jueves, 16 de diciembre de 2010

La Familia michoacana, ¿foco insurgente...?
El gobierno gringo dejó entrever que posiblemente la violencia en nuestro país fuera una "narcoinsurgencia", lo que el gobierno mexicano negó categóricamente aduciendo que la mayoría de los muertos generados desde el 2006 a la fecha eran por los pleitos entre pandillas o cárteles de la droga y que eso de ningún modo desestabilizaría al gobierno "legalmente constituido". Sin embargo, ahora que se dio a conocer a través de los medios que el señor Servando Gómez Martínez, alias "la Tuta" cobraba como maestro, despierta una leve sospecha en gran parte de la ciudadanía:
El hecho de que la Tuta cobrara como maestro o profesor hace rememorar a otros profesores como Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas, supuestos líderes guerrilleros que se hicieron famosos allá por mediados de los años 60's del siglo pasado en el estado de Guerrero. Y si como se dice que "La Familia", que supuestamente tiene sentados sus reales en el estado de Michoacán y en estos últimos días aparentemente ha sido severamente atacada, había mandado un mensaje al señor Felipe Calderón Hinojosa para que en caso de ya no ser perseguidos, la Familia seguiría haciendo obras de beneficencia o altruistas, entre líneas se da a entender que posiblemente dicha Familia sea un grupo insurgente más que una organización dedicada al narcotráfico y que en cierta forma ayuda a los pobladores de dicho estado. Pero la sospecha va más allá, pues es muy notoria la mano del gobierno gringo en todo esto, ya que la tónica de los gringos es acusar a los grupos insurgentes de estar coludidos con el tráfico de drogas o tener nexos con los narcotraficantes; no por nada en Colombia se ha tachado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de estar unidas al narcotráfico, así que por lo mismo, el dicho y preocupación del gobierno gringo de que los cárteles mexicanos estén generando una "narcoinsurgencia" esté más que justificado.
Podría ser posible que ya los enfrentamientos no sean únicamente entre pandillas, sino que alertado el gobierno mexicano por el gringo de que hay muchos focos de insurgencia en nuestro país, le haya dado al gobierno mexicano la ubicación de los posibles focos de "infección" insurgente para neutralizarlos antes de que agarraran más fuerza y, para calmar a la opinión pública se les ligue mediáticamente con el narcotráfico para así justificar la persecución y posible aniquilamiento.
Lo raro de todo esto es que ni el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ni el ERPI ni otros grupos que se han señalado a través de los medios como grupos disidentes hayan levantado la voz ni se hayan dejado ver, por lo que se supone que tal vez nada más sean una creación o invención para darle más recursos del presupuesto a las autoridades correspondientes encargadas de supuestamente combatir a dichos grupos; tal y como está documentado que en 1968 el entonces Presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, era engañado o se dejaba engañar por sus achichincles al decirle que el movimiento estudiantil era una conjura comunista y que había que atacarla con todo, por lo que se requería más dinero para "combatir" dicha "conjura"; caso en el que como después se comprobó, la CIA gringa tuvo mucho que ver.
Hay violencia en Ciudad Juárez y en otras partes del norte del país e inclusive el estado de Nayarit; sin embargo, es más preocupante y sospechoso que sean las entidades de Michoacán y Guerrero en donde han estado ocurriendo cosas mucho más significativas en cuanto al tipo de violencia. ¿Y por qué? Porque el estado de Guerrero siempre ha sido una entidad con una insurgencia latente, y la proximidad del estado de Michoacán un sitio ya sea para expandirse u ocultarse. Pero como quiera que sea: El estatus económico de Michoacán y Guerrero, distan mucho de parecerse a los del norte, sobre todo a Nuevo León, en donde no cantan tan mal las rancheras en cuanto a violencia se refiere, pero como se ha especificado líneas arriba: La violencia se asemeja nada más en las balaceras, pero en los estados del sur son las desapariciones, ejecuciones y modus operandi, mucho muy distintos al del norte del país. Todo es cuestión de ver con detenimiento las cosas.
La violencia en el país ya rebasó todas las expectativas, por lo que el pensar que todo esto sea nada más un pleito entre pandillas es más que insuficiente. Hay mucho fondo en todo lo que está ocurriendo últimamente en el país, y la realidad solamente muy pocos la conocen y la saben; pero la mayoría de los ciudadanos no. Pero en fin. (SergioMejía Cano)

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