sábado, 27 de junio de 2009


Y vuelve la burra al trigo

Por Rodrigo Carrión Grajeda

Una de las principales demandas de la sociedad sayulense y del municipio en general, es lo relacionado con la seguridad pública. Ya que por cualquier rumbo de la ciudad o sus delegaciones es muy notorio la manera en que la inseguridad se manifiesta de diferentes maneras, al grado que cualquier persona por pacifica que esta sea, esta expuesta ante el peligro que esto representa.
Uno ejemplo palpable de lo anterior, es la manera en que jóvenes al volante dan vueltas y vueltas sin rumbo fijo por el centro de la ciudad ingiriendo alcohol indiscriminadamente sin que ninguna autoridad haga algo al respecto. Poniendo de esta manera en serio riesgo la integridad de los parroquianos niños y adultos que acuerden sanamente al jardín principal o a su misa los fines de semana.
Otro de los principales factores de la inseguridad es el consumo de bebidas embriagantes a plena luz pública en barrios y colonias donde desde muy temprano miramos grupos de jóvenes tomando el plena calles, ya no digamos por la tarde o noche en que al calor de las cervezas arman sus broncas. Que me dicen de los motociclistas, los cuales sin ninguna precaución manejan por donde se les da la gana en nuestras calles rebasando por cualquier sentido con el riesgo de provocar un accidente de fatales consecuencias.
El colmo de todo lo anterior es lo que miramos este domingo 21cuando tres jóvenes con sendas caguamas de cristal en mano atravesaron en pleno centro de la ciudad (jardín principal) tranquilamente entre niños y damitas que dan vueltas sin que nadie les llamara la atención pese a que dos patrullas estaban estacionadas "vigilando la seguridad" de los presentes en dicho jardín.
Es de todos conocido señores autoridades que mientras ignoramos el problema o nos hacemos parte con nuestra complacencia, incitamos nosotros mismos a que las leyes municipales o cualquier otra sean violadas y pisoteadas por cualquier individuo borracho o en su juicio, pudiendo llegar el día de mañana a la anarquía.
No se trata tampoco de que por esto echen rialada de jóvenes a la cárcel cobrándoles altas multas y los saquen fuera dos horas después como en otras ocasiones ya lo han hecho. El principal trabajo de la autoridad municipal es la prevención, haciéndoles notar a los infractores sus errores y advirtiéndoles de las multas que pueden hacerse acreedores si reinciden de no respetar las reglas municipales que nos rigen.
No cabe duda que el cualquier anomalía o buenas acciones que se presenta en un municipio es el reflejo de sus autoridades, y al parecer el actual ayuntamiento en la seguridad publica es en lo que menos invierte y pone atención, poniendo de esta manera en entre dicho la autoridad del presidente municipal principalmente.
Nos encontramos en la recta final de su gestión como autoridades municipales en turno, razón de más para corregir errores del pasado retirándose con la frente en alto con la conciencia tranquila de que hicieron lo mejor que pudieron el trabajo municipal que la ciudadanía les encomendó hace tres años. Recuerden que dicho cargo muy pocos tiene el privilegio de lograrlo debido a la alta demanda de candidatos que buscan ser ayuntamiento, tal y como lo estamos mirando en esta nueva elección que se aproxima el 5 de julio.

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