miércoles, 2 de marzo de 2011


Temas de Interés

Por Arturo Fernández Ramírez

Crece la inseguridad

Se afirma con razón que para empezar a atacar un problema lo primero que se debe hacer es reconocerlo, es admitir que efectivamente se tiene.
En este sentido, no podemos soslayar el grave problema de la inseguridad que si bien es a nivel mundial, de manera directa nos interesa resolver el de nuestro municipio, de nuestra región, de nuestro Estado y de nuestro País. Así en ese orden de importancia. Sayula ha perdido mucho la tranquilidad que hace unos lustros la caracterizaba. El pandillerismo, narcomenudeo, alcoholismo, drogadicción, entre otros, han venido a generar un verdadero clima de inseguridad.
La pérdida de valores también ha influido en forma determinante al clima de inseguridad que vivimos. El respeto, la honestidad, la ética, la solidaridad, entre otros, son principios que suelen no practicarse. Vivimos en un mundo en donde el materialismo sobresale sobre la calidad humana. El egoísmo, individualismo e interés personal también están por encima. Robos, lesiones, riñas, enfrentamientos, daños, homicidios y más conductas ilícitas resultan ser ya "comunes" entre nosotros. De manera incorrecta nos acostumbramos a ver lo que no es normal como si lo fuera, ya que poco a poco lo asimilamos como parte de nuestro entorno y solo tratamos de ajustarnos a esta realidad adoptando nuevas medidas de seguridad personal y familiar en lugar de luchar para recuperar la tranquilidad general.
Las notas rojas siguen siendo el principal espacio que ocupan en los medios informativos, tanto impresos como digitales. Siempre se tiene mucho que informar sobre este rubro.
Quizá lo más fácil es mirar hacia la autoridad para señalarla como la responsable de la inseguridad. Es cierto, tiene una responsabilidad directa que no puede bajo ninguna circunstancia eludir.
Sin embargo, sin pretender soslayar esta obligación, no puede perderse de vista que la sociedad no debe seguir siendo apática como hasta el momento lo ha sido, no puede seguir manteniendo una participación marginal, una conducta pasiva. Es necesario que se reactive la población, que asuma una postura de interés verdadero en los problemas que a todos nos están afectando.
El seno familiar debe seguir siendo la primera y principal célula de formación ciudadana, ya que es justo ahí donde se deben inculcar los principios básicos para respetar un entorno social, para garantizar lo que Juan Jacobo Rousseau estableció en su obra "El Contrato Social" como el "pacto social".
En conclusión, mientras la sociedad no rompa con su propia abulia en los problemas que a todos nos aquejan, la autoridad seguirá siendo rebasada. Lo deseable es que exista en la práctica lo que en teoría se supone existe: trabajo coordinado y conjunto bajo un mismo fin, bajo un mismo ideal, bajo un mismo objetivo: el bien común. Solo así podremos combatir la inseguridad que lamentablemente crece día con día. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

1 comentario:

  1. Tienes mucha razon licenciado cuando mencionas: "El seno familiar debe seguir siendo la primera y principal célula de formación ciudadana", mi pregunta es, ¿de que manera la autoridad en Sayula contribuye para que las familias cuenten con estas herramientas?

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