jueves, 25 de noviembre de 2010


  La Carreta y los Bueyes.....

Por Rodrigo Sánchez Sosa

El carretero…

Hola a todos los lectores de este espacio anti solemne del periodismo local y regional. Déjeme contarle que resulta imposible evadir como tema si uno quiere ser honesto con esta actividad; la gente en nuestro país, según una importante compañía encuestadora, cada vez está más decepcionada con esta guerra contra el narco del ejecutivo federal y sus esbirros, según la citada compañía el 90% de los mexicanos opina que la actual estrategia contra el crimen organizado, antes llamada guerra, es un rotundo fracaso del gobierno federal. Pero no sólo eso, el sentimiento en las calles es que ya se salió de control. Después del asesinato del ex gobernador de Colima en días pasados, más que miedo, un sentimiento de frustración e impotencia se apodera de la mayoría en este país. Dado que no solo fue que el señor, de militancia priísta, murió a manos de sicarios al estilo mafia, sino que se supo que era acusado por sus rivales políticos de nexos con el crimen organizado, un hermano era investigado y su sucesor en el gobierno de aquel estado, el cual se dice manipulaba, tenia familiares en prisión por este delito, de acuerdo a una nota aparecida en diarios de circulación nacional. Lo cual mostró en toda su crudeza el grado de putrefacción, secreto a voces desde siempre en este país, de la clase política nacional. Los mexicanos siempre hemos sabido que ese jugoso negocio, todo el tiempo ha estado en mano de los poderosos, la oligarquía y la clase política mexicana; lo frustrante es el baño de sangre sin sentido, ya que como la experiencia internacional señala, sin un combate de frente a la corrupción política y corporativa, es vana la violencia y las decenas de miles de muertes de civiles inocentes. Mientras la clase poderosa sigue haciendo su negocio, enriqueciéndose asquerosamente, la gente no solo sufre hambre y exclusión, ahora su vida no vale nada y su patrimonio no tiene ninguna garantía. La impotencia estriba en el apoyo de los países poderosos, principales consumidores de drogas, a estas políticas de confrontación que pasan por alto la impunidad, la corrupción y el encubrimiento financiero del crimen organizado. Los mexicanos estamos abandonados a nuestra suerte en manos de esta mafia criminal que nos gobierno y explota, con el beneplácito de la potencias internacionales. Con las cosas como están, resulta una ironía macabra las celebración de la revolución mexicana en sus 100 años; los niveles de violencia son hoy muy parecidos a algunas de las etapas de esta gesta épica de nuestra patria, con la poco honorable diferencia que se vive y muere en el México de hoy para que unos cuantos conserven sus privilegios, incluidos extranjeros y criminales…
En el Sayula paradójico, así se celebró la revolución…
Para mal de la gesta heroica del pueblo de México hace 100 años, aquí las cosas no pasaron de algunas escaramuzas controladas por los caciques locales, que tuvieron la desvergüenza de pelar a lado de sus enemigos en un oportunismo, que si bien no fue excepcional, si condicionó los ideales y logros de la revolución en el sur de nuestros estado. La tierra siguió siendo de una elite privilegiada y la gente se contento con terrenos que Rulfo describía como pellejos secos de vaca, por su pobre potencial productor. Los "pequeños propietarios"( en contraste con los hacendados del porfiriato), se hicieron inmensamente ricos, explotando la capacidad de la gente y la tierra por generaciones y aún hoy, sus herederos disfrutan plenamente de aquella desvergonzada explotación a la sombra de una "revolución" hecha a modo localmente. Hablo concretamente de Sayula. Imposible no involucrar a nuestro alcalde con ello. Protegido en su carrera militar por una de las familias más poderosas del país, surgida precisamente de un caudillismo revolucionario, asentada en la región sur de este estado; nuestro alcalde no solo tiene compromisos con esa clase elitista surgida de la revolución, sino que sus valores morales están comprometidos con ella. Por qué lo afirmo tan temerariamente, cuestión de investigar a qué familia se le dio una importante concesión de forma directa en sus anteriores administraciones, para aprovechar un financiamiento de un programa estatal que no parece haberse puesto a competencia como marca la ley en la materia; no estoy acusándole de delito alguno, simple trafico de influencias difícil d demostrar a estas alturas, pero que si el lector sabe a qué me refiero es evidente. Quedo públicamente evidenciado, el alcalde, en el sentido de su elitismo, la semana pasa en que con motivo de la fiesta centenaria del movimiento armado referido, se premio un concurso de cuento y pieza musical alusivos al mismo, en el jardín principal; donde, se dio a conocer el jurado calificador: el señor Adán Cueto Amador, conocido conservador e historiador aficionado, cronista de la clase elitista opuesta a la revolución en la localidad; La superiora de un colegio de monjas local, al cual por supuesto asiste la clase pudiente de Sayula, lo cual nada tendría de malo, salvo que la citada no tuviera criterio profesional para evaluar los trabajos literarios y musicales, si no fuera porque la iglesia resultó damnificadas de la revolución mexicana (en el derivado de sus leyes, principalmente con el presidente Calles) hace 100 años, hasta armó una contra revolución a finales de los años veinte y principios de los treinta, la cristiada, incluso se le involucro en el asesinato de Álvaro Obregón; de ahí que resulte burdo. ¿Qué criterios se utilizaron en tal jurado para calificar los trabajos? Sería importante saber. Más, que el conocido escritor sayulense Benjamín Díaz, estaba entre los premiados, cuando éste públicamente sea manifestado disconforme con el movimiento armado que derrocó al Porfirio Díaz, sobre todo en su vertiente campesina y popular. Cuando Adán Cueto, toma el micrófono al final de la premiación para anunciar que personalmente llevaría el reconocimiento a Benjamín Díaz, aquello se vuelve grotesco. La gente, desinformada políticamente, le importaba poco la exhibición clasista del gobierno municipal del PRD y la clase heredera de los explotadores locales. Una señora tras de mí comente: "Que hueva, hubieran dejado su arguende para el último, ya es re tarde y no empiezan los bailables…" no muy interesada en el bodrio de premiación, desorganizado y autocomplaciente. Fuera quedaron gente más calificada para evaluar los trabajos, como el maestro Pintor o Katy Beas, por ejemplo. Pero en la misma lógica retorcida del bicentenario de la independencia en el municipio, donde se robaron la capsula del tiempo, una administración de mitad de los ochenta, y le hicieron honores a una caja llena de arena los actuales munícipes, todo fue ridículo, comparado con las gestas que se pretendían conmemorar; propio de todo ello de la clase elitista de siempre…
Crónica de una riña en la cantina de Rivas…
Eran exactamente las once de la noche del sábado pasado, se cerró el bar del centro y se abrió la cantina de Rivas. Esperando en la esquina de 5 de mayo e independencia, nos disponíamos a ir al 24 por una seis de modelo, cuando, se armó la gresca en la esquina del portal donde está Banamex. Para no quemar a nadie diré que fue un problema entre particulares, uno ebrio y el otro en su sano juicio, pero no mencionaré nombres, pues no es el escandalo el motivo de la nota. La Riña se llevó a cabo "tranquilamente" quiero decir, que la policía a dos cuadras no se dio por enterada. Aquello se volvió un espectáculo, pues de los lados opuestos a la banqueta donde trascurría la confrontación, había publico, entre ellos un servidor. Se dieron como dios les dio a entender, al final el vencedor, que no convenció del todo al respetable, escapó de la furia de los amigos del vencido en un auto. Acto seguido el vencido con sus amigos salió en un taxi, espetando que aquello aún no terminaba. El público terminó agrediéndose verbalmente con todos ellos, tal vez insatisfecho. Pronto la confluencia de las calles mocionadas quedó sola de nuevo, la gente se fue en busca de "otra" a la barra de la cantina de Rivas. Quienes decidieron quedarse en el antro, quizás fueron testigos de otra pelea en algún otro lugar del amplio local (todo el municipio), yo opté por retirarme abrumado y preocupado; ¿cuándo esto pasará de una zacapela inofensiva a una desgracia que lamentar? Mientras Rivas y los regidores creen que nos protegen con su horario restringido. Que no se diga que no lo advertí. Ahí se ven….

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