martes, 22 de febrero de 2022

                  El acoso cibernético

Por Arturo Fernández Ramírez

16.1 millones de personas de12 años y más que utilizaron internet en 2020, fueron víctima de ciberacoso, de acuerdo a la quinta edición del Módulo sobre Ciberacoso que presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Reportándose también que el 75% de la población de esa misma edad (12 años y más), utilizó el internet en los últimos tres meses anteriores a la realización de dicho muestreo. Y el 21%, equivalente al número citado al inicio de este párrafo, fue la que sufrió el acoso cibernético. De estos, divididos por sexo, el 37.1% de los hombres tuvo contacto mediante identidades falsas, mientras que el 35.9% de las mujeres recibió insinuaciones o propuestas sexuales. Como podemos ver, si bien la tecnología trae consigo muchos beneficios, debemos tomar en cuenta que la delincuencia o personas mal intencionadas, la usan para sus fines ilícitos. Por ello, es importante cuidarnos y hacer lo propio con nuestra familia, en particular con las y los menores de edad.

    En más datos del anterior muestreo, el 57.8% de los que fueron víctima de ciberacoso desconocía a la persona o personas que lo efectuaron, pero el 19.3% fue acosada por un conocido. De estos últimos, el 62.7% recibió críticas por su apariencia o clase social, el 55.7% provocaciones para reaccionar de forma negativa, el 49.2% rastreo de cuentas o sitios web, el 44.2% publicación de información personal, el 42.6% mensajes ofensivos. 

   De acuerdo al mismo INEGI, el ciberacoso puede definirse como un acto intencionado que tiene como fin dañar o molestar a una persona, mediante el uso del internet. Que puede derivar en daños morales, psicológicos y económicos, incluso con la intención de las víctimas de terminar con su vida. Como de hecho, lamentablemente ha sucedido en muchos casos.

    Las principales situaciones del acoso sexual son contacto mediante identidades falsas, mensajes ofensivos, insinuaciones o propuestas sexuales, recibir contenido sexual, llamadas ofensivas, provocaciones para reaccionar de forma negativa, suplantación de identidad, rastreo de cuentas o sitios web, críticas por apariencia o clase social y publicación de información personal.

   Es claro, como ya lo precisamos, que la tecnología trae consigo muchos beneficios, pero debemos tomar en cuenta que también es utilizada por personas que quieren hacernos daño. Es decir, no siempre es la delincuencia la que nos afectan, en ocasiones son conocidos que por alguna razón deciden perjudicarnos.

    Como sea, es importante que tomemos precauciones para evitar el ciberacoso, principalmente en las y los menores de edad, en los jóvenes. Cuidemos a nuestra familia y saquemos el mejor provecho de la tecnología sin correr riesgos de ninguna naturaleza.


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