Semanario Horizontes

LAS REMESAS DE LOS INMIGRANTES
Por Rosa Carolina Santana Corona
La problemática social es uno de los aspectos más importantes en el fenómeno migratorio, esto es  las escasas oportunidades de empleo, el desarrollo centralizado de las ciudades así como la pérdida del campo como fuente de empleos y de vida para las poblaciones rurales.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), se estima que aproximadamente 28 millones de personas de nuestro país viven actualmente en Estados Unidos, de los cuales cerca del 50% no han regulado su situación migratoria. El 70% de los inmigrantes se encuentran entre 15 y 44 años, y solamente el 5.3% de ellos ha alcanzado formación profesional, de acuerdo al Instituto.
Aunque el ingreso de los mexicanos radicados en Estados Unidos está sujeto a las variaciones y riesgos de la economía norteamericana, las políticas de empleo y migratorias intervienen en la disminución que se registra desde 2005.
Para las familias las remesas significan una oportunidad real de mejorar la calidad de vida, de mejorar su situación patrimonial, puesto que el dinero es destinado principalmente para vivienda, alimentación y educación, En mucho menor grado se destina a proyectos productivos como microempresas o inversión en infraestructura.
Un aspecto relevante en este caso, son las operaciones financieras que se realizan para el ingreso de las remesas a México. El Gobierno Federal está realizando programas que convocan a instituciones financieras, primero, para conocer la situación que guardan estos capitales, y posteriormente establecer una regulación que permita a los migrantes obtener beneficios económicos de dichas transacciones.
Las ciudades que contribuyen en mayor proporción al ingreso de sus familias, se encuentran en los Estados fronterizos de Dallas, Houston, Sacramento, Los Ángeles y Chicago.
Durante el primer mes de este  año las remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero ascendieron a 1,501.77 mdd, es decir, 7.15% más en comparación con los 1,401.51 mdd registrados en el 2011.
En el 2011, México logró mantenerse como tercer receptor de remesas en el mundo después de India y China. Sin embargo, fue el más favorecido con la depreciación del tipo de cambio.