martes, 20 de septiembre de 2022

               Los Informes de Gobierno

Por Arturo Fernández Ramírez

Aunque informar y auto elogio son cosas distintas, es común que en los Informes de Gobierno se ponderen únicamente los logros. O al menos lo que así se considera por los gobernantes en turno, desde su perspectiva. Muy difícilmente vamos a encontrar la autocrítica señalando los posibles errores que se cometieron. Lo que puede ser entendible, pero no necesariamente justificable, si se toma en cuenta que los adversarios políticos se encargarán de resaltarlos. Con todo y ello, sería sano que la rendición de cuentas al pueblo fuera un balance general que incluya lo que se hizo y lo que se dejó de hacer. Exponiendo los elementos necesarios para que, fortaleciendo la madurez política, se forme un criterio objetivo del estado real en que se encuentra la administración que tienen a su cargo.

     El artículo 47 de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal del Estado de Jalisco, establece en su fracción VIII: "Artículo 47. Corresponde al Presidente Municipal la función ejecutiva del municipio. Tiene las siguientes obligaciones:… VIII. Rendir informe por escrito al Ayuntamiento del ejercicio de la administración dentro de los primeros quince días del mes de septiembre de cada año. En caso de que decida hacerlo en acto protocolario, en sesión de Ayuntamiento, la fecha se fijará con oportunidad necesaria y se hará saber a las autoridades estatales y a la sociedad en general…".

      Por ese motivo, del 1 al 15 de septiembre, los Presidentes de los 125 municipios de Jalisco, rindieron su informe de las actividades durante su primer año de gobierno. Ante la abundante publicidad que realizaron, fue fácil darnos cuenta que únicamente resaltaron sus logros o lo que desde su perspectiva personal así lo calificaron. La ley dice rendir informe del ejercicio de la administración, lo que significa que se debe dar a conocer cómo ha sido el desempeño de la función que se ejerce. Y es obvio que nada es perfecto, pero sí todo perfectible, por lo que es lógico que, como humanos, se cometan errores. Mismos que deberían ser incluidos en una integral rendición de cuentas al pueblo.  

      Se debe entender que el ejercicio de gobierno es difícil y complejo, nunca podrá darse gusto a todas las personas. Los intereses que se contraponen en la sociedad, harán que siempre una acción beneficie a un sector pero quizás perjudique a otros. La clave está en tomar decisiones que favorezcan o sean bien vistas por las mayorías. Los gobernantes que logran esto, son los que mantienen la posibilidad de continuar gobernando en puestos de elección popular, de lo contrario, en una siguiente jornada electoral, el pueblo les cobrará facturas.

    Por eso, considero que sería sano que la rendición de cuentas al pueblo fuera un balance general que incluya lo que se hizo, lo que se dejó de hacer y lo que probablemente fue erróneo. Proporcionando los elementos necesarios para que la sociedad se forme un criterio objetivo que le permita calificar en su justa dimensión el actuar de sus gobernantes. Esto nos encaminaría a una madurez política que fortalecería un sistema democrático en el que difícilmente llegarían al poder personas deshonestas que solo engañan y mienten.


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