jueves, 5 de enero de 2012

La Mano del Metate
Por Hugo Rodrìguez Vàzquez
Preocupa a la ciudadanía la violencia, pero también la impunidad


Ciertamente nos horrorizan a todos los hechos de violencia (ejecuciones y asesinatos) que ahora con mayor frecuencia nos sacuden, pero no menos preocupamte es la impunidad con que suceden estos hechos criminales al no conocerse a ciencia cierta la identidad de quienes así infringen la ley.

Tan sólo para ejemplificar, de unos años a la fecha nos han sacudido varios asesinatos de personas ampliamente conocidas, y que se sepa, nada se sabe de los responsables de estos hechos de sangre, el más reciente, a quien masacraron y dejaron abandonado en el Panteón Municipal, revela una saña inaudita de quien perpetra estos crìmenes. En la imaginaria pues, varios asesinos sanguinarios andan sueltos en las calles y no sabemos de quièn se trata. A lo mejor nos los encontramos a plena luz del día y nadie sabe con quien se topa en la calle. Con qué confianza dejamos a nuestras familias, a nuestros hijos e hijas, caminar por las calles si sabemos el peligro que corren todos ellos.

Antes que la violencia y el desasociego nos invada a todos, es menester que la mano de la justicia se haga cargo de su papel principal que es proporcionar la seguridad y la tranquilidad a la que tiene derecho todo ciudadano y sus familias.
Vaya bromita, lo preocupante es lo que la violencia ya influye en los jóvenes


Mire usted este ejemplo sucedido en la vecina Ciudad Guzmán que da cuenta fiel lo que la violencia está ya influyendo en la actitud de la juventud. Tremenda alarma causaron cinco jóvenes que descendieron de una camioneta, todos con el rostro cubierto con pasamontañas; dijeron que le jugarían una broma a un amigo, pero terminaron ante el Juez Municipal.

Los “bromistas” fueron cinco menores de edad, Edmundo Villa Covarrubias, José Andrés Cibrián Barbosa, Darío Liñan Ramos y Julio César Alcaraz Sandoval, de 15 años de edad, además de Axel Balam Casados Alvarez, de 16 años. Estos jóvenes llegaron a la esquina de las calles Chapultepec y Juan Escutia, en la colonia Mansiones del Real, se bajaron de una camioneta Cherokee, placas JHK 5285 , pero todos portaban pasamontañas, por lo que generaron gran alarma entre vecinos, peatones y personas que en vehículo cruzaban por el lugar. Vaya bromita, pero, insisto, lo preocupante son los «modelos» producto de la violencia que nos afecta, que los jóvenes adoptan, hasta para bromear.

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