martes, 16 de noviembre de 2021

Funcionalidad y Actividad Física 
en la Persona Adulta Mayor


Lic. y M.C. en Gerontología Juan Ramón Almejo Vargas

almejovargas5@gmail.com

La capacidad funcional del adulto mayor es definida como "el conjunto de habilidades físicas, mentales y sociales que permiten al sujeto la realización de las actividades que exige su medio y/o entorno". El término funcionalidad desde la capacidad del sujeto para movilizarse en su entorno, realizar tareas físicas para su autocuidado, conductas y actividades para mantener su independencia y relaciones sociales. El deterioro funcional es común en el adulto mayor, donde existen causas potenciales que contribuyen al mismo como los cambios relacionados con la edad, factores sociales y/o enfermedades.


El estado funcional se evalúa con las actividades de la vida diaria, actividades personales de la vida diaria, son definidas como aquellas actividades orientadas hacia el cuidado del propio cuerpo como bañarse, vestirse, asearse, continencia, la alimentación y las transferencias. Las actividades instrumentales de la vida diaria estas se refieren a la capacidad de mantener un hogar independiente, a realizar compras de comestibles, conducir o utilizar el transporte público, utilizar el teléfono, preparación de comidas, tareas domésticas, reparaciones en el hogar, lavandería, tomar la medicación y manejar las finanzas. Las actividades avanzadas de la vida diaria se refieren a la capacidad para cumplir con la sociedad, comunidad y roles familiares como participar en la tarea de recreo u ocupacional. Estas actividades varían considerablemente de un individuo a otro (Segovia & Torres, 2011).

La actividad física es muy importante para un envejecimiento saludable y se define como Cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Durante el ocio, para desplazarse a determinados lugares o como parte del trabajo de una persona. Las actividades físicas más comunes caben mencionar que son caminar, bailar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos. Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física (OMS, 2020).

El aumento de los niveles de inactividad física tiene repercusiones negativas en los sistemas de salud, el medio ambiente, el desarrollo económico, el bienestar de la comunidad y la calidad de vida.

Los beneficios que tiene la actividad física son: mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio, mejorar la salud ósea y funcional, reduce el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales, ayuda a mantener un peso corporal saludable, salud mental y cognitiva (reducción de los síntomas de ansiedad y depresión) y mejor calidad del sueño. Y reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer.

El nivel de actividad física recomendada en la persona adulta mayor es la siguiente: Realizar actividades aeróbicas moderadas durante al menos 150 o 300 minutos a la semana. Realizar actividades aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos por semana. Actividades de fortalecimiento muscular durante dos o más días a la semana. Combinación de actividades moderadas e intensas para obtener beneficios para la salud. Limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias (OMS, 2020).


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