Semanario Horizontes

Personajes

Por Hugo Rodríguez Vázquez

Nicho Flores

"Carpintero y músico de corazón"

Nicho Flores ha tenido dos grandes pasiones en su vida, la carpintería, arte que aprendió de su padre y la música ya que formó parte de la Banda de Música del Municipio allá por los años cuarenta del siglo pasado, tocando el instrumento de la trompeta.

Su nombre completo Dionicio Flores Villalvazo, nace en Sayula el 8 de abril de 1928, hijo de don Emeterio Flores Buenrostro y doña María Dolores Villalvazo Meza. Casado con la señora Don Nicho casó con María Consuelo Robles Robles con quien ha procreado 5 hijos, Adela, Fernando, María Dolores, Silverio y Luz María. Platicando con Horizontes, Nicho recuerda su niñez, de la que dice, no fue muy diferente de la que vivieron muchos niños en esa época, cuando se usaba más el trabajo que la escuela, como le pasó a él que apenas alcanzó a cursar el tercer año de primaria porque a muy temprana edad ya tuvo qué aprender el oficio de su padre, carpintero, para trabajar y ayudar a la familia. 
  Por cierto que su señor padre don Emeterio era uno de los carpinteros más acreditados en la ciudad, de hecho, eran muchas las personas que mandaban hacer sus muebles con él, de cabo a rabo como se dice, es decir, la recámara, el comedor, la sala, etc., incontables nuevos matrimonios era costumbre, mandarle hacer sus muebles a don Emeterio. De ahí, dice Nicho, aprendió el oficio de carpintero que aún en la actualidad prectica aunque, aclara, ya sólo hace trabajos para la familia. Estuvo Nicho alrededor de 10 años en los Estados Unidos de Norteamérica en donde aprendió a manejar la fibra de vidrio que entonces aquí nadie conocía.
  Recuerda su incursión en la música cuando ingresó en 1948 a la banda municipal tocando la trompeta en la cual duró muchos años. Fue por ello la invitación a participar en la cinta corto-metraje de Uri Espinoza, La Banda de San Cosmo, estrenado recientemente, donde formó parte del elenco integrante de la mencionada Banda junto a otros conocidos músicos de antaño.
A propósito de las bandas de hoy en día, opina que es muy diferente a las de su época, “yo recuerdo que tocábamos oberturas, valses, pasos dobles, marchas, vino m,ujeres y canto, entre otras obras, en cambio hoy en día...” bueno sin comentarios.
  Recuerda con nostalgia, a propósito de su participación en la Banda Municipal, cómo eran de bonitas las fiestas del carnaval en esos años de los cuarenta y cincuenta en Sayula, sobre todo los convites, el legendario “paspaque”, con las bandas por las calles, era algo verdaderamente hermoso
  Recuerda Nicho su paso por el CBTa-19 donde estuvo como maestro de carpintería por espacio de 15 años en donde hacía de todo como un mil usos, trabajos de forja, soldadura, “a todo le hacía...”, hasta un mural que se encuentra en dicho plantel, dice, es de su autoría. Asi es Nicho Flores Villalvazo, todo un personaje de Sayula,.