jueves, 1 de octubre de 2009

La ciudadanía se queja del M.P. 

Por: Rodrigo Sánchez Sosa.
Personas del municipio se han acercado a este reportero para comentar, con el deseo de hacerlo público por este medio, la actuación del MP de la localidad. La actuación hecha pública en los medios, en el caso del joven golpeado por el policía municipal de apellido Magaña, que como ya informó este medio, dejó en coma al citado joven en hechos sucedidos en la delegación vecina, se esboza como prueba del actuar del MP. Sin estar en servicio, y se presume en estado de ebriedad, el policía atacó al vecino de Sayula con los resultados conocidos. Ante ello, las personas consideran, salvo lo que se haya determinado conforme a la ley esta semana al cierre de la edición, que la actitud del ministerio público en este caso dejó mucho que desear. Sin meternos en tecnicismos legales del actuar de este funcionario, pareciese que se encubre al policía agresor, pues no se considero, al menos en un principio, pruebas suficientes para su detención y consignación. La preocupación de la ciudadanía es la seguridad que se tiene frente a un hecho similar, si se llegase a enfrentar, de que la ley actúe oportunamente. Una queja más de una persona que nos comentó al respecto del MP, se complementa con esta visión: esta persona recibe acoso y amenazas de muerte de otra, y acude al MP para tratar de poner una denuncia o lo que proceda, en contra de quien le molesta por teléfono y amenaza, incluso habiendo ya contacto físico con el agresor. Viviendo esta persona sola, el temor y la impotencia eran justificadas. El agente del MP no solo no le resolvió el problema o le dio opciones que tranquilizaran a esta persona, sino que desdeñó pruebas de las amenazas por considerar que podrían ser fabricadas. Habrá que morirse, nos dice esta persona para que el MP proceda en este caso. Desconocemos los tecnicismos legales para el caso, pero esta es una mala imagen para el MP, que nada le hubiese costado, en este último caso, ser accesible y conceder un poco de empatía a quien le solicitaba ayuda, en vez de tratar de dar una lección de lo lento que puede actuar la ley si las pruebas no son concretas; que con lo relatado por la victima, con todo respeto, no estamos de acuerdo. La ciudadanía que conoce de actuaciones como las citadas, tiene toda la razón de quejarse.


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