viernes, 21 de mayo de 2010

 La Mano del Metate

Por Hugo Rodríguez Vázquez

Sospechosa desaparición de Diego Fernández de Ceballos

No pocos tienen dudas de la autenticidad de la desaparición del “connotado” panista Diego Fernández de Ceballos. Mucho mexicanos nos preguntamos si su sospechosísima desaparición no obedece a una estrategia más del gobierno mexicano para con esa excusa, mantener por tiempo indefinido al ejército en las calles ahora que se empieza a cuestionar más la labor castrense por tantos crimenes que se les atribuyen a gente inocente. Las sospechas son generalizadas. Tan sólo bastan algunas reflexiones, por ejemplo con estos tiempos en que la violencia se ha generalizado en todo el país, no es creíble que un personaje de la talla de Diego Fernández no cuente con escoltas o personal de seguridad a su servicio como se presume que andaba el susodicho el día de su supuesta desaparición. Con tanta desconfianza en las actuales autoridades, no pocos creeen que se pueda tratar de una estrategia mediática para realizar otra cortina de humo para atraer la atención en aras de otros intereses ocultos. En el peor de los casos, de que afectivamente haya sido secuestrado o “levantado” como se teme, ahora sí que se estarían poniendo las peras a veinticinco y estaríamos entrando en una vorágine de violecia política recordando los años aciagos del crimen de Luis Donaldo Colosio o de Francisco Ruiz Massie, guardada toda proporción. Ahora que, igualmente las opiniones son variadas en el sentido de que Diego Fernández de Ceballos, estaría pagando algunas que ya debe. El propio correligionario de él, el mismísimo Luis H. Álvarez, lo responsabilizó no hace mucho, de ser el promotor principal de la quema de las boletas de la elección de 1988, que denominó “un detalle menor pero simbólico”.
  Cuenta: Diego fue quien me planteó la iniciativa bajo el argumento de que ya de nada servían, dado que habían estado a disposición de cuanta persona las quiso consultar. Accedí a su solicitud; sin embargo, hoy me arrepiento de ello porque esas boletas merecieron nuestra gran crítica tres años antes.
  En realidad ese “detalle menor pero simbólico”, como denomina Álvarez a la quema de los documentos de la elección de 1988, significó no sólo la convalidación del fraude y la legitimación de Salinas, sino la instauración del cogobierno PRI-PAN que con Felipe Calderón cumple casi un cuarto de siglo. En ese sentido, Fernández de Cevallos, alias El Jefe, no es sólo clave en el proceso de transición política de México, sino que encarna él mismo las características del sistema político en que ha degenerado esa transición: Corrupción, ilegalidad, influyentismo, impunidad…

3 comentarios:

  1. Esta es mi opinión:

    Bueno, en política se ve de todo, digo, en el inframundo. Lo que sí creo es que el gobierno no ganaría nada al autogolpearse con este caso, solamente el decrédito y la credibilidad generalizada de que el Estado mexicano "no puede", entonces, ese argumento se cae por sí sólo.

    Finalmente, esto seguramente tiene qué ver con una de tantas venganzas que enfriadas con el tiempo, saben mejor. Alguna contraparte de los litigios que se dijo: "ahora es el momento."

    ...

    ¿Qué no Cevallos se escribe con "V"?

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  2. Como nombre propio que es, se escribe de las dos maneras, en el caso que nos ocupa, habría que ver cómo está escrito en su acta de nacimiento.

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  3. Si, la desaparicion del jefe diego "obedece a una estrategia más del gobierno mexicano para... mantener por tiempo indefinido al ejército en las calles", asi como:
    - Bush planeo el ataque a las torres gemelas
    - las imagenes de la ida a la luna se grabaron en el desierto
    - Calderon engaño a los lideres del mundo y la OMS de que la influeza porcina era mortal
    - Pedro infante sigue vivo
    JAJAJA... me matan de risa las bobadas con las que sale la gente amargada, principalmente cuando es obvio que existen mas contras que pros para el gobierno federal con la desparicion del jefe diego.

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