presidencias municipales, en las gubernaturas o en la presidencia de la república, son los que están escondiendo realmente el rostro, y nos muestran a todos como que son muy amables, muy comprometidos, cuando por detrás están robando y están mandando las órdenes para matar a la gente. Lo que ha pasado, que hemos visto nosotros en todo el país, o en la parte que hemos caminado hasta ahora, en los catorce estados, es que en cada lugar hay un problema, que cada quien, cada persona, cada familia o cada grupo tiene un problema y está buscando un responsable. Las amas de casa a la hora que ven que están subiendo los precios de los productos con los que hay que alimentarse, o el precio de la renta, o el precio de la luz, el costo del teléfono, del impuesto, del agua. Y vemos también, que en esas dificultades, están las que tienen los trabajadores, a al hora que ven que los salarios no aumentan como debieran o que también les empiezan a quitar sus derechos, el derecho al seguro, el derecho a la educación, el derecho a la capacitación, el derecho a la huelga; y no sólo eso, sino que además empiezan a ser más pesadas y más largas las jornadas laborales. Hemos escuchado en varias partes de México donde los trabajadores tienen que laborar catorce o dieciséis horas diarias por 45 pesos al día, sin derecho a sindicalizarse, sin derecho a faltar por enfermedades, en el momento en que alguien se enferma es despedido; si son mujeres y son jóvenes, además tienen que sufrir el acoso sexual de los jefes, o de los jefes de línea o de los gerentes, o mismo de los patrones, que las quieren obligar a darles favores sexuales a cambio de no despedirlas. Hemos visto muchas de estas historias, y nos estamos preguntando, y cada quien se pregunta, ¿por qué es esto?, ¿por qué está pasando esto?... Son pocas las decisiones que puede tomar cada uno en su corazón, muchas veces nos imponen cómo tenemos que ser, cómo tenemos que comportarnos, qué podemos decir, pero de una u otra forma vemos, y lo vimos ahora en la carretera, cuando veníamos para acá, que hay grandes lugares que están siendo apartados y construidos para viviendas de la gente rica, no hay ninguna casa todavía y ya tiene todos los servicios, tiene luz, drenaje, vigilancia, jardines, y aún no llegan ahí. Y vemos que en las colonias de la gente pobre no hay nada, ni drenaje, ni luz servicios, ni siquiera pavimento en las calles. No hay que preguntarse mucho quién vive en un lugar y quién vive en otro, ese es de por sí el modo de los ricos, agarran un lugar, se apoderan de el y expulsan a toda la gente que es diferente a ellos; así como en este Jardín de Sayula ocurría, según nos están contando. Y nosotros preguntamos por qué esa gente que está allá va a tener todo, todos los servicios, y la gente que está trabajando, los obreros, las mujeres, los empleados, los choferes, los campesinos, no tienen ningún servicio. Por qué el que no trabaja tiene todo, y por qué el que si trabaja carece de esas cosas. Pero como lo estamos viendo cada quien en nuestra casa, en nuestro trabajo, pues pensamos que es por culpa de uno mismo, nos venden esta idea que se que uno es haragán, o que es destino que dijo el dios, o que es mala suerte la que tenemos. Y entonces empieza a nacer en nosotros, en nuestro corazón un coraje, una rabia, un rencor, que además se ve agravado por la prepotencia y el autoritarismo de quienes nos gobiernan. Si uno tiene una necesidad o padece una injusticia y va a reclamar con el gobierno, con la autoridad, si no está bien presentado, si no es un hombre trajudo, incluso si es de otro color, si es moreno, lo tratan como si fuera de la basura; y si uno llega al mismo tiempo que está llegando un señor muy elegante y además rubio, ven inmediatamente como las autoridades hasta se arrodillan para recibirlo; y está ese coraje y esa indignación, y esa impotencia de ver que está uno con ese dolor y nadie se atreve a darle solución. Y entonces ese coraje empieza a buscar un camino, y el mismo que está allá arriba nos ofrece a quien dirigir ese rencor, contra quien pelear; y entonces a los jóvenes les dicen que contra los viejos, contra los rucos, que ellos son los que no entienden, los que los tratan mal, los que los desprecian, y en el joven empieza a crecer ese rencor contra otra generación; a los hombres, que el responsable de los problemas son las mujeres; a los ancianos y a la gente de edad media, que son los jóvenes; y siempre es gente de bajo y siempre nos están presentando una propuesta "este es su enemigo", "este es el criminal", "si te pasan las cosas malas en tu casa, si suben los precios, en lugar de reclamarle al que todo tiene, saca tu coraje con el que se igual que tú".  De esa forma nos empiezan a decir que nuestra pobreza es culpa de los jóvenes, de los punks, de los anarcos, de la pandilla, de la banda, de los cholos y entonces construyen este aparato represivo, esta policía, para querer, según esto, decir que están haciéndole un favor a la ciudadanía a la hora de perseguir a los delincuentes. Pero lo que hemos visto, compañeros y compañeras, es que esos no son los delincuentes ni los criminales; los que se están enriqueciendo son como el presidente municipal, que no hace ningún trabajo y cada vez tiene más riquezas; como el gobernador del estado, como el presidente de la república, como su esposa, Marta Sahagún, como sus hijos, porque ya pasamos por Guanajuato y vimos como se están apoderando de las tierras; y esa gente no trabaja, tiene esa riqueza simplemente por su apellido, porque nació ahí y es parte del gobierno. Y entonces el sistema lo que nos está diciendo es que es criminal el que se viste de negro, el que se acomoda el cabello de otras formas, el que se raya en la piel, el que se hace un perforación para ponerse un arete, que ese es el culpable, que no tiene nada, que está igual que nosotros, y el que sí se está enriqueciendo, ese es el hombre de bien, es al que hay que admirar, y ahí nos están engañando a todos. Y nosotros decimos ¿porqué vamos a dejar que nos engañen?, y entonces, nosotros que estamos en la Otra Campaña, decimos que vamos a elegir, dentro de las pocas elecciones que tenemos, vamos a elegir a quién dirigir nuestro coraje, nuestro rencor y nuestro odio; no al que está como nosotros; nosotros somos indígenas, no dirigimos nuestro odio a la gente de color blanco, nuestra lucha, no nos alzamos en armas contra los ladinos o contra los mestizos, tampoco nos alzamos en armas contra otros grupos indígenas, y eso era lo que nos estaba proponiendo el gobierno, que peleáramos entre campesinos, que peleáramos entre pueblos indios. Y nuestra situación era la peor que se puedan imaginar, peor incluso que, como platicó la compañera maestra, de los migrantes que trabajaban de agricultores; y en lugar de hacer eso, decidimos dirigir nuestro rencor, nuestro coraje, nuestra rabia, al verdadero responsable, al sistema. Nosotros decimos que elijamos, a eso los venimos a invitar, a que elijan si ese coraje que tienen, por la humillación que se recibe, por la injusticia que se parece…que se padece, perdón, si la vamos a dirigir a uno que es como nosotros, aunque se vista diferente, aunque se vista de negro, aunque sea joven, aunque sea anciano, aunque sea mujer, aunque sea trabajador o agricultor, o si lo dirigimos hacia quien es responsable de la miseria de uno o de otro. Nosotros no nos estamos proponiendo llegar a un puesto gubernamental, no es una campaña electoral esta; y qué les podemos decir, ustedes como pueblo de Sayula, que ahora si que ya probaron de todo y ya vieron que, en efecto, todos son iguales, tanto el PRI, como el PAN, como el PRD. Nosotros pensamos que la solución no está en un cambio de gobierno, pensamos que la solución está en que cada quien se organice en su lugar, aquí en Sayula, sea como joven, sea como banda, como pandilla, como maestro, por la vivienda, como trabajador, y que esa organización no luche sólo…no luche solamente aquí en Sayula, ni sola, sino que se una a la gente en la lucha contra el que es el responsable, y que se una la gente de Sayula con toda la gente de Jalisco que ya está en nuestro movimiento, y con toda la gente, unirse a toda la gente, que en todo el país, también está en este movimiento. Nosotros lo que queremos es tumbar al gobierno, a todo el gobierno, no importa de qué partido sea; y queremos también, que se vayan los ricos, que la gente que está viviendo en barrios pobres o que no tiene vivienda, vaya a vivir a esos fraccionamientos y que la gente que está ahí, si es que no tiene delito, si la riqueza no la obtuvo por malas maneras, que se vaya a vivir a la colonia popular y que sepa lo que es vivir sin servicios, sin drenaje, sin luz, sin agua y todavía padecer la persecución de la policía. Porqué la policía en lugar de estar persiguiendo a los jóvenes, o a los trabajadores, o a los que luchan por vivienda, no persigue a los verdaderos criminales, a los que se están robando y despojando la tierra a los campesinos, por qué no agarra a los hijos de Marta Fox, Marta Sahagún de Fox; por qué no agarra a los gobernadores que cada vez se enriquecen más, por qué no agarra a los generales que están implicados en el narcotráfico… Nosotros les pedimos pues, que lo piensen compañeros y compañeras, no les estamos pidiendo que se alcen en armas, ni que se tapen el rostro, ni que dejen de ser lo que son; que la pandilla o la banda siga siendo lo mismo, que los que están luchando por vivienda sigan en eso, pero ya no solos, que los maestros no tengan que padecer las arbitrariedades de las autoridades solos, que los ancianos o ancianas no tengan que padecer también la humillación y el desprecio por la edad, que nadie vuelva a sufrir solo, eso es lo que estamos proponiendo, que unamos ese coraje, esa rabia, esa indignación que ahora tenemos y la metamos en este gran movimiento que vaya por todo, no por un cambio de gobierno, sino por un cambio de sistema.  Imagínense que tuviéramos la oportunidad de sacar de aquí a los ricos y a los malos gobernantes y se reuniera el pueblo de Sayula en una asamblea, y decidieran entre todos, qué va a estar en dónde, dónde van a estar las buenas casas, dónde van a estar las escuelas, los hospitales, los parques, los centros de diversión, los centros para el deporte, las escuelas, las tiendas, todo, cambiaría completamente todo, Sayula sería otra, porque sería la Sayula de abajo, la Otra Sayula. Si no hacemos esto, la misma humillación va a seguir siendo una y otra vez, se van a levantar estos fraccionamientos y nosotros siempre vamos a andar en la orilla, y todavía peor, ni siquiera vamos a estar aquí, porque la miseria y la explotación se van a agudizar tanto que nos van a obligar a emigrar, hacia Estados Unidos o hacia otros lugares, a buscar el alimento; así como estos migrantes que nos platicaron tuvieron que salir de su estado para buscar trabajo, ese es el destino que nos toca a todos, si no nos organizamos. Entonces, compañeros y compañeras, los invitamos a que le entren a la Otra Campaña, que su palabra va a ser respetada, su forma de ser va a ser respetada también, y juntos decidamos que vamos a hacer en Sayula, perdón, que vamos a hacer en Jalisco, y que vamos a hacer en este país, que es México. Los invitamos pues, compañeros y compañeras. Es todo, muchas gracias."

Sub comandante Insurgente Marcos, EZLN,  Sayula, marzo de 2016.

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