martes, 15 de febrero de 2022

 Tanatología en la Persona Adulta Mayor.

Juan Ramón Almejo Vargas 

Lic. y M.C en Gerontología. 

almejovargas5@gmail.com 


El término Tanatología no se circunscribe al hecho fatídico, sino a la serie de circunstancias que rodean la muerte de un ser humano, por lo que se considera como una disciplina que estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos y está enfocada a establecer entre el enfermo en tránsito de muerte, su familia y el personal médico que lo atiende, un lazo de confianza, esperanza y buenos cuidados, que ayuden al enfermo a morir con dignidad (Domínguez, 2009).

Campos de aplicación: los objetivos de la Tanatología se centran en la calidad de vida del enfermo, señalando que se deben evitar tanto la prolongación innecesaria de la vida como su acortamiento deliberado. Es decir, deben de propiciar una "Muerte Adecuada" misma que se puede definir como aquella en la que hay: ausencia de sufrimiento, persistencia de las relaciones significativas del enfermo, intervalo permisible y aceptable para el dolor, alivio de los conflictos, ejercicio de opciones y oportunidades factibles para el enfermo, creencia del enfermo en la oportunidad, consumación en la medida de lo posible de los deseos predominantes y de los instintivos del enfermo y comprensión del enfermo de las limitaciones físicas que sufre (Domínguez, 2009).

La tanatología es la herramienta del pensamiento y de las emociones para afrontar el duelo. Veremos qué etapas tiene un duelo, qué es el duelo anticipatorio y cómo se puede ayudar al adulto mayor en estas crisis.


Primeramente, es necesario considerar que toda pérdida es un duelo. Aunque la palabra duelo parezca ser exclusiva del tema de la muerte, no es así. A lo largo de nuestras vidas experimentamos pérdidas que son duelos porque duelen y es por eso que se llaman así. Perder una pertenencia, una amistad, un empleo, una casa, son situaciones dolorosas para el ser humano. Ahora bien, tratándose de adultos mayores, estas pérdidas son muy frecuentes e irremediables. Se puede volver a comprar algo que me robaron, pero no se pueden comprar la salud, ni la familia perdida, ni los amigos ya ausentes. Es por esto muy importante el apoyo de la familia para que los adultos mayores puedan manejar estas situaciones dolorosas. Estas pérdidas de la tercera edad son como las siguientes:

La salud ya no es la misma de antes y el adulto mayor tiene algún padecimiento. Puede ser hipertensión, dolor de articulaciones, reflujo, fatiga, éstas no son cuestiones graves, pero son pérdidas. Ahora bien, si el abuelo tiene una enfermedad seria como cardiopatía, diabetes, parálisis, aunque tenga medicamentos y está supervisado por su médico, sufre una pérdida.

La fuerza física ya no es la misma de los años anteriores, ya no puede levantar el peso de antes. Ya no puede hacer ejercicio fuerte sin fatigarse demasiado. Ya no puede trabajar las jornadas largas de otros tiempos. entonces, experimenta el dolor de las pérdidas y transita por un duelo (Instituto Mexicano de Tanatología, 2021).

Los amigos de antes ya no están por muchas razones. Algunos cambiaron de ciudad para ir a vivir con familiares, otros murieron. Estas pérdidas dolorosas para cualquiera en la tercera edad son más duras porque algunas son irremediables. Es importante saber que, para cualquier persona, la muerte de alguien de su misma generación lo lleva mentalmente a su propia muerte. Así como nos preparamos para la llegada al mundo de un bebé, es necesario prepararnos para la salida. La familia tiene un papel muy importante en esta tarea con los abuelos.

La jubilación significa el fin de la vida laboral activa y es un duelo para el adulto mayor. Si no se ha preparado mentalmente para la etapa que sigue a la jubilación puede, incluso, tener problemas de salud. Cuando la persona deja de trabajar formalmente tiene un sentimiento de inutilidad, de que ya no sirve o no funciona. Esto los lleva a la depresión, a la ansiedad y también, equivocadamente, a culparse. Muchas empresas acortan el tiempo de trabajo activo y jubilan a personas aún eficientes y capaces física y mentalmente. Esto es por cuestiones económicas, pero el adulto mayor ante la situación no puede razonarlo adecuadamente. También aquí los familiares y amigos deben apoyar al abuelo a buscar otras opciones que llenen su vida de allí en adelante. De hecho y si así lo desean pueden seguir trabajando por cuenta propia o en instituciones donde son bienvenidos los adultos mayores.

Cambios en la vida diaria como por ejemplo en la alimentación, no poder comer cosas que les gustaban. Chequeos médicos y análisis más frecuentes. Falta de energía y falta de deseo sexual. Menos salidas y paseos, menos fiestas y reuniones. Rutinas diferentes para despertar por las mañanas, tomar las comidas, bañarse. Necesidad de compañía para actividades como conducir un auto o para salir de compras (Instituto Mexicano de Tanatología, 2021).

El acompañamiento físico y emocional es la mejor medicina para que el adulto mayor elabore su duelo. El aislamiento, no poder hablar con nadie, no sentir la compañía, pueden ponerlo en una mala situación mental y física. Al acompañarlos es bueno apoyarse en la espiritualidad que se tenga. Algunos adultos mayores que nunca habían sido religiosos lo son en esta etapa. Otros encuentran su parte espiritual en el contacto con la naturaleza o en la música. La espiritualidad, de cualquier forma, es la mejor acompañante en la tercera edad y hay que ayudar a los abuelos a que la tengan. No aislarlos de la familia, llevarlos a su templo, o al bosque, o con amigos de su edad. Eso es el acompañamiento y significa la sanción del duelo (Instituto Mexicano de Tanatología, 2021). 


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