Semanario Horizontes

 Enfurece alcalde Daniel Carrión ante las críticas ciudadanas

*Profiere hasta insultos a quien critica sus obras malhechas. No va con su investidura, reclamos

*Groseras contestaciones a los ciudadanos que se consideran un insulto al pueblo

*Los ciudadanos tienen el derecho de disentir y reclamar por obras mal hechas

“Las groseras contestaciones y  publicaciones del Alcalde Daniel Carrión, a varias que cuestionan su trabajo y otras más que hace como chisme de lavadero, deja entrever la debilidad por la que está pasando, ante la cantidad de problemas que tiene el municipio y la falta de promesas incumplidas, estas contestaciones no son propias de un Presidente Municipal porque ostenta una investidura que le otorgó el pueblo y la tiene que honrar, sin embargo lejos de querer congraciarse con estas groserías y denostaciones, abona a desgastar su ya deteriorada imagen". 

Este texto tomado de la red, da cuenta de la forma en que se cuestiona al presidente municipal, quien, como se ve, no acepta crítica alguna a su trabajo y se ufana de ser el presidente que más ha hecho, lo cual es totalmente FALSO, puesto que presume obras que son totalmente del Gobierno del Estado y se pueden enumerar algunas como la pavimentación de la carretera a Usmajac (que por cierto ya presenta baches), el Hospital Regional  (por cierto una obra gestionada por el Dr. Rivas Peña) que está a cargo del Gobierno Federal, el triste jardín del centro, obra total del Gobierno del Estado que no puede ni siquiera presumir porque destruyó otra más importante la del Páramo.

Como quiera que sea, los ciudadanos son libres de manifestar su descontento como lo crea prudente y el gobierno municipal tiene la obligación de escucharlos y no le va con su investidura que hasta insulte a quién critique una obra mal hecha de las cuales hay muchas con testimonios de los propios vecinos. Un ejemplo de lo anterior es la obra de la supuesta pavimentación con piedra ahogada de la calle Herrera y Cairo que a pocos meses de inaugurada en cada lluvia se convierte en una alberca de banqueta a banqueta porque fue una obra mal planeada y peor ejecutada con pésima calidad en cuanto a los materiales ya que a pocas semanas y a las primeras lluvias ya se estaba deslavando el poquísimo cemento que le pusieron a la piedra ahogada, el clásico acto de corrupción de las empresas constructoras, según denuncias.

Los ejemplos abundan por toda la ciudad. Hundimientos por doquier, la obra del nuevo jardín mal planeada que provocó el anegamiento de aguas negras, como nunca se había observado, las críticas ciudadanas pues, tienen el sustento de la veracidad de los hechos, a las cuales responde con insultos que revelan una intolerancia, que nada tiene que ver con sus opositores políticos que, en todo caso, también tienen el pleno derecho a manifestarse como ciudadanos que son.