miércoles, 25 de diciembre de 2019

Especial para Horizontes...
Un “Santa Clos” sayulense en la Guerra de Reforma
Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

Don Ignacio Vázquez Bravo, un acaudalado vecino de Sayula, aparte de ser un consumado conservador, era conocido por su perfil filantrópico. Durante la guerra de Reforma entre 1858 y 1861 militó ideológicamente en el bando conservador. Conocido por su obras de beneficencia así como por haber erigido de su bolsillo la torre de la Parroquia de Sayula en 1875 y la Pilita del Ave María del barrio del mismo nombre, para dotar de agua potable a los vecinos de esa zona, era recordado por su forma peculiar de ayudar a la gente pobre de Sayula; se dice de que don Ignacio Vázquez Bravo, solía, en navidad, salir a las calles de Sayula en ese siglo XIX, a hacer regalos a la gente disfrazado para que no lo conocieran.  Así regalaba mantas, comida y hasta dinero a los más necesitados, encubierto por su anonimato. Don Federico Munguía Cárdenas (Que en paz descanse), lo compara con San Nicolas de Bari, el original Santa Clos ruso del siglo XIX, al que en el siglo XX la mercadotecnia estadounidense (Coca cola) al no poder pronunciar "Nicolas", el nombre de este santo, lo adaptó al inglés con el ya conocido Santa Clos (Tal como a ellos les sonaba y que sólo podían pronunciar como: "Saniclos", en lugar de San Nicolas). El "Santa Clos" sayulense vivió un periodo especial de la historia, la Guerra de Reforma  e incluso hizo una crónica de ello "La guerra de los tres años en Sayula" que la editorial Tzaulan publicara de un manuscrito original, en los años setenta del siglo pasado.  El contexto en que vivió este peculiar vecino de Sayula, padre de quien más tarde construiría el Famoso Parián del centro histórico, José Julián Vázquez Morett, se lee a continuación:
"En 1855 en el centro de la República, los liberales al frente de Juan Álvarez se levantaban con el Plan de Ayutla contra el gobierno de Santa Anna, alzamiento que terminaría con el dictador como tal de manera definitiva, regresando México al federalismo. El fin era constituir una república representativa popular y reformar las leyes para que hubiera no solo una trasformación política en México sino también económica. En el mismo 1855 Santa Anna abandonó la presidencia y al triunfo de la rebelión liberal, se eligió como presidente interino a Juan Álvarez, quien nombró ministro de relaciones a Melchor Ocampo; a Benito Juárez como ministro de Justicia; a Guillermo Prieto como secretario de hacienda y a Ignacio Comonfort como ministro de guerra. 
Juan Álvarez de 75 años dejó la presidencia a Comonfort, y en 1857 se redactó una nueva constitución. Como es de suponer el ideal liberal de un gobierno civil fuerte, secular,  que sometiera el poder del clero católico y evitara los abusos del ejército, mediante leyes que suprimiera el fuero de estas dos instituciones, y promovieran la educación del pueblo y la modernización del país según el modelo norteamericano, respetando las garantías individuales, la propiedad privada, la libertad de expresión y la autonomía municipal; chocó con el ideal de una monarquía centralista y católica de tipo virreinal. En tal tenor, se promulgó entonces el Plan de Tacubaya, el 17 de septiembre de 1857.
En el caso concreto de Sayula, la toma del poder por parte de los liberales en México y su propuesta de una República representativa y popular, debió dividir a la sociedad. En Sayula, hogar de algunos acaudalados españoles, criollos y peninsulares, profundamente católicos y con intereses emparentados con los intereses de los conservadores centralistas, ahora excluidos del gobierno del país, las trágicas noticias se comenzaron a conocer. Como hemos apuntado antes, también se daba el pensamiento liberal en Sayula, su importancia política y económica, como la ciudad más influyente en la región, hacia confluir distintos intereses e ideologías; pero sobre todo incidían poderosamente los rezagos económicos y sociales que habían dejado años de lucha por consolidar un país, en la percepción general de los hechos. En la ex Alcaldía de Ávalos, debieron hacerse propias las propuestas liberales debatidas en esta nueva etapa histórica que vivía el país. Para entonces ya existía en Sayula una logia Yorkina , y los ricos vecinos que la formaban debieron vérselas con el clero y el ejército para tomar las posturas correspondientes.  La división de los sayulenses a favor y en contra del clero sería notoria.
Don José Ignacio Vázquez Bravo rico terrateniente y conservador, nacido en Sayula en 1799, quien fuera diputado al Congreso Local en 1835 y miembro de Consejo del Gobierno Imperial de Sayula en 1865, narra así el comienzo de la guerra de Reforma o Revolución de 1858 como la llama en su crónica: 
´El malestar de la nación a consecuencia  de la odiada constitución de 1857, se deja percibir en toda la República, y  al fin parte de la guarnición de México con el general Zuloaga al frente, se pronuncia en contra del gobierno, el día 11 de enero de 1858, y después de las proclamas y alocuciones de estilo, y contestaciones por ambas partes, rompieron la hostilidades, parapetándose ambas fuerzas en los principales edificios, hubo un sitio que duró pocos días y al fin triunfó Zuloaga, y el presidente Ignacio Comonfort salió fugitivo de la capital el día 17 de enero de 1858. En todos los estados de la confederación mexicana dominaba el partido exaltado liberal, y el suceso de México alarmó fuertemente a los gobernantes, quienes se prepararon para contrariar la revolución, mandando fuerzas sobre México que se reunieron en Celaya. Guanajuato, Zacatecas, Jalisco, Michoacán y Querétaro fuero los que más se distinguieron…cuyos gobernantes se distinguían (a su vez) en sus bruscos manejos contra el clero y el partido conservador. En Celaya se reunieron cosa de 8 mil hombres y más de treinta piezas de artillería…el mando de estas fuerzas se confió al general Anastasio Parrodi. De México salió el general Osollos con cosa de 5 mil hombres y 20 piezas de artillería con objeto de atacar a los constitucionalistas en Celaya…el 10 de marzo los derrotó completamente huyendo (estos) en varias direcciones…El general Parrodi con cosa de mil hombres y algunas pizas de artillería, de l a División Jalisco, siguió camino para Guadalajara y en su alcance venía Osollos…´
En Guadalajara provenientes de Guanajuato, sigue Contando Vázquez Bravo, se encontraba el gobierno constitucionalista (que había salido de México luego del asalto de Zuloaga y la traición  de Comonfort, quien había hechos presos a los ministros de su propio gobierno, liberándolos antes de huir): el presidente de la Suprema Corte de Justicia, que por ley, luego de la huida y traición al subscribir el plan de Tacubaya del titular del ejecutivo, asumiera la presidencia del gobierno de la República, don Benito Juárez; y los ministros Guillermo Prieto, Santos Degollado y  Melchor Ocampo. 
 Una vez más los acontecimientos de la historia de México, quieren que Sayula se vea involucrada de cerca en una etapa más de las guerras del siglo XIX, jugando un papel importante, estratégicamente, en la Guerra de Reforma en Jalisco:
Don Benito Juárez y los miembros de su gabinete en Guadalajara fueron tomados presos por el comandante del quinto batallón en guarnición en la capital del estado, Antonio Landa, quien al saber del triunfo del general Osollos en Guanajuato, se pronunció en favor de los conservadores junto con 300 hombres del batallón citado. Los Constitucionalistas toman las armas y lo enfrentan en las calles de la capital del estado. El bando conservador en Guadalajara, conocidos como "Mochos" por su filiación a Santa Anna quien era manco, y el bando liberal conocidos como "hacheros", así llamados por abrir las casas de sus rivales políticos a hachazos ; se enfrentaron en las calles del centro de la capital del estado en el inicio de esta guerra en Jalisco. Inútilmente Landa se atrincheró en palacio de gobierno y las torres de catedral, esperando la llegada de las tropas de Osollos. No llegó la ayuda a tiempo y Landa capituló dejando libres al presidente Juárez y sus ministros, huyendo por el rumbo sur del estado con sus hombres y algunas piezas de artillería, no llegando más allá de Santana Acatlán.
´…en la ciudad de Guadalajara el 5to batallón de línea se pronunciaba sobre las armas, produciendo un motín al grito de: ´…viva el ejército, muera la guardia nacional, muera la Constitución...´ bloqueando las entradas y salidas del palacio de gobierno de la ciudad, donde estaba instalado el gobierno de Juárez. Allanaron oficinas y habitaciones y poniendo presos a Juárez, Ocampo y Prieto… Landa exigió de Juárez…´que ordenara se suspendieran las hostilidades (de los liberales) contra ellos…´ ofreciendo garantías de la vida para él y sus prisioneros, Juárez no aceptó…entraron una veintena de soldados preparando sus rifles para dispararles, cuando una fuerte voz de Guillermo Prieto se escuchó en la habitación, hablándoles a los soldados y su oficial …´los valientes no asesinan…Esa misma tarde le fue presentado a Landa el proyecto de arreglo a que había llegado el Gobernador de Jalisco el Lic. Camarena con los amotinados por la liberación de los presos donde …´se le ofrecía a Landa 8,000 pesos oro en efectivo y el reconocimiento de su grado en las fuerzas liberales, siempre y cuando se retirara de la ciudad de Guadalajara junto con su tropa…´ Landa aceptó y se retiró de la ciudad ´ 
Cuando el General Parrodi llegó a Guadalajara no procuró fortificar en forma la ciudad, pues a las tropas que le seguían las considero superiores en contraste a su capacidad de defensa. El presidente Juárez y sus ministros tuvieron que huir de Guadalajara, con una escolta de 230 hombres al mando del coronel Inestra. En Santana Acatlán, la escolta enfrentó, en defensa del presidente Juárez, a los hombres de Landa, escapando el gobierno itinerante de la República apenas a tiempo rumbo a la sierra de Atemajac. Mientras tanto Osollos tomaba Guadalajara y Parrodi capitulaba partiendo a San Luís Potosí. Juárez y sus ministros se refugiaron en Atemajac. Una vez que la presidencia de la república tuvo noticias de que Landa se retiró a Guadalajara, prosiguieron su camino rumbo a Colima, llegando a Sayula el 23 de marzo de 1858 donde los esperaba el general Juan Nepomuceno Rocha con algunos hombres para reforzar su escolta. Al día siguiente siguieron su camino rumbo a Colima.
Juárez y sus ministros Ocampo, Ruíz, Guzmán y Prieto; fueron recibidos en Sayula por liberales locales en la entrada de la población, el antiguo camino a Guadalajara, hoy conocido como el barrio del Salatón, el martes 23 de marzo de 1858. Fueron hospedados en la casa del señor Esteban Villalvazo, en el número 6 de la calle independencia, hoy centro comercial y estacionamiento. Como apoyo a la resistencia de la presidencia en su peregrinaje se acordó que los vecinos de Sayula pagaran dos tercios anticipados de la contribución sobre fincas. Autoridades y vecinos, simpatizantes del gobierno federalista y la constitución de 1857, visitaron al presidente Juárez y le mostraron sus respetos. Suponemos que la logia Yorkina de Sayula se entrevistó con el presidente esa semana santa de 1858. Mientras los vecinos simpatizantes del centralismo y el clero guardaron su distancia ante la fuerza que acompañaba al gobierno federalista que en ese momento hacía de Sayula asiento de la presidencia de la república. No existe crónica del encuentro de los masones de Sayula con Juárez, hasta donde se sabe; pero, siendo bastión Sayula de la logia yorkina, debió ser motivo para que se resguardara la presidencia de la República en la antigua capital de los Pueblos de Ávalos durante un día en su pasó a Colima. La persona que hospedó a Juárez y a sus ministros debió ser de confianza de este sector liberal, y probablemente un influyente masón sayulense.
Las autoridades federalistas del cantón de Sayula eran entonces el jefe político el coronel Domingo Reyes, quien dice Munguía Cárdenas, en puesto similar en Lagos (de Moreno) estuvo a punto de ser linchado en una sublevación contra la Constitución de 1857, salvándolo el cura de Sayula Rafael Larios (tío del licenciado Daniel Larios Càrdenas), escondiéndolo en la cárcel de mujeres, donde escapó disfrazado. Agrega Munguía que esta persona era de origen centroamericano y fue padre del Ministro de Guerra de Porfirio Díaz y gobernador de Nuevo León, el general Bernardo Reyes.  El administrador de rentas era Salvador Brihega, luego gobernador de Colima; y el juez letrado era Luís Susarre." (Sayula del antiguo Tzaulan al Sayula de los Pérez Rulfo)

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