martes, 16 de noviembre de 2021


Hernán Cortés el conquistador

 español y Sayula en el siglo XVI

Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa/ Cronista de Sayula

Pocos saben que Sayula al inicio de la colonia, junto con lo que hoy se conoce como el sur de Jalisco, era considerado como territorio de Hernán Cortés el conquistador español que en 1521 tomara militarmente la ciudad de México Tenochtitlán y con ello el imperio del Anáhuac en alianza con los enemigos de este y más tarde lo que luego se conocería como La Nueva España política y administrativamente bajo la jurisdicción del propio Cortés quien presidió en un principio la primera Audiencia de México, de la cual formó parte Sayula.


Aunque la historia tradicional dirá que al conquistar la capital del imperio mexica, Cortés conquistó todo México con una población de 15 millones de habitantes, como abajo veremos, un territorio visto desde la óptica contemporánea, lo ciertos es que esa idea de México no existió sino hasta el siglo XIX, más de 300 años después, entonces, para la llegada del conquistador, el Imperio Mexica llegaba difícilmente más allá del hoy estado de Hidalgo al norte, hasta las inmediaciones del estado de Michoacán en al occidente y hasta Centro América en el sur, con distintas fronteras con respecto a naciones enemigas indígenas y varias otras sometidas a las que concedía cierta independencia; muchas de estas últimas, se unieron a los españoles en su avanzada desde oriente y luego apoyaron a los españoles en su sitio militar y toma de Tenochtitlán. 

La avanzada hacia occidente de las tropas de Cortés tomaría a finales de 1522 el imperio purépecha, al frente de esta avanzada iba el capitán Cristóbal de Olid, entre sus tenientes vendría también un primo de Hernán Cortés, Hernando de Saavedra y Davalos, quien avanzaría y tomaría pacíficamente el señorío del Tzaulan en diciembre de 1522. Más tarde el hermano menor de este, Alonso de Avalos y Saavedra, llegaría a estos territorios de occidente como encomendero de Michoacán; por ordenes de su primo Cortés, Alonso apoyaría el avance de Gonzalo de Sandoval sobre Colima en 1523 y en 1524 iría con Francisco Cortes de san Buenaventura más al norte al estado de Nayarit donde conquistaría un territorio llamado Xalisco. A la muerte de su hermano Hernando, Alonso recibiría la mitad de la encomienda de Los Pueblos de Ávalos cuya capital era Sayula. De esta manera este territorio sería reconocido como área de influencia de Cortés en manos de su familia, que luego Nuño de Guzmán intentaría arrebatarle para formar lo que sería el Reino de la Nueva Galicia, que luego será Jalisco; sin lograrlo. 

La figura de Cortés es clave para explicar la historia de esta región durante la colonia y en particular la de Sayula:  


Hernán Cortés (Medellín, Badajoz, 1485 - Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 1547) Conquistador español de México. Pocas veces la historia ha atribuido al brío y determinación de un solo hombre la conquista de un vasto territorio; en esta reducida lista se halla Hernán Cortés, que siempre prefirió quemar sus naves a retroceder. Con escasos medios, sin apenas más apoyo que su inteligencia y su intuición militar y diplomática, logró en sólo dos años reducir al dominio español el esplendoroso Imperio azteca, poblado, según estimaciones, por unos quince millones de habitantes.

Es cierto que diversas circunstancias favorables lo acompañaron, y que, llevado por la ambición y la sed de honores y riquezas, cometió abusos y violencias, al igual que otros conquistadores. Pero, de todos ellos, Cortés fue el capitán más culto y más capaz, y aunque ello no sirva de atenuante, lo impulsó también un gran fervor religioso; su conciencia moral llegó a plantearle si era lícito esclavizar a los indios, una duda insólita en los albores del proceso colonizador que siguió al descubrimiento de América.

Procedente de una familia de hidalgos de Extremadura, Hernán Cortés estudió brevemente en la Universidad de Salamanca. En 1504 pasó a las Indias, recién descubiertas por Cristóbal Colón, y se estableció como escribano y terrateniente en La Española (Santo Domingo). En 1511 participó en la expedición a Cuba como secretario del gobernador Diego Velázquez de Cuéllar, con quien emparentó al casarse con su cuñada; Velázquez le nombró alcalde de la nueva ciudad de Santiago. En 1518 Diego Velázquez puso a Hernán Cortés al mando de una expedición a Yucatán; sin embargo, el gobernador desconfiaba de Cortés, a quien ya había encarcelado en una ocasión acusado de conspiración, y decidió relevarle del encargo antes de partir.

Advertido Cortés, aceleró su marcha y se hizo a la mar en 1519, antes de recibir la notificación. Con once barcos, unos seiscientos hombres, dieciséis caballos y catorce piezas de artillería, Hernán Cortés navegó desde Santiago de Cuba a Cozumel y Tabasco; derrotó a los mayas allí establecidos y recibió (entre otros regalos) a la india doña Marina, también llamada Malinche, que le serviría como amante, consejera e intérprete durante toda la campaña. Desobedeciendo órdenes expresas del gobernador Velázquez, fundó en la costa del golfo de México la ciudad de Veracruz, llamada entonces Villa Rica de la Vera Cruz.

 Allí tuvo noticias de la existencia del Imperio azteca en el interior, cuya capital se decía que guardaba grandes tesoros, y se aprestó a su conquista. Para evitar la tentación de regresar que amenazaba a muchos de sus hombres ante la evidente inferioridad numérica, Hernán Cortés hundió sus barcos en Veracruz; de este episodio procede la frase hecha quemar la naves, expresión de una determinación irrevocable. Pronto logró la alianza de algunos pueblos indígenas sometidos a los aztecas, como los toltecas y tlaxcaltecas.

Tras saquear Cholula, Cortés llegó a la capital azteca, Tenochtitlán, en donde fue recibido pacíficamente por el emperador Moctezuma II, que se declaró vasallo del rey de Castilla. La posible identificación de los españoles con seres divinos y de Cortés con el anunciado regreso del dios Quetzalcoátl favoreció quizá esta acogida a unos extranjeros que, sin embargo, empezaron enseguida a comportarse como invasores ambiciosos y violentos.

Mientras tanto, para castigar la rebeldía de Cortés y obligarlo a volver a Cuba, el gobernador Diego Velázquez envió contra él una expedición al mando de Pánfilo de Narváez. Cortés hubo de dejar la ciudad a su lugarteniente Pedro de Alvarado para hacer frente a las tropas de Narváez, a las que derrotó en Cempoala en 1520, consiguiendo además que se uniese a él la mayor parte del contingente.

Cuando regresó a Tenochtitlán, Cortés se encontró con una gran agitación indígena contra los españoles, provocada por los ataques realizados a sus creencias y símbolos religiosos y por la matanza que había desencadenado Pedro de Alvarado para desbaratar una supuesta conspiración. Cortés hizo prisionero a Moctezuma II e intentó que éste mediara para calmar a su pueblo, sin lograr otra cosa que la muerte del emperador.

Hernán Cortés se vio entonces obligado a abandonar Tenochtitlán en la llamada "Noche Triste" (30 de junio de 1520), en la que su pequeño ejército resultó diezmado. Refugiado en Tlaxcala, siguió luchando contra los aztecas (ahora bajo el mando del emperador Cuauhtémoc), a los que venció en la batalla de Otumba; y, finalmente, cercó y tomó Tenochtitlán (1521). Destruida la capital azteca, construyó en el mismo lugar (una isla en el centro de un lago) la ciudad española de México.

Dominado ya el antiguo Imperio azteca, Cortés lanzó expediciones hacia el sur para anexionar los territorios de Yucatán, Honduras y Guatemala. Los detalles de la conquista de México, así como los argumentos que justificaban las decisiones de Hernán Cortés, fueron expuestos en las cuatro Cartas de relación que envió al rey. En 1522 fue nombrado gobernador y capitán general de Nueva España, nombre que dieron los conquistadores al territorio mexicano.

Sin embargo, la Corona española (ya en manos de Carlos V) practicó una política de recorte de los poderes de los conquistadores para controlar más directamente las Indias; funcionarios reales aparecieron en México enviados para compartir la autoridad de Cortés, hasta que, en 1528, fue destituido y enviado a la Península.

En España salió absuelto de todas las acusaciones e incluso fue nombrado marqués del Valle de Oaxaca, además de conservar el cargo honorífico de capitán general, aunque sin funciones gubernativas. De vuelta a México en 1530, todavía organizó algunas expediciones de conquista, como las que incorporaron a México la Baja California (1533 y 1539).

Regresó nuevamente a España para intentar obtener mercedes de la Corona por los servicios prestados, para lo cual llegó a participar en una expedición contra Argel en 1541, pero sus reclamaciones nunca obtuvieron plena satisfacción; mientras aguardaba respuesta, se instaló en un pueblo cercano a Sevilla, en donde reunió una tertulia literaria y humanística y pasó los últimos seis años de su vida. (Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. "Biografia de Hernán Cortés". En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004.)


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